Mauro Piacenza Cardenal y Penitenciario mayor emérito.

El cardenal Mauro Piacenza, es un hombre de confianza del Papa Benedicto XVI, el cual le nombró en octubre de 2010 prefecto de la Congregación para el Clero, la más antigua Congregación de la Santa Sede, encargado de atender al medio millón de sacerdotes que hay en el mundo.
Su gran tarea al frente de la Congregación para el Clero, que no dudó en definir como “reforma”, tenía como objetivo que los sacerdotes del mundo se acerquen “lo máximo posible” a las fuentes, “al corazón de Jesús”, pues, a su juicio, éste es el “misterio del sacerdocio”. “Hay que cuidar esa cercanía”, añadía.
Pero no sólo ve a los sacerdotes como únicos responsables, pues también señala a los formadores, que, a su entender, deben tener los ojos “muy abiertos porque instruyen a personas, en cierta medida, excepcionales, que deberán remar en un mar siempre agitado, donde la cultura dominante está en contra”.
Al igual que Benedicto XVI, tampoco ha eludido hablar de los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, calificándolos de “aberrantes” porque “nacen de unas ideas incorrectas y de una desgana en el crecimiento humano y espiritual”. También manifestó su “profundo dolor y abatimiento” por estos sucesos, que, aunque cometidos por un “reducido porcentaje” de presbíteros, dada la “santidad ontológica del estado sacerdotal”, es “siempre terrible”.
“A esta inicial reparación, debe unirse la decidida intervención disciplinar y la tutela de las víctimas, que deben ser ayudadas a redescubrir la confianza en Dios y en la Iglesia.Víctimas de los sacerdotes criminales son también todos los sacerdotes que, con dedicación ejemplar, desarrollan cada día su ministerio”, aseveraba.
La trayectoria de Mauro Piacenza
El cardenal Piacenza nació en Génova, Italia, el 15 de septiembre de 1944. A los veinte años, entró en el seminario mayor de la arquidiócesis de Génova y después del programa de formación regular, fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre 1969, por el que era entonces arzobispo, el conocido cardenal Giuseppe Siri.
Inicialmente desempeñó su ministerio como vicario en la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo y Santa Inés, por cinco años, hasta 1975. Fue, desde 1973 hasta 1978, confesor y director espiritual del seminario mayor. En 1976, se graduó summa cum laude en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense.
De 1975 a 1990 fue profesor de teología dogmática en “Didascaleion”, el Instituto de Teología para laicos de la archidiócesis de Génova. Durante los últimos cinco años fue también director al mismo tiempo, de enseñanza en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Liguria. Entre 1978 y 1990 fue profesor de Derecho Canónico en la Facultad de Teología del Norte de Italia.
En esos años también ocupó diversos cargos diocesanos, incluyendo, de 1970 a 1976, secretario de la delegación arzobispal para la Universidad de Génova y, de 1976 a 1990 delegado del Arzobispo para la universidad y la cultura. De 1975 a 1990 fue también juez de la corte eclesiástica diocesana.
En 1986 fue nombrado canónigo de la catedral metropolitana. De 1980 a 1990 fue asistente diocesano del Movimiento eclesial cultural y profesor de religión en el liceo estatal Cristóbal Colón. Con respecto a la formación en la vida consagrada, fue visitante de muchas comunidades religiosas. En los años 1975 a 1990 fue capellán de las Hijas de San José de Génova y en 1977 se convirtió en director.
Predicó muchos retiros al clero, seminaristas, comunidades monásticas y religiosas, y laicos que participan en el mundo de la cultura. Ha editado numerosos artículos y publicaciones sobre diferentes asuntos entre los que destacan los de formación del clero, aquellos que tratan sobre las relaciones entre las comunidades religiosas y la comunidad política, y aquellos que versan sobre la meditación de los tiempos litúrgicos.
Su papel en la Congregación para el Clero
En 1990 fue llamado al servicio de la Congregación para el Clero, donde fue jefe de la oficina desde 1997 y Secretario desde el 2000.
El 13 de octubre 2003 el Papa Juan Pablo II lo nombró presidente de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, elevándolo a la dignidad episcopal y le asignó la Iglesia titular “Vittoriana”. Fue ordenado obispo en la catedral de Génova, por el que era entonces arzobispo, el cardenal Tarcisio Bertone.
El 28 de agosto de 2004, el Papa Juan Pablo II lo nombró también presidente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra. Durante los tres años que pasó en las dos Comisiones Pontificias, impulsó una serie de iniciativas para la promoción del arte sagrado.
El 7 de mayo de 2007 el Papa Benedicto XVI le nombró secretario de la Congregación para el Clero, elevándolo a la dignidad de arzobispo. Durante el Año Sacerdotal – celebrado en los años 2009/2010 – promovió, junto con el cardenal prefecto, una serie de iniciativas, entre ellas la conferencia teológica internacional sobre el tema “Fidelidad de Cristo, fidelidad de los sacerdotes”.
El 7 de octubre de 2010, sucedió al Cardenal Hummes como prefecto de la Congregación para el Clero. Nada más asumir la responsabilidad del más antiguo dicasterio vaticano, mostraba, en una entrevista con la revista “Vida Nueva”, su optimismo sobre las vocaciones sacerdotales, al asegurar que la Iglesia estaba saliendo de esa “crisis”. En otra entrevista, aseguraba que, aunque entre los sacerdotes hay “mucha dedicación” a sus deberes y a la vida pastoral, es necesario un “menor protagonismo, un trabajo menos obsesivo y más confianza en el Señor”.
Como solución al asunto de las vocaciones, Piacenza señalaba la necesidad de hacer “examen de conciencia” sobre las vocaciones, sobre los métodos en los seminarios y la teología que se explica a los futuros presbíteros. “No se puede esperar que una persona que vive en un ambiente donde no hay una correcta teología moral dé buenos frutos”, apostillaba.
En diciembre de 2011, Piacenza trasladó, a través de una carta, la “inmensa admiración y gratitud” de la Iglesia hacia las madres de los sacerdotes. En ella, indicaba que la vocación sacerdotal tiene, en la familia y el amor a los padres, el “terreno fértil”, pero que la participación de la madre es “única y especial”.
“Únicos y especiales son lo consuelos espirituales que le afluyen por haber llevado en su seno a quien se ha convertido en ministro de Cristo”, afirmaba Piacenza en su misiva, donde llamaba la atención sobre que cada madre de sacerdote es “misteriosamente hija de su hijo”.
Creado cardenal en 2010
Benedicto XVI lo creó cardenal en el consistorio del 20 de noviembre de 2010, de la diaconía de “San Paolo alle Tre Fontane”. En la Curia es miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para la Educación Católica y para los Obispos. También es miembro del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
El Papa Francisco lo cesó como Prefecto de la Congregación para el Clero el 21 de Septiembre de 2013, nombrándolo en el mismo día Penitenciario Mayor de la Iglesia. Con algunos problemas de salud, el Domingo de Pascua de 2013 se desmayó al lado del Santo Padre y tuvo que ser trasladado al hospital.
El cardenal Piacenza fue sustituido el 6 de abril del 2024 como Penitenciario Mayor por el cardenal Angelo De Donatis.