Las revueltas de agricultores y ganaderos que comenzaron en varios países de Europa han llegado también a España.
Los trabajadores y empresarios del sector primario están con la soga al cuello por culpa de las políticas del Gobierno central y de Europa. La imposición de «políticas verdes» y de la Agenda 2030 está condenando a la ruina a miles de agricultores y ganaderos en toda España.
Ven como sus productos se compran a un precio irrisorio para que luego sean vendidos en el supermercado a precios muchísimos más altos. El bajo precio que se paga a los agricultores por darnos de comer más los altos gastos que se imponen desde las Administraciones está provocando que les salga más a cuenta salir a la calle a protestar que estar en el campo trabajando porque así pierden menos dinero.
Tras las protestas masivas en Francia y ante la sede del Parlamento Europeo, los agricultores españoles han comenzado sus movilizaciones. Este martes, han logrado cortar importantes autovías y carreteras de acceso a Madrid. Las protestas también han logrado gran apoyo en otras ciudades como Murcia, Huesca, Valladolid, Salamanca, Extremadura, Cádiz y en muchos otros puntos de Cataluña o de Castilla La Mancha.
Ante estos acontecimientos, el arzobispo de Oviedo y miembro de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, ha lanzado un mensaje de apoyo a los agricultores que protestan estos días por toda España. Monseñor Jesús Sanz, ha lamentado que «agricultores y ganaderos, cuyos campos y cabañas están bajo mínimos con un desamparo notable por algunas administraciones varias».
El arzobispo franciscano no ha dudado en definirlos como «gente honrada en su duro trabajo» y que «expresan sus derechos conculcados en toda Europa». Sanz Montes ha pedido «menos ideología fútil y más solidaridad útil» para defender a los trabajadores del campo.