El Papa valora positivamente el celibato sacerdotal en la Iglesia pero reconoce que es algo «que se puede quitar»

Papa Francisco
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Otra entrevista del Papa Francisco, en este caso a la televisión pública italiana.

«Nada se soluciona con la guerra. Nada. Todo se gana con paz, con diálogo», ha asegurado el Pontífice en alusión al conflicto que sacude a Oriente Medio. Sobre esta cuestión, el Papa ha insistido en que «en la guerra una bofetada provoca otra. Uno fuerte y el otro aún más fuerte y así sigue. La guerra es una derrota. Lo sentí como una derrota más. Dos pueblos que deben convivir. Con esa sabia solución: dos pueblos, dos estados. El Acuerdo de Oslo: dos estados muy limitados y Jerusalén con un estatus especial».

Para el Obispo de Roma, «el antisemitismo sigue oculto»  y sostiene que «es cierto que en este caso es muy grande pero siempre hay algo de antisemita y no siempre basta con ver el Holocausto que cometieron en la Segunda Guerra Mundial». Respecto a la situación en Ucrania, Francisco ha recalcado que «el pueblo ucraniano es un pueblo mártir, sufrió persecuciones durante la época de Stalin, que fueron muy dañinas. Es un pueblo mártir».

Inmigración

Sobre la cuestión migratoria, el Papa ha vuelto a recordar el libro de ‘Hermanito’ que «cuenta las crueldades de la migración». El Santo Padre ha pedido que «Europa debe ser solidaria con ellos, estos cinco países (Chipre, Grecia, Malta, Italia y España) no pueden acoger a todos y los gobiernos de Europa deben entablar un diálogo». Francisco propone como solución que «hay pequeños pueblos vacíos con diez, quince personas mayores y necesitan gente que vaya a trabajar allí».

La mujer en la Iglesia

Sobre la presencia de la mujer en la Iglesia, el Papa pone como ejemplo que «en el Vaticano hay más mujeres en el ámbito laboral, por ejemplo la vicegobernadora del Estado del Vaticano es una mujer, una monja, y la gobernadora tiene un rol más genérico pero ella es la que está a cargo. En el consejo económico hay seis cardenales y seis laicos, de estos seis laicos, cinco son mujeres».

Sobre la cuestión de la ordenación de mujeres El Pontífice señala que «hay allí un problema teológico, no un problema administrativo». El Papa ha insistido en que «desde el punto de vista teológico, ministerial, son cosas distintas: el principio petrino, que es el de jurisdicción, y el principio mariano que es el más importante porque la Iglesia es femenina, la Iglesia es novia, la Iglesia no es macho, ella es hembra. Se necesita una teología para entender esto y el poder de la Iglesia femenina y de las mujeres en la Iglesia es más fuerte e importante que el de los ministros masculinos. María es más importante que Pedro, porque la Iglesia es femenina. Pero si queremos reducir esto al funcionalismo, perdemos».

Celibato sacerdotal y homosexualidad

Sobre la cuestión del celibato el Sucesor de Pedro señala que se trata de «una ley positiva» aunque «no es una ley natural: los sacerdotes en las Iglesias católicas orientales pueden casarse y en cambio en las Iglesias occidentales hay una disciplina del siglo XII, creo, que comenzó con el celibato. Pero es una ley que se puede quitar, no hay problema. No creo que ayude. Porque el problema es otro. No ayuda».

Preguntado sobre la cuestión de las parejas homosexuales, el Papa dijo que «cuando digo todos, todos, todos, es la gente. La Iglesia recibe a la gente, a todos y no pregunta cómo eres. Entonces cada uno crece y madura interiormente en su pertenencia cristiana. Es cierto que hoy en día está un poco de moda hablar de esto. La Iglesia recibe a todos. Otra cosa es cuando hay organizaciones que quieren entrar. El principio es este: la Iglesia recibe a todos los que pueden ser bautizados. Las organizaciones no pueden ser bautizadas».