El Papa Luna, el último de los Papas de Aviñón del Cisma de Occidente, nuestro Benedicto XIII refugiado en Peñíscola, ha atraído la mirada de la inagotable misericordia vaticana, que busca rehabilitarle.
Judas, Lutero… Y el Papa Luna. El Vaticano ha solicitado documentación sobre Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna, y estudia rehabilitar su legitimidad después de que fuera nombrado hereje y ‘antipapa’.
La iniciativa parte del nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández. “Había enviado varios correos desde su nombramiento como prefecto y cardenal, y me ha solicitado que remitamos la documentación sobre el papa Luna para abrir el proceso de recuperar su figura”, señala el jurista aragonés José Javier Forcén, illuecano y gran defensor del Papa Luna, en El Heraldo de Aragón. Para Forcén, el aniversario de la muerte de Benedicto XIII (nacido bajo el nombre de Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor) debería aprovecharse para que se le retiren las condenas por hereje y se «reivindique su nombre como legítimo».
Se ha solicitado documentación a varias instituciones de Peñíscola y se quiere sumar el trabajo elaborado por el religioso aragonés Ovidio Cuella, que estudió su aportación al Vaticano.