Monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo emérito de la diócesis de Alcalá de Henares, ha sido el invitado de esta semana en el programa ‘Eméritos’ de Trece TV.
El obispo de origen alicantino, hace un repaso a lo largo del programa de toda su vida. Desde el día que decidió meterse al seminario de Moncada tras una apuesta con unos amigos, pasando por los meses que estuvo en París aprendiendo francés y pasando por sus años como obispo en Castellón, Murcia y finalmente en Alcalá de Henares.
Según Juan Antonio Reig Pla, este proceso de secularización que atravesamos en estos momentos tuvo su origen en el famoso Mayo de 1968 en París y en el posconcilio Vaticano II, que en lo vital coincidía con la ordenación sacerdotal del obispo alicantino, en 1971: “Algo se estaba descubriendo en el ambiente, había una revolución interna. En el ámbito de la ideología fue una crisis seria con manifestaciones universitarias y promulgación de la encíclica ‘Humanae Vitae’ de Pablo VI, dos momentos que generó dos respuestas de la Iglesia. Años convulsos pero había que encontrar una respuesta a lo que estaba pasando”. Además, a ese proceso había que añadirle también el cambio político que atravesó España en la década de los 70.
En este contexto, el obispo emérito de Alcalá de Henares considera que el pontificado de Juan Pablo II constituyó un bálsamo de aceite en favor de la serenidad: “Destacaba lo que es esencial frente a lo transitorio o efímero, volvimos a centrarnos en Dios, en la Iglesia y en la evangelización”, ha apuntado. Reig Pla afirmó haber estado muy unido al Papa polaco, ya que fue él quien le designó obispo de Segorbe-Castellón. Para monseñor Juan Antonio Reig Pla, «Juan Pablo II creó una época de serenidad». También ha alabado la teología del cuerpo de san Juan Pabló II por integrar en la persona «cuerpo y espíritu».
Por otro lado, Reig Pla ha remarcado que en cualquier circunstancia «el Papa nos tiene que fortalecer en la fe y llevarnos a buscar a Dios por donde quiere ser encontrado, en sacramentos, vida eclesial, vida de comunión y acontecimientos de la historia”.
El obispo emérito de Alcalá de Henares también ha hablado de la exposición pública que le ha supuesto tener que defender la familia y la vida desde la Conferencia Episcopal. Sobre las campañas difamatorias que se organizaron desde los medios de comunicación contra él, el obispo ha reconocido que «ha habido momentos difíciles, llegando a amenazas de muerte, pero uno ha confiado su vida en Dios y hay que continuar».
Reig Pla tampoco ha querido pasar por alto el grave problema que sacude a España en relación al drástico aumento de los suicidios. Para el emérito de Alcalá, “el suicidio va unido al sinsentido, vivir sin sentido, agobiarse con las realidades y no tener una luz que no te haga trascender. Cuando la vida te tiene contra las cuerdas, ¿cómo se sale de ahí? Puedes elevándote, trascender porque alguien me lleva a transcender, Dios me quiere y ha dado su vida por mí y ha vencido a la muerte. No es lo definitivo. Pero es un tema muy serio”, ha zanjado.