El secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, les ha dejado muy claro a los alemanes las líneas rojas del Vaticano a su particular ‘sinodalidad’: ni cambios en la concepción católica sobre la homosexualidad ni ordenación femenina.
En una nota oficial, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin ha informado a los obispos alemanes que la ordenación reservada a los varones y las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad no son negociables, informa el semanario católico ‘Die Tagespost’. El portavoz de prensa de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), Matthias Kopp, confirmó que los obispos habían recibido la carta de su Consejo Permanente a principios de semana.
En la carta fechada el 25 de octubre, dirigida a la secretaria general de la Conferencia Episcopal, Beate Gilles, citada por el periódico, Parolin traza líneas rojas para futuras rondas de diálogo con los obispos alemanes. Entre otras cosas, subraya que el Vaticano no tiene intención de negociar la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad ni la exhortación Ordinatio Sacerdotalis, en la que el Papa Juan Pablo II confirmó en 1994 la exclusión de las mujeres de la ordenación sacerdotal.
La principal asociación del laicado alemán y participante en el ‘camino sinodal’, ZdK, ha reaccionado como suele, ignorando la advertencia. Su presidenta, Irme Stetter-Karp, recordó que Parolin también había declarado impensable e ilegítimo la participación y el derecho de voto de las mujeres en el período previo al Sínodo Mundial de octubre, porque no era ni canónico ni sacramental a la estructura ni tiene precedente en la historia de la Iglesia Católica. «¿Y qué hizo nuestro Papa? De repente fue legal y posible y se puso en práctica», dijo Stetter-Karp.
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Esta podría ser una buena noticia si realmente fuese cierta. Sin embargo no nos podemos dejar engañar, especialmente los ingenuos bienintencionados que no son pocos en la Iglesia.
Bergoglio no va a proclamar oficial y claramente que la homosexualidad activa ya no es pecado, el lo que va a hacer es promocionar a aquellos que claramente asi lo muestran aunque no lo digan explicitamente, tipo James Martin, así como va promocionar y dejar hacer lo de la bendición de las parejas gays. Y va a seguir manteniendo encuentros con homosexuales hablando de acogida, etc etc, sin advertir de que los actos homosexuales son inmorales. No va a abolir publicamente la doctrina, pero va a realizar muchos gestos para que mucha gente pueda pensar que da igual ser una pareja homosexual que no.
Y el sacerdocio femenino tampoco, pero no va a dejar de promocionar a aquellos que hablan de diaconisas, como cuña para empezar la demolición. Es un proceso. A Bergoglio le gustan los procesos, de corrupción.
El problema no es el Santo Pafre, el problema eres tú que te empeñas en ver malo lo que no lo es.
Claro que el problema no es ningún «Pafre» (sic), sino que usted padece una posesión demoníaca. ¿Cuándo piensa someterse a un exorcismo, farsante?
Dos pasos para adelante , uno para atrás.
El papa Francisco tampoco va a quitar el celibato. Lo ha dicho repetidamente.
¡Qué gran mérito! ¿Le he felicitado usted ya por tan gran esfuerzo? Por otro lado, lo de la «repeticiones» pontificias, que es algo habitual, no implica que no vaya a hacer algo, porque todos hemos visto cómo dice algunas cosas mil veces y luego hace, otras mil veces, justo lo contrario. O cómo critica de boquilla a obispos heterodoxos y luego, en la práctica, no sólo no los destituye, sino que los promociona.