Los obispos belgas quieren que el Sínodo autorice el diaconado femenino y ponga fin al celibato obligatorio

Obispos belgas
|

Los obispos belgas han pisado el acelerador en su camino por ‘protestantinizar’ la Iglesia católica.

Mientras el Vaticano y los obispos alemanes se pelean por la votación de los Comités sinodales, que atenta directamente contra la jerarquía eclesiástica y la sucesión apostólica, los obispos belgas han aprovechado el río revuelto para colgarse la etiqueta del episcopado más ‘progre’ y modernista de cara a la última cita del Sínodo que tendrá lugar el próximo mes de octubre en Roma.

El medio belga Kerknet ha publicado los extractos de un borrador difundido a las distintas diócesis y consejos sinodales para si estudio. En esta circular, los obispos belgas describen las principales preocupaciones que tienen en mente de cara a la última fase del Sínodo.

En el memorándum parten de tres observaciones: «Una Iglesia misionera sinodal requiere un diálogo abierto con los acontecimientos actuales en el mundo que nos rodea. La Iglesia no puede limitarse a un camino de sentido único al proclamar la Buena Nueva al mundo». «Pedimos que el Sínodo defina nuestras Tradiciones de la Iglesia como dinámicas y en constante desarrollo» y «pedimos estímulo para dar forma concreta a la descentralización de ciertas decisiones en la Iglesia, permitiéndonos trabajar juntos en unidad con una diversidad más legítima. Pedimos una concreción de la «rendición de cuentas» de los obispos en una Iglesia sinodal».

Los obispos belgas llaman a reflexionar sobre el lugar de la mujer en la Iglesia. «Pedimos luz verde para tomar ciertas medidas por Conferencia Episcopal o Conferencia Episcopal Continental. Por lo tanto, otorgar una mayor responsabilidad pastoral a las mujeres y la ordenación de mujeres como diaconisas no tiene por qué ser universalmente obligatoria o prohibida«.

Celibato y ordenación de ‘viri probati’

«Durante mucho tiempo ha habido fuertes dudas sobre la obligación del celibato para los sacerdotes y diáconos que enviudan», escriben los obispos belgas. Sienten «la necesidad de redescubrir el carácter simbólico-sacramental del ministerio ordenado». Se dice que la relación entre ordenación y responsabilidad (última) requiere una nueva clarificación. «Pedimos que los sacerdotes y diáconos asuman cada vez más su responsabilidad pastoral en equipos en los que los laicos también tengan su lugar y su tarea», dicen los obispos belgas.

Además, los obispos hablan de ordenar sacerdotes a los ‘viri probati’. Literalmente el término significa «hombres probados». Esto se refiere a hombres que están casados ​​y que califican para el sacerdocio por su forma de vida.

Con todo ello, el borrador de la nota será sometido a discusión en grupos de discusión y consejos de las distintas diócesis. El borrador final será entregado a la secretaría del Sínodo de los Obispos en Roma.

Además, el comité teológico de la Conferencia Episcopal belga discutirá en profundidad los temas antes mencionados relacionados con el tratamiento de la tradición y las cuestiones sobre los oficios y ministerios en la Iglesia.