Por tercera sesión consecutiva, el Papa y el Consejo de Cardenales abordan el papel de la mujer en la Iglesia

Reunión Consejo de Cardenales Reunión Consejo de Cardenales
|

Puede que solo sean fotos de cara a la galería… o puede que no. Lo cierto es que en el Vaticano el interés por tratar el papel de la mujer en la Iglesia es importante aunque aún siguen existiendo distintas sensibilidades.

Los cardenales y el Papa se reunieron en la Casa Santa Marta el 15 y 16 de abril. Entre los temas discutidos destacan el rol de la mujer en la Iglesia; el sínodo; la aplicación de la Praedicate evangelium en las Curias diocesanas; la situación social, política y eclesial en sus diversas regiones.

La Santa Sede confirma en un comunicado que durante estos dos días, los purpurados encargados de asesorar más estrechamente al Papa Francisco han vuelto a pedalear sobre el rol de la mujer en la Iglesia. En esta ocasión, hubo de nuevo invitadas a la reunión. Junto al Papa y los cardenales participaron la Hermana Regina da Costa Pedro, de la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada, que aportó las historias y pensamientos concretos de algunas mujeres brasileñas, y la Profesora Stella Morra, profesora de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana, que examinó el papel de las culturas en el reconocimiento del papel de la mujer en distintos lugares del planeta.

El interés del Papa por el papel de la mujer

En la anterior reunión del Consejo de Cardenales que se celebró en febrero, el Papa invitó a la reunión a Sor Linda Pocher, hija de María Auxiliadora y profesora de Cristología y Mariología en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación Auxilium de Roma; Giuliva Di Berardino, consagrada del Ordo Virginum de la diócesis de Verona, profesora y responsable de cursos de espiritualidad y ejercicios espirituales y a Jo Bailey Wells a quien los medios oficiales del Vaticano presentan como «Obispo de la Iglesia de Inglaterra y Vicesecretaria General de la Comunión Anglicana».

En la reunión de diciembre, los cardenales que forman parte del núcleo duro del Pontífice también trataron sobre el «papel de la mujer en la Iglesia». En esa sesión, hubo aportaciones de conferenciantes y teólogos, entre ellos la Hermana Pocher, y después Lucia Vantini y el Padre Luca Castiglion.

¿Abrirá la mano el Papa Francisco?

Tal y como reconoció un importante cardenal emérito a este medio hace unos meses, el Papa Juan Pablo II cerró el debate sobre la ordenación sacerdotal de mujeres, pero no dijo nada sobre el diaconado. Es a este supuesto al que se agarra el ala progresista para tratar de «avanzar en este campo».

La teóloga italiana Linda Pocher fue una de las que participó en la reunión de febrero y aseguró que el Pontífice «está muy a favor del diaconado femenino», aunque precisa que en este momento no está sobre la mesa ordenar a mujeres sacerdotes.

«No hay ninguna reflexión sobre la ordenación presbiteral de las mujeres en la Iglesia católica», subraya Pocher. En declaraciones a Europa Press, señaló que «también se habló del diaconado. Ya sabemos que el Papa está muy a favor del diaconado femenino, pero aún es algo que se está tratando de entender cómo poner en práctica».

En privado, algún colaborador próximo al Papa asegura a este medio que el Papa no tiene intención de avanzar en este campo aunque despierte ilusiones a su alrededor y entre los grupos demandantes de esta medida. El Papa Francisco sí que apuesta por incorporar a la mujer en puestos de toma de decisión dentro del Vaticano como ya está haciendo, pero cosa muy distinta es que Francisco se atreva durante su pontificado a cambiar un asunto tan delicado como es el diaconado femenino. Cosa distinta es que esté amasando el camino para que se atreva a hacerlo quien venga detrás de él.

Sobre la ordenación de mujeres, el Papa declaró en una entrevista en noviembre que «hay allí un problema teológico, no un problema administrativo». El Papa insistió en que «desde el punto de vista teológico, ministerial, son cosas distintas: el principio petrino, que es el de jurisdicción, y el principio mariano que es el más importante porque la Iglesia es femenina, la Iglesia es novia, la Iglesia no es macho, ella es hembra. Se necesita una teología para entender esto y el poder de la Iglesia femenina y de las mujeres en la Iglesia es más fuerte e importante que el de los ministros masculinos. María es más importante que Pedro, porque la Iglesia es femenina. Pero si queremos reducir esto al funcionalismo, perdemos».