Un grupo de jóvenes sevillanos acudieron el miércoles por la tarde a las puertas del salón parroquial de la iglesia de san Gonzalo de Sevilla a protestar.
Tal y como les informamos ayer en InfoVaticana, los grupúsculos LGTB aprovechan el mes de junio para multiplicar sus manifestaciones y propaganda y hacerlas pasar por actividades pastorales.
El miércoles, el grupo homosexualista «Ichthys Cristianxs lgtbh de Sevilla» organizó en la parroquia de san Gonzalo de Sevilla una mesa redonda bajo el título de ‘Vivir la diversidad sexual desde la fe; un camino de aceptación y plenitud’. Es decir, un llamado a desafiar la doctrina católica y justificar ciertos estilos de vida contrarios con la fe católica. Tal y como sucedió.
Un grupo de jóvenes decidieron plantarse a título personal a las puertas de los salones parroquiales que hay junto a la iglesia, concretamente en la calle Alvar Núñez, lugar donde iba a celebrarse esta mesa redonda.
Este grupo de jóvenes católicos sevillanos decidieron tirar de cierta ironía para denunciar el contenido de esa charla que iba a celebrarse en los salones parroquiales de la iglesia de san Gonzalo. Los chicos, acudieron con fotos del Papa Francisco y con carteles en los que se podía leer «hay demasiado mariconeo» en alusión a las recientes palabras del Papa Francisco sobre el ambiente en algunos seminarios y en el Vaticano.
Carta al arzobispo de Sevilla
A nuestra redacción nos ha llegado la carta de un testigo que presenció lo ocurrido en la tarde del miércoles. Esta carta que publicamos, ha sido enviada por su autor al arzobispo de Sevilla:
Excelentísimo Señor Arzobispo Saiz, mi querido pastor:
No sé ni por dónde empezar.
Ayer se convocaba en una parroquia una charla que por el título y sobre todo por los convocantes (con las letras y colores acostumbrados) ya hacen pensar que lo que vamos a vivir es una exaltación de la perversión y de uno de esos pecados que claman al cielo.
Entre grupos de amigos y conocidos cruzamos varias llamadas. Me dicen que un pequeño grupo va a asistir para, en el turno de intervenciones, corregir fraternalmente lo que haya que corregir. Alguien me propone ir a rezar el Rosario en la puerta. Y otro grupo me dice que van a ir a recibirles en la puerta con carteles recordando palabras textuales del papa Francisco, y mi opción que es hacer unos carteles con unas cartulinas recordando simplemente la Escritura y el Magisterio para exhibirlos en la puerta a la llegada, por recordar la lección a los ponentes.
Como todo lo que puede salir mal, sale mal, no puedo llegar con el adelanto que pretendía y cuando llego ya están todos dentro. Lo mismo ocurre con los de las palabras del papa Francisco, que habían ido a la puerta del templo encontrándose con una misa, mientras que el acto era en la calle de atrás, en las dependencias parroquiales.
El grupo que viene con la idea de asistir la mantiene y entra en la charla. Mi intención inicial es esa pero para levantarme a corregir conforme se fueran proponiendo cosas contrarias a la doctrina católica, si es que no se hacía. Ellos pretenden escuchar todo y luego corregir. Como yo tengo menos caridad o paciencia que ellos, decido no entrar porque no voy a soportar 2 horas de propaganda aberrosexualista en una parroquia sin alzar la voz. Sobre todo, por no fastidiarles a ellos su plan. Mi esposa sí entra.
El grupo de jóvenes con las frases del papa, viendo que aquello va para largo y también sin querer cambiarle el plan al grupo que se queda, deja esos carteles en el corcho de la entrada. Quedan (quedamos) un rato en la puerta, comentamos alguna cosa con algún transeúnte, y nos vamos.
Mi mujer me va transmitiendo desde dentro. Todo según yo esperaba. Efectivamente, yo no hubiese aguantado dos horas de chapa que dieron. Al menos tres de los que entran para corregir intervienen, con cariño y exponiendo doctrina, no opiniones. Se les abuchea. Uno de ellos se dirige al párroco (a todo esto, el párroco D. Juan José González estuvo presente todo el acto, se le notaba cercanía a los organizadores, que le llamaban «Juanjo» y le agradecían), que no ha discutido ninguna de las exaltaciones del pecado se han dado, si por favor puede responder con un sí o un no si la sodomía, si las relaciones homosexuales, son pecado. El párroco se niega a contestar.
A la salida, el grupo «dialogante» está desolado. Mantenían un hilo de esperanza de que se hablara de acogida y acompañamiento, como manda el Catecismo. Lo que se hizo fue defender las relaciones homosexuales, mostrar el orgullo de tenerlas, señalar a los «católicos conservadores» como malísimos porque no aceptan su «modo de vida» y ensalzar a «ateos sin prejuicios» que sí lo hacen… Unos padres presumían de lo contentos que estaban porque su hija a los quince años hubiese decidido que era un niño y lo contentos que están con su transición, algunos intervinientes hablaban de sus relaciones estables homosexuales mientras subrayaban su condición de catequistas, la lesbiana que proclama que ella no tiene pecado y que no hay necesidad de confesar… Y agradecimiento al párroco, mucho agradecimiento a «Juanjo», que asentía y sonreía a todo, sin decir ni mu.
Estas mismas ensaladas de letras y colorines tienen convocado para este sábado, en otro templo de la diócesis, una presentación de libro y una «Eucaristía en tierra de acogida», todo anunciado con los 6 colorines reglamentarios.
La archidiócesis guarda silencio. Usted no dice nada, y sobre todo no dice nada la curia, que me consta fehacientemente que pone mucho interés en enterarse de qué se hace en según qué templos o de en qué lengua rezan algunos, empezando por los seminaristas. Mucho control para según y quienes, pero para la ensalada de letras y colores todo vale.
Decía San Juan Bosco que ningún sacerdote se irá solo ni al Cielo ni al Infierno. La responsabilidad de los pastores es gravísima. De ellos depende la salvación de muchas almas. Entre sus obligaciones está no sólo impartir la sana doctrina, sino combatir a la insana. Y no es que no se la combata, es que se le acompaña y alienta.
Mi querido pastor, vuestra excelencia tiene que actuar y tiene que hacerlo YA. Antes del sábado. Por el bien de las almas. De los que proclaman el pecado y de los que acabarán cediendo a la ira ante tanta provocación. Por evitar la perdición de tantos. Poner orden, alentar a los buenos sacerdotes y reconvenir a los malos. Hablar públicamente. Señalar el error y proponer la virtud. No hacerlo es incumplir sus obligaciones. Los lobos nos rodean y necesitamos que los pastores nos defiendan.
Y si ellos no lo hacen, será que es la hora de los laicos, como para tantas otras cosas. Ya se les ha corregido fraternalmente. Una, dos, tres veces. La respuesta es perseverar en el error y ensalzar el pecado. Creo que es hora de retirar lo de fraternalmente. De las consecuencias será culpable quien no ejerció su labor a tiempo.
Me duele remitirle este mensaje. Me duele mucho. Porque me siento abandonado. Nos sentimos desamparados. Pero también creo que es mi obligación hacerlo. Le pido perdón por la dureza, pero creo que es necesaria.
Le imploro que haga algo, que ponga orden, que defienda la Verdad y que deje de consentir este y tantos desaguisados que son consentidos y por tanto amparados por su curia.
En Cristo Rey,
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A esos asistentes que pretendian boicotearlos con todo respeto les digo que disiento de ellos. Si estos grupos tienen sus actividades es porque se les abre las puertas. Si a ustedes sus pastores les cierran las puertas sacudan el polvo de sus sandalias y dejen de ser clientes de donde más que no quererles quieren «moldearles» a su antojo según los criterios del mundo.
Y no olviden no poner la «x» en la declaración. En lo demás ¿para qué exponerse?
No les cerraron las puertas, asistieron a la reunión
Las sandalias se sacuden en casa agena, la iglesia no es casa ajena. Bueno, para el Meneses sí es cada ajena, esto no iba con el, estaba en su poltrona.
Según parece en una parroquia se puede hablar de todo mientras no se cuestione el Vaticano II por ejemplo. La única reprimenda que puede llegarle a «Juanjo» será un caritativo y paternal consejo para que sea más discreto porque los indietristas están al acecho con su fundamentalismo. Es posible que vuelvan a soltarnos eso de que » miremos a Cristo» ( frase de segura paternidad) u otra parecida que fue el slogan acuñado con ocasión de la polémica del cartel blasfemo y que tan magníficamente les resultó para darle una patada al balón hacia adelante y no entrar al tema. El único pecado que queda es la misa de todos los santos.
Claro Javier, por eso hay DISIDENTES militantes y DISENTIDOS como tú. Vosotros mejor en casita en el sofá ¿no? VIVA CRISTO REY
Tiene usted razón, yo hace tiempo que paso de la iglesia, pues está como está y no es cuestión de discutir con el cura que celebra la misa y en la homilía dice tonterías, como el otro día que una señora en la mitad del sermón le discutió lo que decía. Que conste que la señora tenía razón, pero la tacharon de desequilibrada. Yo paso cuando hablan, me leo la Biblia y que Dios nos ampare!
Hagan lío ..por Cristo!!!!
Creo que Javier acierta plenamente. No se ve el sentido de su protesta en una Iglesia en la que el Tucho Fdez es prefecto de la doctrina de la Fe. Creo que en el fondo nos resistimos aceptar la magnitud de la crisis de la Iglesia y pensar que son desajustes que se pueden arreglar con una manifestación. Esto sin negar la buena intención y otros méritos de esos jóvenes. Y de X nada que eso si le duele a esa jerarquía bergogliana
Te suena lo de «el celo de tu casa me devora» o » si no hablan estos hablarán las piedras»? Pues en esas estamos y no en las poltronas
«En el fondo nos resistimos a aceptar la magnitud de la crisis». Totalmente de acuerdo. Y caben muchas posturas ante esto. Cada uno debería saber donde se posiciona.
Lo que no es posible es cerrar los ojos o estar en la inopia, y esta es la posición del 99%.
Esto solo lo puede arreglar una intervención de Dios. Solo cabe denunciar, gritar, para aquellos que así se lo pida Dios. Rezar y penitencia para todos.
Entre esta noticia y las que la acompañan, desde luego que la fe se está poniendo a prueba y la Iglesia está en su pasión. Nada que no esté profetizado en las Escrituras y en las revelaciones públicas y privadas.
Sobre la oportunidad o no de la protesta, cada cual debe de hacer lo que le dicte la conciencia. Yo posiblemente estaría en ella.
Y sobre lo que pueda dictamina esta iglesia apostatas, yo me lo paso «por el forro». Ni autoridad, ni credibilidad.
Cada día más convencida de esta POSICIÓN (oídos sordos y denuncia) , lo cual no excluye mi absoluta obediencia al Magisterio de siempre, y mi adhesión a la CATHEDRA DE PEDRO.
Según parece en una parroquia se puede hablar de todo mientras no se cuestione el Vaticano II por ejemplo. La única reprimenda que puede llegarle a «Juanjo» será un caritativo y paternal consejo para que sea más discreto porque los indietristas están al acecho con su fundamentalismo. Es posible que vuelvan a soltarnos eso de que » miremos a Cristo» ( frase de segura paternidad) u otra parecida que fue el slogan acuñado con ocasión de la polémica del cartel blasfemo y que tan magníficamente les resultó para darle una patada al balón hacia adelante y no entrar al tema. El único pecado que queda es la misa de todos los santos.
Esta vez las altas autoridades de palacio no se personarán tan rápidas y veloces un situ como en otras ocasiones.
Un grupo de jóvenes!!??
Son tres y medio y tienen más edad que yo.
Pero da igual, lo que importa es abrir la consulta para que se desahoguen las fobias .
Ah! y ese lugar tampoco es san Gonzalo.
Grupo de jóvenes que protestaron 👏👏👏
Gracias por la carta.
Supongo que se puede denunciar ante el obispo y ante el dicasterio correspondiente.
Como una denuncia eclesiástica.
Eso por una parte.
Por otra parte, oración y penitencia.
Y sí, parece que es hora de los laicos.
Si el sínodo quiere dar poder a los laicos, es que quiere que haya grupos de presión (lobbies).
En fin…
Que obsesión teneis por el sexo. Dejad que la gente se ame como quiera y no pretendais meteros en las camas de los otros. Mas caridad y menos dogmatismos.
Ernesto, la práctica desordenada de la sexualidad lleva a la infelicidad a muchas personas.No hay caridad sin la verdad sino pura instrumentalización ideológica.S9lo la Verdad sana el corazón.
ernesto, precisamente de eso van las leyes LGTBI, de elevar a un politicastro mediocre al rango de inspector de alcobas e intimidades. ¿De qué te crees que iba la ley del gaymonio?
Llegas tarde, la obsesión por el sexo es ley vinculante, y se impulsó desde el laicismo progresista, no desde ambientes católicos.
Me parece fenomenal la carta, hay que intentar despertar conciencias, llamen lo que nos llamen, los catolicos tenemos que defender la Fe, por amor a Jesucristo, a su Iglesia, a la que pertenecemos.
Es una carta respetuosa con las personas, pero no con la aprobación del pecado defendida en esa reunión,que es como debe ser.
Gracias por escribirla.
Estoy de acuerdo !
Muchas gracias por escribir la carta.
Tenemos que decir lo que no es catolico .
Por no decir nada es que estamos como estamos. Nos hacen creer que callarnos es lo correcto , no!!! debemos de tener la valentia de defender nuestra fe.
Gracias al joven que escribio la carta , por el valor y el testimonio de defender nuestros principios cristianos.
Pecado de omision es no decir nada.
Es que hay demasiado mariconeo. Hasta en la sopa. Y se pretende normalizarlo al punto de presentarlo como un valiente y saludable camino de vida. Cuando el sistema riega la omnipresente «froggine» de millones de euros en un bombardeo constante cual inóculo covidiano, malo-malo.
Hay demasiado mariconeo.
Es que hay demasiado ma ric onimmo. Hasta en la sopa. Y se pretende normalizarlo al punto de presentarlo como un valiente y saludable camino de vida. Cuando el sistema riega la omnipresente «f r o ggine» de millones de euros en un bombardeo constante cual inóculo covidiano, malo-malo.
Hay demasiado m ricon neo.
Los de las caretas del yoker Francisco están bien, pero no es suficiente, hay que armarse con unos zurriagazos y darles una buena golpiza a la salida del acto sodomita incluido al cura. Guantazos dar muñecos bailar que estos no tienen ni media leche. cuando estaba en los guerrilleros de Cristo Rey, con mi admirado Mariano Sánchez Covisa, no hacia falta ejercer violencia, en cuanto aparecíamos con nuestros detentes, boina roja y cadenas gritando viva Cristo Rey, salian despavoridos los conciliares de la época, entre ellos el renegado de Tarancón, al que le pegaron un par de bofetones y se fue caliente a llorarle a Pablo VI. Todo lo que no sea la guerra santa es perder el tiempo.
Enfrente está Lucifer y sus ángeles, es la hora de la batalla final, que se estaba gestando en 20 siglos.
Confiar sólo en nuestro Señor Jesucristo y en el Padre .
La homo sex ual idad es la suprema ofensa a Dios………..Santa Hildegarda.
VIVA CRISTO REY
por las buenas o por las malas tiene que haber cisma.
Yo tengo intencion tambien de liarla .
Llegado el caso ni la pseudo misa respetare.
Tic -toc
Dado que el tema del post se localiza en Sevilla, el tenor de los comentarios y sabiendo que muchos comentaristas son de Sevilla, invitaría a que, con independencia del tema específico de los LGTBI, nos «asociáramos» para ser un fermento evangélico -católico en la diócesis, que con el ególatra-narcisista, oportunista y carrerista de Saiz Meneses va cada vez más a la deriva.
¿No es la hora de los laicos y quieren sinodalidad? Aunque también hay algún que otro sacerdote disidente que se podría unir.
Independientemente de la iniciativa, la jerarquía sevillana no va a mover un dedo. D. José Ángel ha demostrado que sus preocupaciones son las fotos en redes sociales y el carrerismo. Y la curia es la misma que nombró Asenjo, a quien Dios perdone por el mal que ha hecho.
Estas cuestiones no les interesan porque son problemas administrativos y salpican su fama de integrador.
Eso sí, si alguno se le ocurre rezar en latín o llevar sotana rápidamente organiza a su jauría de perros (o caniches) para que lo aniquilen.
La situación de Sevilla es auténticamente mafiosa, con una curia de hipócritas preocupados en sus asignaciones dinerarias y sus codeos con la alta sociedad.
La salvación de las almas se la trae al fresco.
Una muestra más de la hondura de la crisis, de la Iglesia y del mundo. Pastor de la diócesis cobarde, párroco intoxicado de mundanidad y falta de Fe, laicado turbado y confundido. Evidentemente, el problema no lo causó el cartel famoso, eso sólo fue una consecuencia más.
Arzobispo, conviértase. Padre Juanjo, conviértase. Y quien proceda más, también.