Santiago Martín, el Papa y la ‘política de gestos’

Santiago Martín Santiago Martín
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El sacerdote y periodista español Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María, dedicó su último editorial en vídeo a reaccionar a las declaraciones del obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck, en el sentido de que son los católicos que estamos en contra de las conclusiones del camino sinodal alemán quienes tenemos que plantearnos si no estaremos situándonos fuera de la Iglesia.

Para Martín, Overbeck y sus hermanos en el episcopado alemán viven en la ‘postverdad’ al pretender que el Papa está de su parte cuando, dice el sacerdote español, lo cierto es que les ha contradicho en repetidas ocasiones.

Siento un enorme aprecio y respeto por don Santiago, a quien conozco personalmente y que ha bautizado a uno de mis hijos, pero me planteo si tiene razón en este aspecto.

Santiago Martín aduce en apoyo de su tesis -que el Papa se opone a las innovaciones de los alemanes- el caso de la diócesis de Paderborn, donde se ha tratado de aplicar la doctrina de participación de los laicos y el Vaticano se lo ha prohibido.

Según informa ‘The Tablet’, semanario especializado en información religiosa, esta diócesis eligió por sorteo a catorce católicos laicos que se unirían a los catorce miembros del cabildo catedralicio para seleccionar una lista de candidatos que el cabildo presenta al Papa. El 12 de abril, recibieron una carta del preboste de la catedral, Joachim Göbel, en la que se les informaba de que, para garantizar la legalidad de la elección episcopal, el Vaticano no podía permitirles participar en ella. El nuncio papal en Alemania, el arzobispo Nikola Eterovic, fue el encargado de trasmitir el mensaje del Vaticano, que había sido «absolutamente claro» al respecto, según subrayaba Göbel en su carta.

Sin embargo, me permito sugerir que una golondrina no hace verano, y que el caso podría quedar en pura anécdota (no sería la primera vez) o responder a motivaciones particulares al caso que se nos escapan, no una ‘enmienda a la totalidad’.

Plantearía la posibilidad de que Su Santidad no ‘hable’ exclusivamente con la palabra, por otra parte no siempre clara. Y la noticia con la que abrimos hoy Infovaticana –la incorporación de laicos con voz y voto en el sínodo de la sinodalidad, este sí de la Iglesia Universal- va exactamente por el camino que indica Overbeck: que el Papa respalda grosso modo las principales conclusiones del camino sinodal alemán.

De hecho, el propio Martín urgía con comprensible vehemencia a Roma en un editorial anterior a que rompiera su silencio ante el abierto desafío alemán, y su silencio ante lo intolerable de la situación debería hacerle reflexionar si no tendrá razones el de Essen, incluso si yerra en última instancia, en deducir que Francisco no ve las innovaciones que llegan de Alemania con malos ojos. No pretendo que sea así: pero afirmo que no faltarían indicios para pensarlo.

Por ejemplo, los norteamericanos tienen un dicho muy significativo y que viene perfectamente al caso: ‘personnel is policy’, es decir, los nombramientos que hace un superior indican claramente por dónde quiere que vayan las cosas. Y los nombramientos, ceses y promociones que ha hecho Francisco plantean un panorama, cuando menos, problemático.

Una gran crisis de este pontificado llegó con la revelación de que el factotum de la Iglesia norteamericana durante décadas, el ‘hacedor de obispos’, arzobispo emérito de la capital, Washington, el excardenal Theodore McCarrick, llevaba toda su carrera abusando de seminaristas y jóvenes sacerdotes. Francisco habló entonces de “tolerancia cero”. E inmediatamente promocionó a toda la ‘cotterie’ de íntimos de McCarrick: Farrell, Cupich, Gregory y Joseph Tobin.

Ha hecho cardenal a McElroy, obispo de San Diego, no siéndolo su superior, el arzobispo de Los Ángeles, en un caso bastante notorio por lo anómalo. Y McElroy ha expresado recientemente en la revista America opiniones heterodoxas, exactamente en el mismo sentido que los obispos alemanes. El Papa tampoco ha dicho una palabra contra esto.

Francisco no acaba de llegar al solio pontificio. Lleva ya más de una década, y es razonable que podamos sacar conclusiones sobre la dirección en la que van, no ya sus mensajes verbales, sino también sus ‘gestos’, sus decisiones y, en no menor lugar, sus silencios.

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Comentarios
30 comentarios en “Santiago Martín, el Papa y la ‘política de gestos’
  1. Para el Padre Santiago Martín, los malos son los alemanes, y el bueno es el Papa, que segun él, está solo, mal asesorado, manipulado, tergiversado, etc. Para el P. Martín, diga lo que diga y haga lo que haga Francisco, siempre está bien, porque el Papa siempre tiene la razón. Semejante postura es la de un sectario que manifiesta una adhesión incondicional al líder, pero esa no es la actitud del buen católico, pues dice la Biblia: «Si alguien, incluso un ángel del Cielo, os predica un evangelio distinto, sea anatema» (Gal 1,8-11)
    Contrariamente a lo que afirma Santiago Martín, los silencios, ambigüedades y errores de Francisco, confirman que es parte fundamental del problema.

      1. Bergoglio no está en el origen de los males, pero les da pábulo, conversa con ellos, los promueve. Tergiversa las palabras es maestro de la confusión y del engaño, para unos y para otros. Este sí es un Papa al que habría que sacar del sepulcro para arrojar su cadáver al Tíber. Cuanto antes. Se avecina un cambio de religión y un cisma. No de los alemanes, sino como aventura d. Santiago Martín, un cisma católico contra este cristianismo New age que viene y al que le sobran Dt 8, las palabras del Señor en el evangelio, las cartas de S Pablo, el latín, Aristóteles, Sto Tomás, S Agustín, la naturaleza humana y dos de los sentidos de la Misa. Cuando esto estalle, yo ya sé de qué lado estaré.

      2. La verdad es q muchos buenos católicos no saben ya cómo justificar a Bergoglio en lo injustificable. Hay q aceptar q es una desgracia como Papa, como lo fue Ante como obispo, q con su maldad y cortedad está haciendo mucho daño a la Iglesia. Él es el responsable de lo Q está pasando

    1. Yo creo que el padre Santiago Martin también habla entre lineas y si nos fijamos no solo de sus comentarios sino de lo que comenta, sabremos que es prudente al hablar pero manda el mensaje que quiere enviar. Algo así como el Papa frente a la doctrina, así actúa él frente al Papa. creo que es prudente y sabe jugarsela politicamente par apoder seguir haciendo el bien sin ser censurado o callado pero al buen entendedor pocas palabras y no creo que sean del agrado del Papa sus editoriales, solo que no se deja coger desprevenido y al igual que el Papa nadie le.puede acusar directamente de faltar al respeto al superior (o el Papa a la doctrina dado que manda mensajes entre lineas para entendedores pero en apariencia es relativamente ortodoxo)

  2. El Padre Santiago Martín no es tonto. Sabe eso de sobra, y, de hecho, para dar veracidad a algunas de las noticias de este medio, suelo contrastarlas con los comentarios de fin Santiago. Lo que sí es cierto es que lo que dice no cae en saco roto, llega al Papa. Santiago Martín ama a la Iglesia más que a su vida y es sagaz… no acorrala al papa, le deja una salida para que se retracte o para que se retrate. Trata al Papa como hay que tratarlo: como a un adolescente. Si lo acorralas por completo lo has perdido para siempre. Si le dejas una escapatoria, cuando vea que sus ideas son absurdas, volverá por ese hueco que ha dejado… aunque el orgullo del padre Martín quede un poco lastimado.
    Hay pocos sacerdotes que entiendan ciertas cosas por no tener hijos, por eso sacerdote mariano aprieta tanto, pero el Padre Santiago sí las entiende y es que Pedro es Pedro, y aunque sea idiota, es Pedro.
    Por cierto, sacerdote mariano hace unas paellas espectaculares.

    1. Totalmente de acuerdo con lo expuesto en su comentario. El P. Santiago Martín no es, ni tonto, ni pusilánime y envía, entrelíneas, unos mensajes que, si llegan a Francisco, no le deben gustar mucho; aunque como le ataca, no pueda «misericordiarle»

    2. Creo que ha descrito usted de forma excelente la estrategia del padre Martín. Personalmente, he sido más duro con él, a pesar de que su «actualidad comentada» siempre suena en mi casa y por eso me ha sorprendido tanto la conclusión a la que llegó don Santiago. Pero hay una manera de saber quien de los dos se halla en lo cierto y es ver si su santidad aprovecha esa «salida» que se le da a un adolescente acorralado o no. Apuesto a que no.

  3. El padre Santiago Martín no está totalmente de acuerdo con el Papa , de hecho lo critica veladamente en muchas ocasiones. A mi juicio, es uno de los pocos que analiza fielmente la situación actual de la Iglesia. Puede que peque un poco de ingenuo al querer otorgarle al Papa un voto de confianza respecto a su postura frente al sínodo alemán, que para muchos está más que clara pese a los avisos del Vaticano contradiciendoles. Santiago Martín no es tonto, y creo que tampoco es ingenuo, pero sabe cómo mantenerse. En una palabra, tal y como están las cosas hay que saber nadar y guardar la ropa.

    1. Esta situación de ‘papismo’ exculpando a Francisco es también conducta en el Opus Dei. Insisten en la lectura de Amoris Laetitia en clave de continuidad cuando el Papa ha ido de la ambigüedad a la afirmación de una novedad rupturista. Tanto al Opus como al excelente padre Santiago Martin hay que decirles ‘…es el Papa …’

  4. El padre Santiago Martín me ha ayudado a reforzar mi conocimiento de la fe, solventando de forma sencilla, pero muy sólida, algunas de las dudas que tenía. Debo decir que, gracias a Dios, siempre fueron dudas resueltas en la misma dirección que mi limitado y pecador discernimiento me había sugerido, pero bueno, es un sacerdote que acomete una labor didáctica meritoria y que aporta luz entre tanta confusión.

  5. El padre Santiago Martín no tiene un pelo de tonto, sabe que es Francisco quién propicia a los alemanes y a los herejes. Pero cree que hace un bien a la Iglesia y al papa si carga contra los pupilos herejes de Francisco, marcando el camino ortodoxo a Francisco poniéndole de víctima
    La actitud correcta es la de san Pablo meneando a san Pedro, y no echando la culpa a los judíos o sus asesores como hace Santiago Martín. Si sufres por la Iglesia, disciplinate, cilicio, ayunos a tu barriga, pero no me intentes meter el dedo por el ojo cargando las culpas sobre quiénes son solo peones del jefe, neoconia a tuttiplen, heey Julio Iglesias

    1. Por decir usted: «hey Julio Iglesias» me he dado cuenta de que lo conozco. A ver, conozco a uno que se llama Oscar que dice eso, también tradi. Es ya mucha coincidencia.
      A ver, adivinanza: soy el que se quedó de los dos que llegaron una vez, y del que sí fue, ya sé que se fue. Yo nunca me hubiera ido. Creo.
      A «Quien como Dios» también lo conoce y lo conozco, que yo sepa sigue en el mismo sitio.
      Aquí donde estoy no viene ya ni el tato. Y no me gusta eso. No entiendo nada.

  6. Ya no tiene un pase el P Santiago Martín con sus patéticas argumentaciones pro-Bergoglio. 10 años lleva Bergoglio de desastre en desastre y es él mismo el que elige a los asesores que luego hablan contra la doctrina católica (y él mismo tampoco deja oportunidad para tirar dardos contra la Tradición, por ejemplo).

    Haciendo un símil según las absurdas argumentaciones de Martín ¿Entonces es que era Hitler un socialista tontito y cándido que cometía crímenes porque los de alrededor le asesoraban mal? ¿Es eso lo que nos quiere decir este sacerdote, que los que mandan son siempre buenos y si son malos es porque los de alrededor son los malos, no ellos? ¿Pensará esto mismo de Satánchez, que lo hace todo bien con toda la mejor voluntad, pero tiene alrededor a muchos malos podemitas,?

    Ya está bien de tomar el pelo a la gente…

  7. Recientemente el Vaticano ha prohibido que los obispos alemanes sean escogidos por laicos, también por medio del Dicasterio Defensa de la Fe les prohibió bendecir a LGTBI; el cardenal Marx recientemente dejó su puesto de asesor del Papa; demasiadas acciones contra el Camino Sinodal Alemán, que contradicen que el Papa Francisco sea un defensor de él.

  8. En mi opinión, las retorcidas componendas de Santiago Martín a favor de Francisco, no son astucia ni crítica velada al mismo, como algunos arguyen, sino expresión de la confusión en la que ha caído el padre Martín. Él ve y denuncia el mal más evidente (que es el de los alemanes), pero no es capaz de ver que toda esta situación la auspicia Francisco. Y el apoyo inquebrantable del padre Santiago hacia el argentino, induce a que muchos católicos presten su adhesión a Francisco y se dejen contaminar por sus múltiples errores.
    Precisamente por esto, considero que Francisco, Santiago Martin, o el prelado del Opus Dei, D. Fernando Ocáriz (por citar otro ejemplo), hacen más daño a los fieles, que los obispos alemanes, pues a los germanos se les ve de lejos, pero éstos, expanden el error de forma subrepticia.

    1. El padre Santiago Martín siempre fue así, es un problema de fondo, en el fondo es liberal, como lo es el Opus y Oscariz. Para Santiago Martín el mejor papa de la historia fue JP2, el primero que se atrevió al escándalo de Asís.

    2. Francisco es el zorro en palabras de Cristo a Herodes. Es un maestro del cinismo que sabe como manejar la abulia del pueblo desactivado por 60 años de modernismo eclesial. Pero el padre Santiago nos quiere convencer de que el zorro, hace las cosas sin malicia, que jamás se le ocurriría cazar una gallina, eso nunca, lo malo es que al zorro lo han pillado infinidad de veces dentro del gallinero, pero el padre Santiago ha dicho que no lo agobiemos, que no le peguemos un par de tiros, que va, que el solo se dará cuenta de que comerse una gallina o a 24 está muy mal, que si lo dejamos tranquilo encontrará el camino de salida y dejará a los Tradicionalistas en paz, y efectivamente, tenia razón Santiago al fin el zorro encontró la salida con el sínodo parlamentario en forma de la gallina mas lustrosa en la boca. Y ha superado en infamia a los sinodales alemanes. Dicen que cuanto mas nos agachamos mas se nos ve el culo. Pues eso.

  9. Mi enorme respeto por el padre Santiago Martín y por lo acertado de sus análisis, especialmente sobre el aquelarre sinodal teutónico, no me impide ver que las conclusiones que extrae de todo esto son, no digo erróneas, sino disparatadas. Afirmó don Santiago que el silencio del papa se debe a que ningún obispo, ni siquiera los ortodoxos africanos, ha dicho nada tras las bufonescas conclusiones de los prelados germanos. Porque el silencio de Roma es atronador y se debe, siempre según don Santiago, a que como ningún obispo dice nada, el papa no se siente apoyado y por eso tampoco dice nada. Así pues, tras un concienzudo y acertado análisis de las acciones del episcopado alemán, para evitar un comentario negativo hacia su santidad, realiza un comentario negativo sobre todos los obispos del orbe católico por callarse y dejar sólo al papa. Pero aún profundiza más en su conclusión al preguntarse por qué no dicen nada los obispos, pero esto lo dejo para el siguiente comentario.

  10. Es bastante sencillo lo que sucede con este sacerdote.
    El sabe perfectamente lo que es bueno y lo que es malo.
    Viene dando vueltas y vueltas , justificando a J.B desde hace 10 años.
    Si no estuviera J.B diría Si Si No No.

    Pero no tiene coraje.

    Sería mejor su silencio, qué hay otros que si han tenido coraje como el Arzobispo Vigano.

    Han dicho bastante el cardenal Muller y el cardenal Burke.

    Recientemente el arzobispo Aguer , se ha animado a denunciar a J.B con pelos y señales.

    Este sacerdote no tiene estrategia, no es tonto y lo que tiene es miedo, se nota su maniobra , y cree que la gente es tonta.

  11. Algunos catolicos, por principio, han decidido que no se debe juzgar al Papa, de hecho en la Iglesia católica no hay ningún tribunal que pueda hacerlo.
    Pienso que el Papa si debería estar sujeto a Derecho, es decir a algunas leyes establecidas por la Iglesia como infranqueables, y sujeto a juicio en el caso de traspasarlas, pero en la iglesia no existe esto, asi que es como si nadie le pudiera juzgar.
    Otra cosa es defender la Fe, que es lo que podemos hacer todos, para defender la Fe, no hace falta atacar ni juzgar a la persona, solo los hechos, y como muchas veces estos no estan del todo claros, y no son del todo conocidos, hay que intentar hacerlo con prudencia y humildad.
    El Padre Santiago Martin es un experto en este arte tan dificil, le admiro profundamente, y aunque no este de acuerdo con todas sus conclusiones, pienso que sabe describir muy bién los problemas de la Iglesia.

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