El cardenal y arzobispo de Boston, Seán Patrick O’Malley, ha sido denunciado por negligencia en un caso de abusos sexuales presuntamente cometidos hace más de diez años por el exdirector de un colegio católico.
Según publica el diario ‘Boston Herald’ el abogado Mitchell Garabedian, que ha representado a víctimas de abuso sexual del clero durante décadas, dijo el lunes que presentó una demanda civil en nombre de las tres presuntas víctimas de abuso sexual infantil contra O’Malley, el obispo Robert Deeley y el obispo Peter Uglietto por negligencia.
Tres presuntas víctimas de abuso sexual afirman que el ex subdirector de la Escuela Secundaria Católica de Arlington agredió a los adolescentes la década pasada. Alegan que Steven Biagioni abusó sexualmente de ellas cuando era subdirector y administrador de Arlington Catholic. El presunto abuso sexual tuvo lugar en la escuela secundaria desde aproximadamente 2011 hasta 2016, cuando las víctimas tenían entre 15 y 17 años.
“Dado que los años del presunto abuso sexual son recientes, es evidente que la Arquidiócesis de Boston y la Iglesia Católica aún permiten el abuso sexual de niños inocentes”, dijo Garabedian en un comunicado.
Un portavoz de la Arquidiócesis de Boston dijo el lunes que generalmente no comentan sobre litigios activos. “Dicho esto, entendemos que algunas de las alegaciones en esta demanda se señalaron a la atención de Arlington Catholic High School en 2016 y se informaron a las autoridades policiales y de bienestar infantil correspondientes en ese momento como parte del compromiso continuo de Arlington Catholic de brindar un ambiente seguro para los jóvenes en la escuela”, agregó el portavoz de la Arquidiócesis de Boston.
El cardenal O’Malley y su lucha contra los abusos
El cardenal capuchino forma parte del Consejo de Cardenales que asesora al Papa Francisco en el Gobierno de la Iglesia desde 2013, y desde 2014 preside la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, organismo que recientemente abandonó el jesuita Hans Zollner por falta de transparencia y «obstáculos» en la ayuda a las víctimas.
Durante los últimos años ha sido la persona de los papas para afrontar el grave problema de los abusos a menores en la Iglesia. Célebre por sus políticas de tolerancia cero, es conocido que cuando llegó a la sede metropolitana vendió el palacio episcopal para poder hacer frente a las reclamaciones millonarias por abusos sexuales y se trasladó a vivir a una habitación más en el seminario de Boston. En realidad ocupaba dos, una como dormitorio y otra como estudio.
Cuando llegó a Boston pidió que se contactase a todas las víctimas para decirles que le gustaría visitar personalmente a cada una para pedirle perdón. Habló con varios cientos, y elaboró una lista de más de mil nombres, sin apellidos, para Benedicto XVI, quien rezaba nominalmente por esas personas. Poco después, en 2008, organizó un encuentro en la nunciatura de Washington entre Benedicto XVI y bastantes victimas de abusos.
El cardenal definió la ganadora del Oscar 2016 a la mejor película, Spotlight, como “una película importante para todos aquellos que han sido golpeados por la tragedia de los abusos sexuales cometido por el clero”.