A causa de las quemaduras en su cuerpo, el conocido sacerdote de Zaragoza Javier Sánchez, ha fallecido a los 60 años de edad.
Fuentes oficiales han confirmado a InfoVaticana que el sacerdote ha fallecido esta pasada madrugada en la uci del hospital Miguel Servet.
El sacerdote, que desarrollaba su labor en la parroquia Cristo Rey de la capital aragonesa, se quemó accidentalmente la mitad de su cuerpo. Fuentes conocedoras de lo ocurrido explican a este medio que el sacerdote estaba preparando el brasero para la Vigilia Pascual y echó un líquido inflamable lo que provocó que estallara el brasero y le provocase hasta un 70% de quemaduras en su cuerpo. Una ambulancia lo trasladó enseguida al Servet, donde ha estado hospitalizado durante estos últimos días hasta su muerte, según ha confirmado el Gobierno de Aragón.
Los hechos sucedieron el pasado sábado durante la Vigilia Pascual que estaba celebrando en el convento de las hermanas Concepcionistas Franciscanas, en el zaragozano barrio de Santa Isabel, donde residía.
Javier Sánchez tenía 60 años y era el párroco del barrio de San Gregorio. Conocido como ‘el cura rockero’, sus círculos cercanos lo definen como una persona «abierta y avanzada» dentro de la Iglesia. «Durante la pandemia, daba misa por zoom y pegaba las fotos de los feligreses en los bancos de la iglesia», relata Juan Antonio Andrés, presidente de la asociación de vecinos de La Jota.
La noticia ha causado una gran conmoción en este barrio de la Zaragoza, donde Javier Sánchez era muy conocido. Se trataba de una persona muy aficionada a la música y tocaba la guitarra en conciertos, algunos de ellos, para recaudar fondos. El fallecido era también consiliario de la Cofradía de La Humildad y participó en las celebraciones de la pasada Semana Santa.
El funeral se celebrará en principio este viernes, 5 de abril, en el convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Zaragoza.
Este sacerdote saltó a la fama en 2015 cuando protagonizó un polémico videoclip en el que aparecía semidesnudo únicamente con unas alas de ángel y una guitarra lo que provocó que el arzobispo Vicente Jiménez le apartara de sus funciones durante un tiempo. A los dos días pidió perdón públicamente reconociendo su error. DEP.