El líder de los obispos alemanes socava la unidad y desobedecerá a Roma: su diócesis bendecirá parejas homosexuales

Georg Bätzing Concilio Vaticano II
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El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania y obispo de Limburg, Georg Bätzing, sigue adelante con su plan de romper con Roma a base de declaraciones contrarias a la fe católica.

En una entrevista publicada por la propia diócesis que él pastorea, el obispo habla sobre el polémico Camino Sinodal alemán, la bendición de parejas homosexuales o el diaconado femenino, del cual también se muestra partidario.

Sobre el camino sinodal, Bätzing confirma que «llegó a su fin con la quinta asamblea general, pero está lejos de terminar. Porque ahora las resoluciones tienen que ser implementadas y las preguntas que tienen que ser aclaradas a nivel de la iglesia mundial tienen que ser llevadas a Roma».

El líder de los obispos alemanes argumenta que «gran parte de las recomendaciones de acción y textos básicos que se han decidido en el camino sinodal no afectan el nivel de la Iglesia universal» aunque al mismo tiempo alerta de que «la decepción surgirá si no pasa nada», es decir, si esos documentos sin ninguna validez queda en eso, en nada.

Bendición de parejas homosexuales y papel de la mujer

Otra de las preguntas que le plantean al obispo es si en su diócesis habrá bendiciones para «parejas del mismo sexo o parejas cuyo matrimonio se había roto y que vivían en una nueva pareja». A lo que Bätzing contesta lo siguiente: «Sí, habrá celebraciones de bendición para las parejas que no quieren o no pueden casarse en una iglesia y pedir la bendición de Dios para su pareja actual. Esto es lo que prevé el texto de acción consensuada del camino sinodal. La tarea que queda por hacer es un buen folleto litúrgico-pastoral para este tipo de celebraciones, que exprese lo especial de este deseo y lo que la Iglesia ofrece y al mismo tiempo deje claro que una celebración de bendición no puede ser un matrimonio o una sacramento. Aquí está el límite».

A pesar de la conocida negativa del Vaticano a bendecir parejas homosexuales, el presidente del episcopado germano  asegura que «como obispo, quiero apoyar a aquellas parejas que piden tal bendición para encontrar el servicio deseado de los agentes pastorales. Este tipo de celebraciones ya existen. Y estoy agradecido por eso».

Por otro lado, el obispo de Limburg ha remarcado que apoya «con convicción personal el voto del camino sinodal para impulsar intensamente el diaconado de las mujeres – y sobre la cuestión de una posible admisión de mujeres al sacerdocio en la iglesia mundial para no cerrar el puertas, sino cerrar los argumentos teológicos para sopesar cuidadosamente los argumentos a su favor».

No podemos perder de vista que aunque estas opiniones sean las predominantes en amplios sectores de la Iglesia alemana, no podemos olvidar a los católicos alemanes que desean mantenerse fieles a la verdad y al Magisterio de la Iglesia y el sufrimiento por el que están pasando al ver como sus pastores siguen empeñados en ir de cabeza al precipicio.

Por ello, resulta sorprendente que a pesar del pulso público que Georg Bätzing mantiene con Roma siga en su cargo como obispo y presidente de la Conferencia Episcopal alemana sin consecuencias.