La FSSPX contesta a la Conferencia Episcopal de Panamá

Padre Ezequiel María Rubio, Superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X para América Central y el Caribe Padre Ezequiel María Rubio, Superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X para América Central y el Caribe
|

Hace unos días que los obispos de la Conferencia Episcopal de Panamá emitieron un comunicado en el que rechazaban la presencia de la FSSPX en territorio panameño.

Los obispos panameños justificaron su comunicado en aras de «defender la unidad de la Iglesia universal». Pues bien, en defensa de tal unidad, los prelados panameños «notifican al Pueblo de Dios que la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) fundada en 1970 por Monseñor Marcel Lefebvre, no está en plena comunión con la Iglesia católica; por lo que los fieles católicos deben abstenerse de asistir a sus cultos».

Este comunicado ha provocado la reacción del Padre Ezequiel María Rubio, Superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X para América Central y el Caribe que ha respondido a los obispos de Panamá con este comunicado:

La Fraternidad Sacerdotal San Pio X, es una Congregación plenamente Católica, Apostólica y Romana, más allá que no tenga, aunque le corresponda según el derecho, una constitución jurídica definida, sin que por esto, obste a aquello, y sobre la cual, no pesa ninguna pena canónica. Para aquel que está ajeno a la realidad eclesial, el “Comunicado” tiene visos de credibilidad, sin embargo, encierra el defecto de permanecer, en todas sus advertencias, ausente al problema real que subyace en la Iglesia y que es ineludible, a saber, el de una crisis muy grave y permanente, acentuada en los últimos sesenta años y favorecida por el Concilio Vaticano II, que afecta a la Iglesia Universal.

Una crisis que tiene múltiples formas y ámbitos, así, pues, tanto en el orden doctrinal, con sus desviaciones y errores, puesto que se ha alejado de la auténtica profesión de fe, en la que pululan las herejías y privilegiando el ecumenismo y la libertad religiosa, en detrimento del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo; en el orden moral, por el relativismo y la moralidad de circunstancias, el olvido de pecado y sus exigencias de reparación, la bendición de matrimonios homosexuales; en el orden litúrgico, por las reformas que tocaron todos los sacramentos, sin excepción, para adaptarlos a las nuevas exigencias ecuménicas; sobre todo, el rito de la Misa que ha sufrido una transformación y asimilación pavorosa a un rito de sabor protestante; por las ceremonias llenas de fantasías, de innovaciones, de aberrantes inculturaciones, cuando no, de ritos paganizantes, indigenistas o reuniones ecuménicas; y, por fin, en el orden sacerdotal, por una innegable crisis de identidad y de santidad de vida.

Pero, lo que hace que esta crisis sea aún más grave es que procede y es alentada directamente por la máxima autoridad: son los papas postconciliares, todos sin excepción, quienes la han fomentado y agravado y, ha constituido, lo que se llama, un estado de necesidad dentro de nuestra Santa Iglesia.

Esto significa, precisamente, que los fieles católicos, aunque tienen derecho a recibir de Ella la enseñanza de la fe y de los sacramentos, ya no pueden hacerlo en el contexto habitual de las parroquias y, en general, en el contexto eclesial postconciliar, ya que este último está viciado por errores liberales que no le permiten acceder a los sacramentos tradicionales, poniendo en juego la misma salvación eterna de sus almas. Ante esto, y recordando que todas las leyes canónicas y todo el aparato jurídico está dirigido al bien, estas no pueden constituir un obstáculo cuando, en un caso excepcional, la misma obediencia a la jerarquía debe llevar a profesar el error y cometer el mal.

Habiendo recordado estas nociones, volvamos al comunicado. Ahí se afirma, implícitamente, la validez de los sacramentos administrados por nosotros, sin embargo, explícitamente, pretende su “ilicitud o ilegitimidad”. «Válidos» pero «ilegítimos». ¿Qué encierran estos términos? La validez, mira a la existencia y eficacia de un sacramento. Así, pues, para bautizar, se necesita que el agua se derrame sobre la cabeza del bautizado, diciendo las palabras establecidas. La legitimidad, mira al cumplimiento de una ley. Si se habla de «legalidad» (término más genérico), hace relación a una ley positiva; si, de «legitimidad«, indica conformidad con una ley moral, y sinónimo de bondad.

Pasar por un semáforo en rojo es una violación del código de circulación, pero quienes transportan a una persona herida, pueden hacerlo en virtud de un principio superior, convirtiendo su acto en bueno y legítimo.

Por lo tanto, ante un estado grave de necesidad amparados en el mismo derecho canónico, cuyo canon 1752, orientado al bien común de la Iglesia, afirma que “la suprema ley de la Iglesia es la salvación de las almas”, y el canon 840, recordando que los “sacramentos, son para la santificación de los hombres”valida y “lícita -legítimamente”, podamos no solo administrar los sacramentos, sino también, establecer un lugar de culto, cosa que hemos hecho, en Balboa, con el beneplácito de Nuestro Superior General de la Congregación, esperando contar, algún día, con el del Ordinario del lugar; un “Faro de la Tradición”, puesto bajo la advocación de Nuestra Madre Santísima, la “Stella Maris”, la “Estrella del mar”, cuya feligresía es cada vez más numerosa y cuyas puertas -si bien muy humildes- están y estarán abiertas para recibir a los fieles católicos, de buena voluntad.

Súmesele, secundariamente, en nuestro beneficio y, en contra partida al comunicado, que, como habían católicos que tenían un cierto temor o escrúpulo en conciencia de acercarse a nuestros sacramentos, el Papa Francisco, en el año 2015, llamado de la misericordia, nos concedió explícitamente la facultad de confesar y de levantar la pena canónica de excomunión por el aborto, facultad extendida en el 2016, sine die, mediante el documento “Misericordia et Misera” y, al año siguiente, el 27 de marzo del 2017, las delegaciones para las bendiciones matrimoniales.

Para concluir, bástesenos recordar que el Motu proprio del Papa Benedicto XVI, “Summórum Pontificum”, no hizo sino hacerles tomar conciencia a los sacerdotes que podían rezar la misa de siempre, puesto que ésta nunca había sido abrogada. No obstante, en Panamá, a pesar de las cartas y de los petitorios firmados por centenares de fieles dirigidos al obispo del lugar, nunca se le dieron curso ni respuesta alguna, tampoco.

Entonces, éstos, con pleno derecho, “por el estado de necesidad”, recurrieron a nuestra Fraternidad para que viniera a darles los sacramentos en su rito bimilenario y canonizado por los romanos pontífices, en particular, por el Papa San Pio V, quien, con una bula a perpetuidad, “Quo Primum témpore”, afirma que todo sacerdote pueda celebrarlo sin incurrir, en el fuero interno, en pecado alguno y, en el externo, en ninguna sanción canónica, mas allá del Motu proprio del Papa Francisco, “Traditionis custodes”, restrictivo del anterior, pero que no nos afecta sino de un modo indirecto, ya que, por una parte, nuestra misma Congregación fue aprobada por Roma, en 1970, con la exclusividad del rito de San Pio V y, por la otra, en consecuencia, es mucho anterior al mismo Motu Proprio del Papa Benedicto XVI, que tampoco, directamente, nos afectó.

Quiera Dios que esta, nuestra respuesta, sirva para entender la razón de ser y el apostolado que ejerce la Fraternidad, se nos vuelvan a abrir las iglesias y las casas de retiros espirituales que, para nosotros cerradas están y podamos ser recibidos por el Ordinario del lugar, que hace dos años no lo hemos dejado de intentar, mas allá que, en todo lugar, hoy no se escucha hablar sino de apertura, acogida y “Sinodalidad”.

+Padre Ezequiel María Rubio,
Superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X para América Central y el Caribe

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
21 comentarios en “La FSSPX contesta a la Conferencia Episcopal de Panamá
  1. El Padre Ezequiel María Rubio acierta en su comunicado al recordar que la FSPX es plenamente católica. Y yo añadiría, aún más católica que la conferencia episcopal panameña y que muchos de los que pululan por el Vaticano.

      1. ¿Y a quién le interesa lo que usted agregaría? Usted, primeramente, conviértase a la fe católica. Y si se aburre, póngase a hacer crucigramas o a ver la tele, en vez de trollear en sesión continua y perseguir a Sacerdote Católico y Sacerdote mariano.

  2. HOY SE CUMPLE UN AÑO DEL INICIO BLASFEMA IDOLATRIA SIN HABER REPARACION

    Hoy exactamente un año, el CELAM, junto a la Conferencia Episcopal de Panamá, en un simposio que duro 5 días en “Monte Alverna” sitio de retiros de la Arquidiócesis de Panamá, 3 cardenales, entre ellos José Luis Lacunza, el Felipe Arizmendi, junto a obispos, sacerdotes, chamanes, cometieron la abominación y apostasía contra Dios, su Iglesia, contra todos los fieles católicos de Panamá, con adoraciones a la Pachamama, el dios sol, la madre tierra, el uso del popol vuhl en vez de la biblia.

    Se les pidió cuentas mediante una carta JAMAS CONTESTADA, ningún sacerdote panameño alzo su voz, con esta blasfemia le han abierto las puertas al demonio en Panamá!

    Irónicamente, quienes realizaron esa apostasía aborrecida por Dios por blasfema, son los mismos obispos que firman un comunicado “que hace aguas por todos lados”, un hazme reír de cualquier sacerdote medio instruido.
    Hace un año… https://infovaticana.com/20

        1. Carmen L:
          Mil gracias por su amabilidad en responder, aunque no veo ninguna referencia a la adoración a Pachamama de la que habla P. Atanasiu.

      1. Si en vez de trollear, soltar majaderías y perseguir a los sacerdotes que comentan en esta página, se leyese las noticias, a lo mejor se enteraría: tiene las referencias en la noticia de hace seis días (6), titulada «Carta abierta a los obispos panameños en defensa de las actividades de la FSSPX: ‘No son cismáticos'». Y, además, lo puede encontrar a través de cualquier buscador de Internet en otras páginas (que cuando se trata de calumnias a sacerdotes u obispos ortodoxos, bien que lo encuentra usted sin ayuda).

  3. Como siempre el Pater Ezequiel da una respuesta directa, concisa y dando una lección de Doctrina y Fe a los obispos panameños. Aclara las inexactitudes e informaciones a medias que se revelaron en ese comunicado. Gracias a la FSSPX por guardar la Fe y llevarnos por el camino de la salvación.

  4. Sinceramente la Fe Católica está en la FSSPX. Doy gracias a Dios por haberla conocido. De no ser así creo que hubiese perdido la Fe. Animo a todos a acercarse a ella. Son un faro, una bendición. Apoyemos y ayudemos a la FSSPX. Es lo único que va a quedar en pie.

    1. Recuerdo cuando entré por primera vez en un templo de la FSSPX, en particular, en la capilla de Santiago Apóstol en Madrid. La arquitectura de dicha capilla es peor que espantosa: hierros retorcidos como si fuesen alambradas de un campo de concentración, una imagen oxidada coronando la puerta de entrada que tiene una mala pinta de la que me callo el adjetivo… pero una vez dentro de la misma capilla, todo cambió: agua bendita (¡Cuánto tiempo llevaba sin verla en mi parroquia!), el confesionario funcionando a toda máquina media hora antes de la celebración, los sacerdotes con sotana de riguroso negro, los fieles rezando el rosario arrodillados, el rito seguido al milímetro, sin desviarse a izquierda o derecha, la gente vestida con modestia y decoro…la impresión que me asaltó fue: ¡Aquí todo está en orden!¡He vuelto a casa, he vuelto a la Iglesia!. Nunca encontré una homilía en la que me hablasen de política, de ecologismo o de migracionismo, Sólo Dios y salvación del alma.

  5. Gracias Señor Misericordioso, por haberme permitido acceder a la FSSPX , arca donde pude reiniciar mi vida de Fe Esperanza y Caridad, a pesar de mis pecados. Gracias Santisima Madre Corredentora por brindarme un priorato de la FSSPX que me es accesible. Gloria Dios.

  6. No entiendo las acusaciones al concilio , y a » los papas postconciliares, todos sin excepción…. »
    Gravisimas acusaciones calumniosas .

    1. ¿»Acusaciones» al concilio? ¿De qué «acusaciones» y, sobre todo, de qué concilio habla usted? Si se refiere a alguno ecuménico, en la Iglesia ha habido veintiuno (21) en total (aunque el último haya sido raruno por ser el único no doctrinal), aparte de usted mismo, la única vez que aparece en esta noticia la palabra «concilio» (nadie más la ha empleado, por lo que difícilmente alguien ha podido hacer «acusación» de ningún tipo, pese a su afirmación) es en la frase:

      «…crisis muy grave y permanente, acentuada en los últimos sesenta años y favorecida por el Concilio Vaticano II, que afecta a la Iglesia Universal»

      Pero, ahí lo único que se hace es describir un hecho histórico. Si usted no ve ninguna crisis, me temo que su problema no es sólo cosa del oftalmólogo: negar la realidad para así ajustarla a sus malos deseos, y ver una primavera primaveral en pleno invierno nuclear, parece algo bastante más grave que simple miopía o cataratas.

  7. No es cierto que todos los Papas postconciliares ( excepto Francisco) y que el Concilio Vaticano II hayan avalado la bendición de parejas homosexuales. Eso es una calumnia.
    No meta todo en la misma bolsa para justificar su actitud y postura en la Iglesia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles