El arzobispo Viganò lanza una asociación para «ayudar a los sacerdotes y los religiosos víctimas de las purgas bergoglianas»

Viganó
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El ex nuncio apostólico en Estados Unidos sigue adelante en su batalla personal contra el Papa Francisco.

Viganò ha lanzado una asociación de carácter internacional llamada “Exsurge Domine”. El arzobispo explica en la presentación des esta asociación que «la Iglesia está atravesando una crisis muy grave, reflejo de la de los gobiernos civiles: quienes ocupan puestos de poder se han mostrado enemigos de la institución que supervisan y del pueblo sobre el que ejercen su autoridad».

Para Viganò, «esta acción subversiva lleva a quienes no están dispuestos a aceptar la traición a convertirse en objeto de persecución: al igual que los médicos que optaron por atender a los enfermos durante la pandemia fueron expulsados de la Orden y privados de sus salarios, los sacerdotes y religiosos que no se adecúan a la revolución bergogliana son expulsados de las iglesias, despedidos de los conventos y dejados sin medios de subsistencia».

«Y lo que más desconcierta es que las persecuciones a los buenos se multiplican impunemente precisamente mientras quienes las llevan a cabo se muestran conciliadores e “inclusivos” con los enemigos de la Iglesia: herejes, pervertidos y corruptos siguen en sus puestos, es más, son promovidos y alentados en el pecado y el vicio por los mismos a quienes Cristo ordenó proteger al rebaño de los lobos depredadores», denuncia el arzobispo en el manifiesto de la asociación.

También critica que «en el maravilloso mundo de Santa Marta, los conventos y las casas religiosas van a ser vendidos para hacer de ellos complejos turísticos o convertirlos en lucrativos centros de acogida; o, más banalmente, sirven para compensar las indemnizaciones multimillonarias que las diócesis deben pagar a las víctimas de sus clérigos corruptos y el agujero financiero resultante de la desafección de los fieles».

El arzobispo carga contra lo que denomina «la persecución del Vaticano»  en donde «los protegidos de Bergoglio dominan impunemente- se manifiesta también en acciones disciplinarias que violan las leyes de la Iglesia y la finalidad misma para la que tienen legitimidad: no se pueden contar los casos de comisariatos de diócesis y comunidades religiosas, inspecciones intimidatorias, Visitas Apostólicas pretextadas, destitución de obispos, suspensión a divinis y reducción al estado laical de sacerdotes que sólo se equivocan al no querer apostatar de la Fe católica».

El ex nuncio papal en Estados Unidos cita casos recientes como el del monasterio benedictino de Pienza, en Italia, y del monasterio carmelita de Arlington en Texas. Carlo María Viganò sostiene que «son la confirmación de una voluntad deliberada de distorsionar y destruir los últimos vestigios del catolicismo por parte de la cúpula de la Jerarquía».

«Con este fin se constituyó, bajo mi patrocinio personal, la Asociación Civil Exsurge Domine, cuyo fin social es prestar asistencia, apoyo y ayuda material a clérigos, religiosos y laicos consagrados que se encuentran en condiciones económicas y logísticas particularmente difíciles; defender la Tradición inalterada e incorruptible de la Fe Católica; preservar y promover la liturgia tradicional; estimular el estudio y la profundización teológica y cultural del inmenso patrimonio religioso, histórico y artístico del cristianismo; favorecer ocasiones de diálogo y encuentro entre las diversas asociaciones, experiencias o grupos que actúan en el ámbito de la Tradición perenne de la Iglesia católica”, añade el arzobispo.

Para dar a conocer la asociación ‘Exsurge Domine’, han puesto en marcha un sitio web – www.exsurgedomine.org y también han lanzado un vídeo en español para presentar esta organización apadrinada por Viganò.

«En este espíritu de verdadera fraternidad cristiana y de renovada unidad en el vínculo de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad, podemos dar un ejemplo edificante a nuestros hermanos perseguidos, una advertencia a los pastores infieles, una esperanza a nuestros hijos: sólo serán sacerdotes santos, fieles al Evangelio y enamorados de Cristo quienes reconstruyan lo que durante demasiado tiempo hemos dejado demoler», concluye la nota del manifiesto fundacional.