Los que arrojan sopa a obras de arte, los que bloquean carreteras en hora punta, los que se pegan a paredes y calzadas con cola o cemento: el cardenal Christoph Schönborn de Viena les comprende a todos y ve legítimos sus atentados pacíficos.
Quizá sus métodos no sean los más adecuados, opina Schönbor en declaraciones al Kronen Zeitung, pero el hecho de que los ecologistas señalen que sus preocupaciones afectan a todos es «completamente legítimo».
«Comprendo plenamente a quienes están extremadamente preocupadas y me sorprende lo insensibles que todavía somos en este tema», asegura Schönborn. “Los viejos ya no lo experimentaremos. Pero los chicos tendrán que vivir con eso». Con qué tendrán que vivir exactamente no lo especificó Su Eminencia. A lo que parece, se trata de un nuevo dogma que el prelado acoge con fe conmovedora.
A juzgar por el documento preparatorio del sínodo de la sinodalidad, el sacerdocio femenino, la licitud de la sodomía o el celibato sacerdotal son cuestiones debatibles en el seno de la Iglesia, objetos de ‘diálogo’ y de ‘atenta escucha’. No así el Cambio Climático, que cubre multitud de pecados, como imponer al resto de la comunidad las ideas más extremas. Quien dude de eso, sea anatema.