Monseñor Ángel Fernández Collado ha confirmado en rueda de prensa que deja de ser obispo de Albacete por enfermedad.
El ahora obispo emérito de la diócesis manchega confirma que el Papa le ha aceptado la renuncia que «libre y voluntariamente había presentado por motivos de enfermedad».
El propio Fernández Collado ha señalado que la causa del quebrantamiento de su salud guarda relación con las operaciones quirúrgicas en sus ojos y «por otras enfermedades que vengo sufriendo durante un tiempo y que poco a poco ha mermado mis facultades de gobierno y pastoreo».
Ángel Fernández, obispo de Albacete desde 2018, asegura que vive este momento «como expresión de profunda comunión y gratitud con el Papa Francisco». Además, en su mensaje leído ante los medios de comunicación y parte del clero albaceteño, ha insistido en que «es preciso mantenerse en unión y sintonía afectiva con el Magisterio y la Doctrina de la Iglesia y en nuestros días con la persona del Papa Francisco, Sucesor legítimo de san Pedro y Vicario de Cristo en la Tierra.
El obispo Ángel Fernández ha reconocido que «algo se desgarra dentro de mi corazón» con motivo de tener que abandonar la diócesis de Albacete, aunque permanecerá en ella hasta que concluya el curso pastoral.
Fernández Collado ha invitado en su mensaje de despedida a los seminaristas de la diócesis de Albacete a que sigan fomentando la llamada a la vocación sacerdotal «como única manera posible de que la diócesis de Albacete crezca en santidad, amor y fe».
Ahora, será el Colegio de Consultores de la diócesis de Albacete quien elija al Administrador diocesano hasta que Roma nombre un nuevo obispo.
El Papa acepta la renuncia del obispo de Albacete antes de tiempo
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¿Comunión con el Magisterio Pontificio y la doctrina de la Iglesia? Sí.
¿Sintonía con el Papa Francisco? No. Pues en la medida en que Francisco predica cosas contra la doctrina definida por sus predecesores, no podemos pretender adhesión hacia él.
Por poner algún ejemplo, Francisco en «Dignitas Infinita» se opone a la doctrina católica que siempre ha defendido la guerra justa, la legitimidad de la pena de muerte, el error de la libertad religiosa, etc. Y es evidente que no podemos estar por ejemplo con Libertas Praestantissimum de León XIII y al mismo tiempo estar con Dignitas Infinita de Francisco.
Don Ángel es un sacerdote santo. Dios le conserve la vida y le cure sus males.
¿Por qué a estas alturas Mons. Ángel Fernández habla de Francisco como «sucesor legítimo de San Pedro»? Lo dice para intentar borrar de los pensamientos la renuncia construida inválida por el Papa Benedicto XVI, para hacer nulo un «pontificado» que el sabio Papa alemán veía venir con apoyo de traidores internos y la fuerza del «águila» del norte para una nueva «primavera» católica, con un nuevo «magisterio» que diera significado religioso a sus pretensiones globalista anticristianas (ahí tenemos Amoris Leatitia, Fiducia Supplicans y, ahora, Dignitas Infinita). Más Benedicto XVI dejó claro el por qué invalidar este «pontificado» contrario a la Fe Católica de la que Benedicto es el guardián de la Ortodoxia Católica. Esa «cortina de humo» de nada le servirá. Cristo vence siempre. «Yo he vencido al mundo». Jn.16,33. Y la legitimidad de este «sucesor» la derrumba la renuncia jurídicamente inválida del Papa Benedicto XVI.