El blog Messa in Latino ha publicado un nuevo rescriptum ex audientia de Francisco, fechado el 13 de febrero y que ha confirmado hoy el Vaticano.
Dicho portal proporciona una imagen de este nuevo documento que estaría a la espera de que se haga oficial por parte del Vaticano. En él, el Papa suprime los privilegios de «alojamiento» de cardenales, jefes de dicasterio, presidentes y similares.
«Con audiencia concedida a Caballero Ledo, Prefecto de la Secretaría de Economía, el 13 de febrero de 2023, el Santo Padre, para hacer frente a los crecientes compromisos que la Santa Sede va asumiendo para el cumplimiento del servicio de la Iglesia Universal y de los necesitados, pide que se destinen y reserven mayores recursos a la Sede Apostólica aumentando también los ingresos por la gestión del patrimonio inmobiliario de la siguiente manera», se lee en el rescriptum.
Francisco establece que «suprime ex tunc cualquier disposición que prevea el disfrute (uso de alojamiento gratuito o ventajoso) por cardenales, jefes de dicasterio, presidentes, secretarios, subsecretarios, ejecutivos y equivalentes, incluidos los auditores y equivalentes, del Tribunal de la Rota de Roma, de los bienes propiedad de las Instituciones y Organismos Curiales que se refieren a la Santa Sede incluidos en la lista adjunta al Estatuto del Consejo de Economía, incluidas las Domus».
El Santo Padre también establece la prohibición de que «todas las entidades entreguen a los sujetos antes mencionados la denominada «contribución de alojamiento» o contribuciones similares con el fin de compartir los gastos de alquiler o alojamiento».
Además, francisco apunta que «las Instituciones propietarias deberán aplicar a los sujetos anteriores los mismos precios aplicables a los que no tengan oficina en la Santa Sede o en el Estado de la Ciudad del Vaticano». Cualquier excepción a esta norma deberá ser autorizada directamente por el Papa.
La medida no tiene efectos sobre las facilidades ya concedidas en la fecha de su entrada en vigor y, por tanto, los contratos estipulados con anterioridad continuarán hasta su vencimiento natural, pero solo podrán ser prorrogados o renovados respetando lo ahora establecido, sin perjuicio de las renovaciones obligatorias establecidas por ley o por contrato.
Esta nueva medida económica de Francisco que afecta al bolsillo de cardenales y otros miembros de la Curia, llega casi dos años después de aquel mes de marzo del 2021 cuando el Papa sacó la tijera y recortó un 10% de los salarios a los purpurados y un 8% a los jefes y secretarios de los dicasterios.
