Mientras la Iglesia católica celebra este mes de mayo el mes dedicado a la Virgen María, determinados grupos de mujeres en Alemania prefieren dedicar este mes a hablar del diaconado femenino para lograr «la igualdad de género» dentro de la Iglesia.
La progresia eclesial va con el pie en el acelerador en su objetivo de transformar la Iglesia e implementar sus tan ansiadas reformas obviando que son libres para formar su propia religión o pasarse a cualquier otra ya existente.
Dejando a un lado las recomendaciones, ayer arrancó la celebración del mes del diaconado femenino con la asistencia de unas 300 mujeres a la celebración litúrgica de la Palabra en la catedral de Espira. El lema elegido este año es «¡Permite la abundancia!» y convocan la Comunidad de Mujeres Católicas de Alemania (kfd), la Asociación de Mujeres Católicas Alemanas (KDFB), la Red del Diaconado de Mujeres y el Comité Central de los Católicos Alemanes.
Este colectivo no tuvo mejor ocurrencia para reivindicar el diaconado femenino que organizar (una Misa no que es muy larga) una celebración de la Palabra dirigidas por ellas mismas con la intervención de una payasa desde el altar de la catedral.
Han montado incluso una página web en la que recogen todas sus demandas (basadas en la emoción y el sentimiento) sin aportar ni un solo argumento teológico o antropológico en su obsesión por lograr que la Iglesia católica acepte a mujeres como diaconisas.
Ulrike Göken-Huismann, miembro de la Asociación de Mujeres Católicas Alemanas declaró que «no es comprensible que quienes toman las decisiones en nuestra iglesia hayan permanecido inactivos durante tanto tiempo. Sí, es una forma de abuso de poder cuando se excluye a personas no masculinas por su género”.
Ute Zeilmann, vicepresidenta del comité ejecutivo federal del KDFB, aseguró que “el Día de la Diaconisa +plus también señala dolorosamente que los hombres supuestamente tienen derecho a un plus de estímulo sacramental, de apoyo episcopal, de bendición divina, de plenitud, de un plus que se les niega a las mujeres, a las personas intersexuales, trans y no binarias».
La catedral de la diócesis de Espira fue el lugar utilizado por estas mujeres para hacer este tipo de reivindicaciones por «el día del diaconado femenino». Los propios organizadores han confirmado que el heterodoxo obispo de Speyer, Karl-Heinz Wiesemann, ha dado su apoyo a esta reivindicación.