José María Martínez Sanz, numerario del Opus Dei y ex profesor del colegio Gaztelueta ha publicado una nueva entrada en su blog en el que narra el periplo que atraviesa.
Chema Martínez ha publicado la carta que le ha enviado al Santo Padre. Decide hacerla pública porque según le han comunicado, el Papa Francisco no piensa recibirle hasta que termine el viciado y oscuro proceso al que el Vaticano somete a este laico. El único en el mundo que tiene un proceso canónico abierto. Se ve que para Francisco, la misericordia y la escucha que tanto predica, es solo para algunos o para determinados temas. Este no le interesa.
En la carta, el ex profesor de Gaztelueta le expone los motivos al Papa por los que le solicita una audiencia privada, por lo menos para poder defenderse ya que Francisco sí que ha escuchado a la otra parte. José María Martínez desvela en esta carta lo que InfoVaticana ya adelantó hace más de un año cuando el Vaticano decidió iniciar el juicio canónico: expulsarle del Opus Dei y dinero.
Les ofrecemos la carta íntegra publicada por José María Martínez en su blog:
Condenado antes de ser juzgado
Recientemente recibí una comunicación de la Secretaría de Estado Vaticana en la que se me informaba de que no podría entrevistarme con el Santo Padre y de que al terminar el proceso canónico que se me ha abierto —que desde mi punto de vista y el de muchos expertos en derecho es injusto y arbitrario—, se estudiaría esa posibilidad.
Ante la imposibilidad de llegar al Santo Padre, hago pública la carta que le he escrito porque estoy convencido de que, una vez que le llegue mi voz, comprenderá la sinceridad y urgencia de los argumentos que expongo. En la carta expongo mi principal preocupación estas semanas; al parecer, quienes impulsan este proceso están pensando ya en mi posible sentencia: la expulsión del Opus Dei.
Esta es la carta que he enviado al Santo Padre:
Beatísimo Padre:
Soy José María Martínez, exprofesor del colegio Gaztelueta, situado cerca de Bilbao (España). Le envió esta carta abierta ante la imposibilidad de entrevistarme con usted tras dos peticiones por escrito. Estoy convencido de que, si le llega este mensaje, atenderá mi ruego.
Como sabe, en 2015 fui objeto de una exhaustiva investigación canónica por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe –absolutamente excepcional, porque el derecho de la Iglesia no contempla esa actuación en relación con los fieles laicos–, que concluyó afirmando mi inocencia en un caso de supuestos abusos sexuales a Juan Cuatrecasas. La resolución, firmada por el cardenal Luis F. Ladaria SJ, entonces secretario de la Congregación, decía textualmente:
“Teniendo en cuenta que los delitos investigados no han sido probados, en consecuencia se debe restablecer el buen nombre y la fama del acusado, sin que proceda adoptar ulteriormente ninguna otra medida con relación a la citada persona”.
Después se inició un proceso civil con dos sentencias muy distintas: la primera, de la Audiencia Provincial de Bizkaia, me condenó a once años de cárcel. La segunda, del Tribunal Supremo español, que no tuvo acceso más que a la documentación del caso y a la sentencia previa, a dos; esta rectificación tan llamativa como excepcional impidió que fuera a prisión por unos hechos que no había cometido.
Posteriormente, en agosto de 2022 se inició un nuevo proceso canónico contra mí por alguna razón que desconozco. La tesis más probable —por lo que he oído a unos y a otros— es que, en la preparación de un programa de televisión en el que participaron usted, Jordi Évole, Juan Cuatrecasas y varios jóvenes más, a usted le conmovió el testimonio –conmovedor, pero falso– de su interlocutor y decidió abrir de nuevo el proceso. Comenzó entonces un itinerario —entiendo que guiado por sus asesores en derecho canónico— con patentes irregularidades jurídicas, contrarias a los más elementales derechos humanos: aplicación retroactiva de una ley penal, filtraciones a la prensa previas a las comunicaciones oficiales, o el hecho de que quien abre el proceso recibe a una de las partes y no a la otra, por citar sólo algunas.
Acabo de recibir una comunicación de la Secretaría de Estado del Vaticano en la que se me informa de que no consideran oportuno que hable con usted, algo que solicité por carta hace unos meses. No entiendo por qué a la otra parte se la recibe y se la escucha y yo no tengo ese derecho; por qué no puedo defenderme en igualdad de condiciones. Le escribo esta carta porque estoy seguro de que una injusticia tan grande no le puede dejar indiferente (si realmente estas líneas llegan a su conocimiento).
He dicho y siempre diré que soy inocente. Así lo han testimoniado también diversas personas de indudable honradez, tanto del ámbito civil como del eclesial. Me he defendido, he presentado recursos canónicos que solo se han respondido parcialmente (o no se han respondido) y desde la Signatura Apostólica en Roma se ha destituido a mis abogados, en los que vengo confiando plenamente desde hace mucho tiempo… ¡y después de que los aceptara el delegado papal, don José Antonio Satué al inicio del procedimiento! Ahora el delegado me ha citado para, según dice, retomar el proceso. Me cuesta comprender por qué —hasta donde yo sé— soy el único fiel laico del mundo al que la Iglesia juzga retroactivamente por un caso de abusos. Querría saber si voy a seguir siendo el único.
Me hubiese gustado decirle esto de palabra, pero no ha sido posible. No me fío de que las personas que le asesoran en esta cuestión le hagan llegar mi carta, porque lo que hasta ahora he visto de su comportamiento refleja una completa parcialidad a la vez que una evidente falta de valentía, pero no quiero dejar de intentarlo. Espero que alguna persona cercana y leal a usted y con verdadero amor a la Iglesia le muestre este escrito mío, y le ayude así a evitar una injusticia tan descomunal.
No me queda más remedio que recurrir de este modo a su Santidad después de denunciar que el delegado es parcial, y de que eso no parezca importar a quienes manejan los hilos del proceso. De hecho, la última noticia que me ha llegado por diversas fuentes y que veo refrendada por la última comunicación de la Signatura Apostólica a través de su delegado, es demoledora: ¡antes de que comience el juicio ya se conoce la pena que me quieren imponer quienes están impulsando más directamente este caso! Por diversos cauces que otras veces han acertado me ha llegado que se va a proponer que yo sea expulsado del Opus Dei y que Juan Cuatrecasas sea indemnizado con una elevada suma de dinero.
¿Comprende, santo Padre, que no entienda nada, que esté infinitamente decepcionado e indignado ante tantas injusticias y arbitrariedades? ¿Comprende la necesidad que tengo de hablar con usted? ¿Por qué no tengo yo los mismos derechos que la otra parte? ¿Por qué estoy condenado antes de comenzar el proceso? Insisto en que, como laico, no debería ser juzgado por las instancias eclesiásticas que lo están haciendo pero, además, le suplico que alguien me explique por qué yo –que no he cometido ningún delito– voy a ser expulsado del Opus Dei mientras que tantos otros católicos, culpables, con abusos a decenas de niños, no son obligados a abandonar sus diócesis o las instituciones a las que pertenecen.
Permítame que le diga, Santo Padre, que desde el principio de su pontificado he seguido con atención sus escritos y su ejemplo. Me conmovió su primer viaje a Lampedusa para mostrar su afecto a los inmigrantes. Me atraen mucho sus mensajes de misericordia y comprensión, su afán por hacer llegar el mensaje de Jesucristo a todas las gentes. He rezado y rezo por usted. En este momento tan duro para mí, acudo al Espíritu Santo para que le ilumine. Solo usted puede parar este despropósito y decidir con verdadera imparcialidad.
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Si yo fuera el ex-profesor de Gaztelueta mandaría a Satué, a la Signatura Apostólica y al Papa a hacer puñetas. Bastante ha tenido con comparecer por dos procesos judiciales en la justicia civil, como para tener que pasar por los interrogatorios de Satue y otros curas entrometiendose en el fuero interno de su conciencia en un proceso sin garant’ias.
Es raro que Francisco no le reciba, nada menos de quien presume ser la misma misericordia sobre la tierra, después de haber recibido a tanta gente que no merecían ni mirarle a los ojos…
Bergoglio, Vidal y Bastante: la misma banda de la soga que ya intentó sepultar entre rejas al párroco inocente Román. Lean el odio volcánico e incurable con el que trata Bastante a este numerario sin amparo («El pederasta condenado» una y otra vez) y lo comprenderán todo.
Alvar. Es que Dios sí es misericordioso. Bergoglio, que está por encima de Dios, puede hacer acepción de personas.
Cuide su alma y no pida cosas que le van a hacer mal, profesor…. Lo último que haría en mi vida es pedir esa audiencia… Váyase de España, sacuda sus sandalias, y vida nueva lejos y cerca de Nuestro Señor.
Coincido con muchos de los criterios que se exponen aquí.
El santo Padre, misericordioso por excelencia, no quiere recibir a Chema. Que raro?
Una misericordia parcializada completamente. Y además, resulta que los verdaderos pederastas han experimentado «compasión y tolerancia» de parte del Papa y de la Santa Sede y este laico lo quieren freir en aceite sacándolo de su familia. Vamos a ver los mesericordiosos como se portan. Y si el Papa recibe a esta víctima del chanchullo y locuras de algunos
Se nota su inocencia. Si fuera culpable, no escribiría todo esto.
Que no le quepa duda al Papa que, si hace un enjuague y no trate este asunto con la debida seriedad, las consecuencias de su decisión y las subsiguientes será muy lamentable para la Iglesia Católica pues aunque parezca una cuestión menor no lo es.
Podría dejar a la Inquisición en pañales.
José María, usted sabe que es inocente y punto, no espere conmiseración de quién ni es Padre ni es santo. Y si sus hermanos en el OD le dieran la espalda aún si fuera veladamente, sacuda el polvo de sus zapatos, y vaya dónde le crean, acepten y respeten. Pero recuerde que la principal aceptación y verdad tiene que estar en Vd. Con la ayuda de Dios la verdad brillará. Mucha fuerza!!
Dice la Biblia: «No serás parcial ni para favorecer al pobre ni para honrar al rico» (Lv 19,15) Pero Francisco es parcial y carece de misericordia, tal como se ve en el proceso del profesor Gaztelueta, que a pesar de ser inocente, está sufriendo una persecución injusta de parte de Francisco, que prefiere agradar al mundo, antes que hacer justicia.
En cuanto a ser expulsado del Opus Dei, más que un deshonor es un mérito, pues el actual prelado de la Obra está traicionando el carisma de San Josemaría con su seguidismo de Francisco.
La » cagaita» del último párrafo re la podrías haber ahorrado.
Ese afán suyo por descalificar siempre, sea el comentario que sea, venga o no venga a cuento
dice muy poco de su condición de sacerdote.
Es lo que en algunas ocasiones me hace dudar de que lo sea.
Un sacerdote no puede ser tan excluyente
JB: Insisto en lo dicho.
La jerarquía del Opus Dei de hoy, no es ninguna joya. Los dirigentes de la Obra apoyan explícitamente a Francisco, con lo cual están haciendo mucho daño a las almas.
Yo cancelé mi suscripción a la revista Omnes, cansado de ver como aplaudían a Francisco.
Y con esto no estoy atacando al Opus Dei sino censurando su actual directiva.
Y conste, además, que tengo un retrato de San Josemaría en mi despacho parroquial, pues le profeso gran devoción.
Sacerdote Católico, mi más sincera admiración y enhorabuena por usted.
No dejo de pensar en lo que le hicieron al sacerdote Jesusmary… Y, con noticias así, me corroe la conciencia de si debería de dejar de ser cooperador, o continuar siéndolo luchando contra este nefasto pontificado y contra el apoyo que le brinda el actual prelado
Gracias Kerygma.
No te da vergüenza usar términos tan típicos del enemigo como «excluyente»?
En cuanto a José María…,cuando alguien se dirige a un tirano y a un verdugo despiadado con la expresión «beatísimo padre»,ha tirado a la cloaca máxima lo último que le resta en este valle de lágrimas:El Honor!!!!
Justerini and Brooks
Decir cagaita, en realidad solo te descalifica a ti.
La actuación de Ocaríz, no solo constituye un fracaso humano previsible, sino que ademas es moralmente cuestionable. Como dijo Churchil a Chamberlain, que seguro que no sabes quien era, por evitar la guerra habeis caido en la infamia y al final tendreis infamia y guerra.
Es exactamente lo que le ha pasado a Ocaríz.
Por no actuar seriamente en defensa de la Fe y del Evangelio, tratando de maniobrar humanamente, para evitar el comisariamiento de Bergoglio, al final se han corrompido y han sido comisariados.
Si te van a ajusticiar que no sea por criminal, sino al contrario que sea a Gloria de Dios.
Me da mucha pena el OD, da la impresión de que son los nuevos jesuitas y Mons Escriva otro santo tristisimo alla arriba.
¡Libertad, absolución y reparación para el maestro inocente del colegio Gaztelueta, ya!
Todo mi ánimo y respaldo a José Maria Martínez. Es un caso de denuncia falsa de libro. Es indignarse la persecución que no se la hacen ni a los culpables confesos.
Ojalá el Beatísimo Padre le reciba, le de consuelo con su tierno cariño pastoral pontifício y le solucione el problema.
Y ojalá usted vaya a Lourdes y se le cure la ceguera y ese afán provocador que solo provoca bostezos. Es usted un troll de lo más aburrido y repetitivo.
Agiotista: que la misaericordia de este papa esté contigo toda tu vida.
Y ojalá que tú un día nos dejes en paz y no digas sandeces.
Este muchacho no entiende nada, están los ángeles sacándolo de Sodoma a los empujones antes que caiga el fuego del cielo y el nada, quiere volver a entrar cueste lo que cueste.
Los laicos ya no pertenecen al Opus Dei. No se le puede expulsar de un sitio al que no pertenece.
Eso es como si me dice que los socios del Real Madrid ya no son españoles.
Mira si puede pedir una indemnización civil por haber tramitado un procedimiento penal o administrativo sancionador sin las garantías de vidas según los derechos humanos procesales.
«…el Papa Francisco no piensa recibirle hasta que termine el viciado y oscuro proceso al que el Vaticano somete a este laico.»
Santidad, ¿usted no era el que predicaba que había que tener misericordia? ¿Y la misericordia a este señor inocente, qué? ¿Se ha olvidado de que es una de las muchas ovejas que piden auxilio a su pastor? ¿Hará usted oídos sordos una vez más?
Vergüenza debería darle… Si esque aún le queda un mínimo. Ojalá se acabe pronto su asqueroso pontificado.
Como cooperador del OD, no puedo estar más decepcionado con la deriva a la que le lleva monseñor Ocáriz… Aunque, gracias a Dios, son muchos ya sus miembros los que saben que este Prelado no es ni mucho menos un modelo a seguir.
Si San Josemaría levantase la cabeza…
No pidáis peras al olmo con Ocariz: se ve a la legua que no tiene muchas luces, el puesto le va grande. El siniestro es el argentino Mario Fazio, el que maneja los hilos en las sombras desde 2014, nombrado por el anterior seguramente para hacerle la pelota a Francisco. Siempre flota, a pesar de escribir en Clarín en 2010 que defendía «libertad, igualdad, fraternidad».
¡Bergoglio, inmisericorde y falseador de la realidad; mentiroso y postureísta; lobo y bobo!
Pero qué católico en su sano juicio quiere ser escuchado o ser justificado por Judas…?????
Yo le pediría audiencia pero para echarle agua exorcisada.
La única forma de que le diera cita sería percibiendose como una negra trans islamizada.
Los jesuitas que asesoran al Papa son unos genios. Ellos lo que van haciendo al Papa aprobar es:
Condenar sin juicio (Gaztelueta)
Absolver sin arrepentimiento (LTBI)
Administrar sin ser el propietario (Torreciudad)
Bendecir sin citar a Cristo (obispo de S. Luis en Argentina)
Hacer teología sin creer en Cristo (Spadaro)
Enseñar la Biblia sin creer en su verdad (Arturo Sosa)
Predicar la pobreza sin vivirla (piso de Londres comprado por el Vaticano)
Proclamar una Iglesia en salida y encerrar a los cristianos en sus casas (pandemia)
Proponer la acogida a migrantes y tener cerrado el Vaticano tras sus muros.
Etc, etc… ah, y promover la sinodalidad y en cambio enviar visitas fiscalizadoras a quienes aceptan la pluralidad de carismas, tal el Obispo de Toulon. Y la última, preparar un cónclave sin cardenales. Unos genios estos jesuitas.
Pido a todos oraciones por este pobre martir.
El Papa vuelca en él todos sus odios más profundos, odio jesuítico al Opus Dei junto con la envidia que le tiene por su apostolado sano y creciente en todo el mundo; odio al bonus odor cristi, que desprende; odio a la tradición y al magisterio; odio, incluso a España y los españoles. Pobrecillo, que mal va a acabar. Lo malo es que va a dejar la Iglesia para el arrastre, igual que esta su orden, los Jesuitas, que no tienen nada de católicos, ni de apostólicos, ni de romanos, ni de unos.
Pero por favor, recemos por este pobre hombre al que Francisco y toda su mafia vaticana están maltratando.
Un abrazo para todos!
Una bendición si lo echan de esa cloaca de arribistas herejes; ahora hasta se puede hacer catolico
Antes de juzgar, hay que oir a los 2 partes. Al profesor se el anularon los abogados (prevaricacion), se le volvio a juzgar de forma retroactiva (prevaricacion), se le juzga un tribunal eclesiastico al ser LAICO (otra prevaricacion).
Al supuesto afectado Cuatrecasas, se le recibio y se le escucho, y al profesor se le nego la audiencia, aunque Francisco recibe a Maduro, a Soros, al proabortista Clinton, a la monja follonera como el dice, y a una persona a la que se le esta destruyendo fisica y moralmente, no se le quiere escuchar.
Y encima se dice (a ver si es verdad), que lo quieren expulsar del Opus Dei. Bien, Papa Francisco, sigue asi, que tendras que dar cuenta a Dios, y ahi no valen tus imposiciones. Que verguenza.
Don José María Martínez es inocente. Y sobre él resuenan las palabras de Nuestro Señor: «Bienaventurados cuando os persigan y calumnien…»
Pero, ay de Francisco, que con su actitud se está granjeando una sentencia severa.
Y del Opus Dei ¿qué decir? Que nunca ayuda a sus miembros cuando tienen problemas, sino que se deshace de ellos con una actitud inmisericorde.
Tengo entendido que, al menos en el colegio Gaztelueta, creyeron en su inocencia. No sé en estos momentos si se habrán arrugado…
Muchos creemos en la inocencia de don José María Martínez y nos duele profudamente el calvario por el que está pasando. Pero esta no es la cuestión.
La verdadera cuestión en la sucesiva comisión de injusticias que claman al cielo, por parte del papa y de los obispos concernidos en el manejo de este caso. Son tan evidentes que solo se pueden negar con mala fe.
Me permito una digresión por analogía: tema Garabandal. Yo creo en las niñas videntes Conchita, Mari Loli, Jacinta y Mari-Cruz. Pero esta no es la cuestión. Cada uno es muy libre de creer o no. La cuestión es el cúmulo de injusticias cometidas sobre las niñas por parte de los sucesivos obispos de Santander (y sus «secuaces»), con absoluto desprecio de sus conciencias, inclusive con negación de la absolución si no se desdecían, dejación del deber de investigar los hechos, etc.
En un caso como en otro, Dios hará justicia.
El último párrafo es un asco. No necesita alabarle. Y el único que para la maldad es Dios, porque los hijos de Satanás sólo pueden sacar mal de su corazón, mientras el Creador se lo permite.
El profesor, víctima del capricho de una familia enquistada en el poder, y relacionada con la élite socialista y progresista que tanto está estropeando España y fomentando el ingreso descontrolado de varones jóvenes musulmanes en toda Europa.
El que está en la cúspide apoya y abraza esa élite.
Entiendo que pase lo que pase, no debería preocuparle que le expulsen del Opus Deí. Desde el 8 de agosto 2023, los laicos no pertenecen ya a la Prelatura, asimilada a una Asociación clerical en la que sólo se pueden incardinar clérigos. Los laicos ya no dependen ni jerárquica ni jurídicamente a la Prelatura, y su futura colaboración será libre y externa de acuerdo a unos estatutos que deberá aprobar la Santa Sede siempre conforme al Motu Proprio: «A partir del canon 265 y del artículo 6 de Ad charisma tuendum que el Santo Padre señala que el canon 295, § 1, relativo a los estatutos y al prelado, añade que la Prelatura personal se «asimila a las asociaciones clericales públicas de derecho pontificio con la facultad de incardinar clérigos» y que sus estatutos pueden ser «aprobados o emanados por la Sede Apostólica». También reitera que el prelado actúa «como Moderador, dotado de las facultades de un Ordinario».
También con el nuevo Motu Proprio se modifica el canon 296, relativo a la participación de los laicos en las actividades apostólicas de la Prelatura Personal. Se añade al canon la referencia al canon 107, que dice: “Los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de una Prelatura personal por medio de convenciones estipuladas con la misma Prelatura; el modo de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos relacionados con ella han de determinarse precisamente en los estatutos”.