Hace unos días informábamos de que el ex presidente de la Conferencia Episcopal francesa sería sancionado cuando termine la visita de Francisco a Marsella.
Esa condena ya ha llegado según medios franceses y es cuanto menos curiosa. Jean-Pierre Ricard, arzobispo emérito de Burdeos, reconoció públicamente que «hace 35 años, cuando era párroco, me comporté de manera reprobable con una joven 14 años de edad. Mi comportamiento necesariamente causó serias y duraderas consecuencias para esta persona».
El medio francés La Croix ha tenido acceso a esta sentencia en la que se confirma que el cardenal Jean-Pierre Ricard fue suspendido permanentemente –por el dicasterio para la doctrina de la fe– de todo ministerio público. Excepto en la diócesis donde reside, en este caso la de Digne. Esto significa que el purpurado, quien recientemente cumplió 79 años, sigue siendo sacerdote y cardenal.
«Entre las sanciones impuestas al cardenal, según informa La Croix, nada se refiere a su alta dignidad cardenalicia, a sus derechos y prerrogativas que, en cambio, le fueron arrebatadas al cardenal Angelo Becciu, antes de un proceso regular y garantizado e incluso antes de una sentencia», apunta Il Sismografo. En el caso Becciu, el Papa hizo todo él mismo: acusaciones, investigaciones, juicio y quizás pronto, antes de fin de año, incluso la sentencia o el indulto, lo que aumentaría su carisma de hombre de misericordia.
El cardenal Ricard ya no tiene derecho a ejercer su ministerio sacerdotal de cara a los fieles. Ahora sólo podrá celebrar misa en privado, solo o en presencia de otra persona.
Sin embargo, la sentencia romana prevé una amplia excepción, ya que no se aplica en la diócesis de residencia del cardenal Ricard, donde puede continuar ejerciendo el ministerio público con el acuerdo del obispo local, se detalla más adelante. “El cardenal Ricard vive de manera completamente retraída, es lo suficientemente inteligente como para comprender que debe ser discreto”, dicen desde el arzobispado de Marsella a La Croix.
Contactado por el medio francés, el cardenal Jean-Marc Aveline no quiso comentar sobre la sentencia del dicasterio para la doctrina de la fe.
Por su parte, el obispo de Digne, monseñor Emmanuel Gobilliard, ha sido muy claro: “No estoy de acuerdo con que el cardenal Ricard celebre por el momento en la diócesis de Digne, ya se lo dije, espero que la sanción se aplique también aquí». Por su parte, el cardenal Ricard asegura que quiere vivir lo que se le pide “más que comentarlo” y no quiere “generar ni alimentar ninguna controversia”.