Una semana ha tardado la Conferencia Episcopal Italiana en salir al paso de las afirmaciones de la prensa italiana que acusaba a varios obispos y diócesis del país de contribuir con dinero al fomento de la inmigración ilegal.
En una nota publicada en la página web de de la CEI, los obispos italianos aseguran que «en los últimos días, algunos organismos de información han cuestionado engañosamente a la Conferencia Episcopal Italiana y a algunas diócesis, así como a sus pastores».
«En el marco de una investigación judicial de la Fiscalía de Ragusa contra «Mediterranea Saving Humans – APS» por presunta complicidad en la inmigración ilegal y presunta violación del código de navegación, se formularon acusaciones difamatorias contra personas e instituciones eclesiásticas, a partir de algunos chats. utilizado de forma instrumental e inadecuada. Se trata de una práctica que, contra cualquiera que se utilice, merece indignación y decepción», se lee en el comunicado publicado.
La Conferencia Episcopal de Italia asegura que ellos nunca han apoyado directamente a la ONG «Mediterranea Saving Humans – APS», pero reconocen que sí aceptaron una petición presentada por dos diócesis «en un marco amplio que prevé, según el magisterio del Papa Francisco, la acogida, la protección, la promoción, la integración de los inmigrantes y la atención y asistencia a personas desplazadas en la zona de guerra en Ucrania. Todo ello con un apoyo significativamente menor que el que informa la prensa: 100 mil euros a cada diócesis en 2022 y lo mismo en 2023».
La jerarquía eclesial italiana subraya que «el compromiso de la Iglesia es luchar contra la ilegalidad con la legalidad, evitando que el Mediterráneo se convierta cada vez más en un cementerio: ¡hay que salvar cada vida!»
Por otro lado, recalcan que la Iglesia es la única institución que actualmente financia con continuidad y enormes recursos proyectos de desarrollo en países pobres o en situaciones particularmente difíciles: «alrededor de 80 millones de euros al año; apoyar y promover, junto con autoridades gubernamentales y otras instituciones, corredores humanitarios -tres están llegando en los últimos días-, única alternativa legal y segura a los viajes de la muerte; para garantizar la acogida de refugiados: alrededor de 50.000 en el primer semestre de 2023 sólo en nuestro país. Todo ello con la máxima transparencia y trazabilidad».
Por último, los obispos italianos invitan «a abordar el problema trascendental de la migración, escapando de la polarización del “todos dentro o todos fuera”, a través de un sistema que brinde garantías y combata la ilegalidad».
La prensa italiana señala al Papa Francisco y al cardenal Zuppi por financiar la inmigración ilegal
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A la cárcel sin más dilaciones ni excusas.
¡Ya tenemos en pleno siglo XXI nuevos mártires! Se trata de los pobrecitos obispos a los que nadie comprende.
La clave del comunicado está en una palabra: la Iglesia nunca ha apoyado «directamente»… Hemos llegado a un extremo de indignidad tal, que las conferencias episcopales son tan sofistas como los partidos políticos.
Me parece muy sensato todo lo que han declarado estos obispos italianos en relación con la inmigración y su apoyo a la misma. Me gustaría que el Papa Francisco se manifestara con claridad en esa misma dirección (legal sí, ilegal no) pero de sus declaraciones se deduce más bien que es partidario de permisividad y puertas abiertas a la inmigración ilegal.
«Me parece muy sensato todo lo que han declarado estos obispos»
Tan «sensato»… que es falso. Lea las últimas entradas de Specola, que lo explica con detalle. Y a ver cuándo, en vez de presumir de introducir inmigrantes ilegales en Europa (con a dinero del cepillo) hacen algo para evangelizar a quienes no son católicos, que esa es su primera y principal obligación, y no colaborar con las mafias de tráfico de seres humanos para sentirse muy «caritativos», condenando a los inmigrantes que no mueren en el mar, a la mendicidad o la delincuencia.