El obispo de Mondoñedo-Ferrol pide no «votar el mal menor» y llama a «votar buscando el bien de todos y de la casa común»

Fernando García Cadiñanos Fernando García Cadiñanos
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Con motivo de las próximas elecciones autonómicas de Galicia, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, ha escrito una carta pastoral para reflexionar sobre el voto de los católicos.

El obispo de Ferrol invita a los gallegos a votar el próximo 18 de febrero alzando «la mirada y dejar que sea la realidad la que prevalezca sobre la idea».

García Cadiñanos hace un listado de problemas que se deben resolver cuanto antes: «articular una sociedad donde las diferencias no sigan creciendo, sino que se reduzcan; vertebrar un territorio que permita un desarrollo sostenible entre todas las partes que lo componen; cuidar de la familia, promoviendo políticas que ayuden en la defensa de la vida y de la conciliación de la vida familiar y laboral; promocionar un trabajo digno para todos; luchar por garantizar el acceso a la vivienda para todos; trabajar por la integración de las personas en la sociedad desde la interculturalidad; promover una cultura, economía y política que respeten la dignidad de la persona».

El obispo de Mondoñedo-Ferrol escribe en su carta a los gallegos que no permitan «que en la vida política se promuevan valores que nos destruyen, impiden la convivencia e hipotecan la vida de las próximas generaciones, ni que se enraícen la mentira, los intereses particulares, los amiguismos, la ausencia de valores, los discursos vacíos… Si esto es así, la política se desvirtúa y ha de ser renovada».

Además, el prelado lamenta que «la política se ha alejado de los intereses de la gente, se ha profesionalizado desvirtuándose en su propia verdad. Y, sin embargo, la política es necesaria si no queremos caer en manos de la demagogia o del populismo o del economicismo».

Es por ello, que pide que el próximo 18 de febrero se vote «en conciencia» aunque añade que «el bien absoluto aplicado a las decisiones políticas no existe».

«En el ámbito de lo terreno siempre nos movemos entre lo imperfecto. No se trata, por tanto, de votar el mal menor. Prefiero plantearlo en positivo: votar buscando siempre el bien de todos y de la casa común, descubriendo qué programa permite con realismo la mejor realización posible de las extraordinarias potencialidades alojadas en los valores cristianos. Ahí nos toca discernir», concluye la misiva del obispo.