El cardenal Raymond Burke, quien estos días ha vuelto a ocupar el foco mediático, ha concedido una entrevista al National Catholic Register para hablar de su libro sobre la Eucaristía.
En la entrevista con Edward Pentin, el purpurado sostiene que uno de los motivos por los que decidió escribir este libro fue «porque había visto a varios políticos católicos, que se presentaban y querían presentarse como católicos, promover programas legislativos contrarios a las enseñanzas de la Iglesia y hacerlo públicamente».
«Creo que ha habido una pérdida genuina de respeto al Santísimo Sacramento porque no se entiende que este es el Cuerpo de Cristo», asegura Burke. Debido a la falta de formación entre muchos cristianos, el purpurado ha recordado que cuando se está en pecado grave no se puede recibir la Comunión hasta que se confiese y haya sido absuelto y, por supuesto, eso incluye un firme propósito de enmienda.
La importancia de la confesión
Para prepararse mejor para recibir la comunión, el cardenal Burke recomienda la preparación para recibir hacer «examen de conciencia diario antes de acostarse y un acto de contrición. Hay muchos libros de oración muy útiles que tienen buenas instrucciones sobre el examen de conciencia, pero, fundamentalmente, se trata de los Diez Mandamientos, así es como una persona está lo más preparada posible para recibir la Sagrada Comunión».
El purpurado estadounidense recomienda en la entrevista la confesión frecuente, al menos una vez al mes o incluso mejor cada dos semanas. Además, animó también a confesar los pecados veniales porque ser negligentes con ellos «es la manera de involucrarse en pecados más graves».
«Me han dicho psiquiatras y psicólogos que la confesión, correctamente entendida y practicada, es una de las mejores ayudas para la salud mental (para la salud espiritual, obviamente, en primer lugar), pero también para la salud mental», asegura el cardenal.
Raymond Burke subraya en la entrevista que «al recibir la Comunión cuando no se es suficientemente digno, se comprende también que se está negando la vida eterna. El cardenal lamenta que «hay muchos que ya no creen en la vida eterna. Piensan que esta vida es todo lo que hay, y eso simplemente no es cierto».
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Mucha falta hace ese recordatorio. Hoy en día noentra ese tema en las homilías y es digno de admiración (o repudio) ver como al momento de comulgar se levanta toda la gente a hacer largas colas. O todos estamos en gracia de Dios o la cosa va muy mal…
Exacto.
Interesante comentario de Burke. Aunque parezcan nociones básicas es cierto que se han perdido de vista conceptos como éste de la presencia real. Los sermones humanistas han dejado de lado las catequesis que por arduas que parecieran, son muy necesarias. Tantos años de teología alemana han hecho verdaderos estragos y uno de ellos es la actual ignorancia de muchos fieles. De nuevo, son los que son los responsables, sí bien no parecen tener sentimiento de culpa alguno.
En realidad, no es la cantidad de años de la teología alemana, sino de tantos años del fraude del último concilio.
Sí, porque aquí en España poco tenemos que ver con los alemanes, y la cosa se ha desmadrado demasiado…
Es que como es Concilio, muy pocos hablan mal de él. Otra conquista de los enemigos.