Argüello reconoce que «se está produciendo un fenómeno global de reemplazo y de sustitución»

Luis Argüello Luis Argüello
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El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, ha concedido una extensa entrevista a Fran Otero para la revista Ecclesia.

El arzobispo de Valladolid ha vuelto a hablar sobre su pasado político y su activismo contra el régimen de Franco. Argüello reconoce que colaboró en unas elecciones generales con la democracia cristiana y luego, en las municipales, con una candidata del PSOE.

El sucesor de Omella al frente de la CEE habla sobre su vida interior y explica que la base de su oración es la Liturgia de las Horas, el rosario y la Eucaristía y en función del día, busca sacar algo de tiempo para «la contemplación» en el sagrario aunque reconoce que a veces las muchas actividades relegan la oración «a los rincones del día». «Es una tentación que reconozco y en la que caigo», afirma el prelado vallisoletano.

Luis Argüello argumenta durante la entrevista que cuando se vive como si Dios no existiera «aparecen las sustituciones de lo divino: los ídolos, las falsas imágenes de Dios. Empezamos por idolatrar el yo y los ropajes del yo, que, en nuestra tradición, tienen dos nombres: los bienes, los dineros, y los reconocimientos, vanaglorias o soberbias».

El arzobispo de Valladolid sostiene que «hay una ley de la gravedad universal: si el corazón humano no descansa en Dios, va a buscar su descanso, que no descansa, en el ídolo del propio yo y en los ídolos que dan al yo lo que por sí mismo no puede conseguir».

Homosexuales, ideología de género e inmigración

Sobre la acogida a personas homosexuales, Argüello defiende que «la llamada primera de la Iglesia es a la acogida de la persona, de cada rostro en su situación. Para el presidente de la CEE, «hay situaciones y experiencias en las que la plenitud de esta propuesta de verdad no va a poder realizarse de manera plena. Pero esto no significa esconder la verdad«. Argüello asegura que «la acogida a las personas, que es irrenunciable, no tiene por qué cambiar la propuesta de bien común».

Preguntado por la ideología de género, el arzobispo pucelano es partidario de mantener «un diálogo entre sexo y género» porque según él «tan incorrecta sería una propuesta biologicista del sexo sin su expresión cultural, como una reducción cultural que prescinde del sexo». En este sentido, el líder del episcopado español ha afirmado que «los estudios de género han ayudado a un reconocimiento de la mujer, de su dignidad, de la importancia de su participación activa en la sociedad».

Cambiando de tercio, Argüello ha señalado que «el progresismo cultural es hijo de los sistemas de pensamiento, las universidades, los grupos de opinión y series de televisión claramente financiadas por el llamado capitalismo internacional».

En referencia a la regularización de los inmigrantes ilegales, el presidente de la Conferencia Episcopal Española asegura que «el primer derecho del migrante es estar en su casa, y siendo conscientes de que se está produciendo un fenómeno global de reemplazo y de sustitución ante la carencia de esperanza de vida en nuestras sociedades».

El arzobispo Argüello ha subrayado que esa acogida «tiene que mostrar toda la realidad del fenómeno migratorio, teniendo siempre como referencia el rostro de los que sufren, que empiezan a hacerlo en sus países de origen, continúan durante el camino en manos de las mafias«.

Por otro lado, Argüello ha defendido que es fundamental «que haya matrimonios conforme a lo que la Iglesia piensa que es el matrimonio: abierto a la vida y con una propuesta de persona».