Obispo Strickland: Tenemos que decir “no” a la bendición de parejas homosexuales

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El defenestrado obispo Joseph Strickland llama a todos los católicos, y especialmente a los obispos, a rechazar las nuevas “bendiciones” del Papa Francisco para las parejas homosexuales.

En comentarios compartidos exclusivamente con LifeSiteNews a través de video, el obispo Strickland alienta a «mis hermanos obispos a que todos nos unamos con una voz de fortaleza y alegría en el Señor en estos últimos días de Adviento y digamos ‘no’ a este último documento».

“Simplemente necesitamos ser una voz unida que diga: ‘no’, afirma Strickland. «No incorporaremos esto a la vida de la Iglesia porque simplemente debemos decir ‘no’. Y debe ser una voz unida».

Salvo que seamos ciegos voluntarios o incurablemente ingenuos -o que Dios intervenga directamente en Su misericordia- todos sabemos lo que va a pasar en unos pocos años, todos visualizamos perfectamente la escena: recibiremos una historiada invitación de boda en papel verjurado anunciándonos que Pedro y Juan contraerán santo matrimonio en la iglesia tal.

Habrá de todo lo acostumbrado: ceremonia, cura, llanto de la madrina, “¡vivan los novios!”, homilía y todo lo demás. Pero se mantendrán, cada vez más diluidas, las cautelas canónicas para poder alegar que “no se trata de un verdadero matrimonio”. No es difícil. Pero para el público asistente, para quienes tengan algún interés en el evento o conocimiento del mismo, significarán que Pedro y Juan se han casado por la iglesia, y ahí tienen la foto saliendo de la iglesia con su chaqué y su lluvia de arroz.

Para el mundo, en fin, la Iglesia estará permitiendo las bodas de parejas del mismo sexo, y el uso cambiará la creencia, como ha sucedido tantas veces antes, con todas las excepciones convirtiéndose en normas no escritas cuando el nuevo uso complace al mundo.

La misma insistencia del texto procedente de Doctrina de la Fe en que el rito de bendición no dé la impresión de que es un matrimonio (¿quién va a juzgar eso? ¿cómo?) introduce sibilina pero eficazmente otra idea, como subraya Bruno en su blog de Infocatólica: que las parejas del mismo sexo son algo bueno. Que, sencillamente, no pueden ser matrimonio pero, por lo demás, constituyen una realidad irreprochable.