El Opus Dei vuelve a entonar el ‘mea culpa’ ante las quejas y críticas de ex miembros de la prelatura

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La oficina central del Opus Dei en Roma ha salido al paso de un reportaje que publicó la semana pasada El Financial Times Magazine en el que 3 mujeres relatan experiencias negativas respecto a su situación personal mientras fueron parte del Opus Dei, décadas atrás como numerarias auxiliares.

La Obra reconoce en el comunicado que «resulta evidente que hay dolor en esos testimonios y también es claro que no siempre se ha actuado con la suficiente sensibilidad para escuchar a tiempo, especialmente cuando algunas de las personas necesitaban más apoyo. En estos casos, el Opus Dei no se cansará de pedir perdón y de procurar ayudar a cada una de estas mujeres según sus necesidades».

Para revertir esta situación, el Opus Dei explica que «se han puesto a disposición protocolos de sanación y resolución dirigidos a recibir cualquier experiencia negativa que pueda haber ocurrido, pedir perdón y reparar en las situaciones que corresponda«.

No es la primera vez que el Opus Dei tiene que hacer frente a denuncias de ex numerarias auxiliares. Hace unos años, más de 40 ex numerarias auxiliares de Argentina salieron en conjunto a denunciar que fueron «explotadas laboralmente».

En defensa de la vocación de numeraria auxiliar

Ahora, ante este reportaje en donde se ataca la vocación de numeraria auxiliar, el Opus Dei recuerda que se trata de una vocación que «es vivida por miles de mujeres en todo el mundo con libertad, amor y compromiso, y tiene la misma dignidad que cualquier otra elección de vida». «De hecho, numerosas mujeres que viven con alegría esa llamada vocacional realizaron hace unos meses un pedido público para que se respetara su elección libre y consciente y no se las subestimara», agrega la prelatura.

La Institución fundada por Escrivá de Balaguer señala que «las numerarias auxiliares realizan trabajos que son remunerados y encuadrados en la legislación laboral del país en el que realizan sus tareas. Presentar esta vocación en términos de “servidumbre” es una tergiversación de la realidad».

En este sentido, vuelven a remarcar que «las personas son miembros del Opus Dei por voluntad propia y con total libertad a partir de su mayoría de edad, después de un largo proceso de incorporación». Se trata de un proceso que dura años para «evitar cualquier tipo de reclutamiento no informado o forzado: solo aquellos que realmente lo desean con todo su corazón, conciencia y libertad pueden elegir una vida vocacional en una institución de la Iglesia».

Malas experiencias

El Opus Dei reconoce en el comunicado que las mujeres «han hablado sobre otras situaciones que sí pueden haber ocurrido, concretamente referidas a malas experiencias personales mientras fueron miembros: falta de apoyo emocional, fallos en los procesos de discernimiento, prácticas laborales obsoletas, fallos en distinguir ámbitos personales y profesionales, falta de oportunidades de desarrollo profesional y negligencias en el acompañamiento cuando dejaron de ser miembros del Opus Dei».

La prelatura afirma que esas «malas experiencias reportadas reflejan situaciones ocurridas hace décadas» y que si hubiera casos recientes de malas prácticas, «se investigarán a fondo estas situaciones específicas y se tomarán las medidas necesarias para evitar que se repitan».

Por último, la Obra desea «aprender de los fallos cometidos y seguir mejorando» y remarca que «las buenas intenciones no eximen a las personas de equivocarse, y eso se debe aceptar con humildad cristiana, sobre todo porque el Opus Dei es una organización que busca hacer el bien, y nada está más alejado de su espíritu que causar dolor a quienes fueron parte de su familia».