El año pasado, el número de abortos en Alemania alcanzó su nivel más alto desde 2012.
Según estos terribles datos, el 42% de las mujeres que abortaron no habían dado a luz antes del aborto. Las políticas de aniquilación de la vida como el aborto y la eutanasia siguen al alza en toda Europa. Los países europeos siguen con su particular invierno demográfico y en vez de revertir la situación con políticas en defensa de la natalidad y que defiendan la vida, se dedican a matar a sus compatriotas impidiéndoles que nazcan. El asesinato más cruel e inhumano que el hombre pueda imaginar y que la sociedad ha aceptado como un supuesto derecho: el de poder matar a tu propio hijo si te supone un estorbo.
El año pasado se alcanzó la escalofriante cifra de 106.000 abortos en Alemania. Se trata de alrededor de un 2,2% más de casos reportados que el año anterior, cuando las cifras arrojaron unos 104.000 abortos. Este dato marca un máximo desde 2012 cuando hubo en Alemania 107.000 abortos, tal y como anunció el miércoles la Oficina Federal de Estadística del país germano (Destatis). En 2022 ya se registró un aumento del 9,9 por ciento en comparación con 2021 cuando se mataron a alrededor 95.000 bebés.
Según los datos que ofrece Alemania, siete de cada diez mujeres que abortaron en 2023 tenían entre 18 y 34 años; el 19% tenían entre 35 y 39 años; el 8% de las mujeres tenían 40 años o más y el 3% eran menores de 18 años años.
El 96% de los abortos registrados en Alemania en 2023 se llevaron a cabo según el llamado reglamento consultivo. Las indicaciones por motivos médicos o por violación fueron el motivo en el 4% de los casos. La mayoría de los abortos (48%) se realizaron mediante el método de succión (aspiración al vacío) y el 38% utilizó el medicamento Mifegyne.