Así explica Quintana Paz la infalibilidad papal

Quintana Paz neocatólicos Miguel Ángel Quintana Paz
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El filosofo Miguel Ángel Quintana Paz ha querido resolver uno de los grandes temas que causa confusión a muchos católicos: ¿puede el Papa equivocarse? Veamos.

Así es como abre el meló el director de ISSEP Madrid: «Lo hemos visto mil veces: El papa dice algo cuestionable, o netamente erróneo. Sale buena parte del tuíter católico a explicar que es que en realidad no lo entendéis, no contextualizáis, o ¡según una interpretación alambicada todo está en orden! Creo que es una táctica errada».

«Es una táctica errada porque no conozco a nadie a quien hayan convencido esas interpretaciones sofísticas. Insultan a la inteligencia. Y presuponen un error clave: que la Iglesia cree que el papa nunca falla al hablar. No es así. La infalibilidad es otra cosa. El papa es falible», explica el filósofo.

Además, Quintana Paz argumenta que «también es errada la táctica de ‘Uy, no hables de ello, tápalo, no se note’. No, no se trata de ir señalando cada fallito en modo tiquismiquis. Mas sobre asunto serios es bueno, si el papa (o quien sea) difunde algo erróneo, contrarrestarlo con la verdad. Debe amarse la Verdad».

En ese sentido, subraya que «la dinámica ‘tapa lo malo para no dañar la imagen de la Iglesia’ ha demostrado tener efectos mefíticos. Los abusos fueron terribles en sí, pero se multiplicaron al intentar taparlos (trasladando a los abusadores a otras parroquias v.g., donde tendrían nuevas víctimas para abusar)».

«Es normal que esas dinámicas de ocultación repugnen a la conciencia moral de cualquier humano. El único modo que tiene la Iglesia de purgar el inmenso daño que han causado esas dinámicas, antes demasiado habituales, es abandonarlas. Nunca más. Apostar por la verdad sin más», sostiene el académico.

Para Miguel Ángel Quintana Paz, «la verdad que necesita ser contada en este caso (y que no se ha transmitido bien) es que el catolicismo: No defiende que el papa sea infalible, sino solo en casos contados. No defiende que el papa sea santo ni sabio. No hay que aceptar, pues, todo todito cuanto diga el papa».

«Cuando un papa se mete en la refriega política (y p. ej. Julio II se empeña en conquistar Cesena o Francisco se empeña en hablar de política argentina o nombrar a jueces kirchneristas para cargos a los dos días de las elecciones de su país) es perfectamente válido oponérsele», agrega.

El filósofo afirma que «el Espíritu Santo no mueve cada palabra ni cada acto del papa, porque el papa puede pecar y el Espíritu no peca; puede fallar y el Espíritu no falla. El papa es un hombre libre, como todos, y puede obedecer al Espíritu o no. Este asiste al papa, pero también a cada ser humano».

Es por ello que menciona al final del hilo explicativo los tres casos que según el Concilio Vaticano I el Papa es infalible: Según el Catecismo (891) debe cumplir 3 condiciones: 1) Hablar en nombre de la Iglesia, no personalmente. 2) Afirmar que lo que dice no es cambiable. 3) Hablar de fe o moral.

Por todo ello, no se es peor católico si no se está de acuerdo con determinados nombramientos de Francisco o por si no compartes sus alabanzas a controvertidos jesuitas o si no entiendes las decisiones que toma a la hora de gobernar la Iglesia de puertas hacia dentro.