Según el cardenal Chow, el resto de religiones «están bendecidas por la revelación divina»

Stephen Chow Stephen Chow
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El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, la diócesis católica de Hong Kong y la Asociación Taoísta han organizado en Hong Kong una conferencia sobre cristianismo y taoísmo, en la que participa el cardenal Stephen Chow y monseñor Indunil Kodithuwakku, secretario del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.

Según reportan los medios vaticanos, el propósito de la conferencia, explica Chow, es «demostrar cómo las religiones pueden unirse para convertirse en socios constructivos en la construcción de nuestra sociedad». «La visión de la religión taoísta -señala el cardenal- es promover un movimiento del mundo hacia la paz y la unidad, en el que la humanidad y el Camino -diríamos el Logos- estén conectados. La esperanza es que el reconocimiento de este espíritu de servicio compartido ayude a que «el valor y el significado de la religión [sean] mejor apreciados en China».

Para el obispo jesuita de Hong Kong, el cristianismo y el taoísmo «comparten los valores de la misericordia, la sencillez y la no búsqueda de resultados mundanos». El purpurado chino subrayó la importancia de la apertura a otras culturas y religiones, señalando que «nuestra Iglesia católica acepta que también ellas están bendecidas -aunque en diversos grados- por la revelación divina para la comprensión de la vida y el espíritu de la vida».

Como ejemplo de persona que ejemplificó este enfoque, Chow propuso el modelo del padre Matteo Ricci, el misionero jesuita del siglo XVI famoso por su conocimiento de la lengua y la cultura chinas: Ricci fue «el modelo del diálogo entre religión y cultura, integrando las espiritualidades de confucianos, budistas y taoístas con nuestra fe y espiritualidad católicas». «Esto -señala Chow- le ha procurado muchos elogios y respeto por parte del pueblo y el Gobierno chinos».