El obispo Schneider justifica la ‘desobediencia’ a las restricciones a la Misa Tradicional

Athanasius Schneider
|

El obispo Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana, en Kazajstán, ha alentado a los sacerdotes y católicos a mantener su asistencia a la Misa Tradicional pese a las restricciones, alegando que acatarlas sería “una falsa obediencia” que perjudicaría a las almas.

“El Papa no tiene el poder de abolir la Misa tradicional”, recordó Schneider durante la sesión de preguntas y respuestas, que forma parte de la reunión mensual que realiza la Cofradía de Nuestra Señora de Fátima. La razón es que se trata de “una propiedad, un tesoro de toda la Iglesia, de todos los santos, de la Iglesia de todos los tiempos”.

La Misa tradicional no nació del Concilio de Trento, advirtió Schneider, sino que es anterior a él. “Debido a la edad tan venerable y al uso constante y perenne de este orden de la Misa por parte de tantos santos y generaciones de católicos, y de casi todas las naciones católicas, el Papa no tiene poder para abolirlo por las buenas”, dijo. “Igual que el Papa no tendría el poder de abolir el credo apostólico y sustituir el credo apostólico con una nueva fórmula, y prohibir al mismo tiempo el uso del credo apostólico. Lo mismo puede aplicarse al orden de la Misa: es una fórmula de uso y antiguo”.

En respuesta a si un sacerdote tiene el poder de continuar ofreciendo la Misa tradicional a pesar de las numerosas restricciones, el obispo Schneider respondió que un sacerdote puede hacerlo en “buena conciencia”.

“Porque aquí estará obedeciendo a la Santa Madre Iglesia, esta es una obediencia mayor que hacer una obediencia equivocada”, afirmó. “La orden de un Papa que evidentemente está dañando el bien espiritual de la iglesia, no la podemos obedecer. Sería una falsa obediencia cooperar con algo que evidentemente está dañando el bien espiritual de las almas y de toda la iglesia”.

También llamó a los católicos a ver el pontificado actual a la luz de la larga historia de la Iglesia, señalando que “el Papa Francisco no es eterno: su pontificado también está limitado por el tiempo”.