El cardenal Hollerich, presidente de COMECE (Comisión de Conferencias episcopales de la Unión Europea) ha escrito una carta dirigida a Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
«Seguimos con tristeza y preocupación la situación en Nicaragua, y la persecución a la que está siendo sometida nuestra Iglesia y algunos de sus miembros en dicho país en los últimos tiempos, en particular, nuestro hermano en el episcopado Monseñor Rolando Álvarez, así como los sacerdotes Ramiro Tijerino, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, el diácono Raúl Vega González, los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno, y el camarógrafo Sergio Cárdenas, víctimas todos ellos de acusaciones falsas», escribe el purpurado en su misiva.
Un tono que hasta ahora no se había escuchado por parte de Roma. Como nos tiene acostumbrados el Vaticano en estos últimos años, guardan distancias con aquellos conflictos en los que se ven perjudicados miembros de la Iglesia en pro de salvar las relaciones diplomáticas con aquellos países, como está ocurriendo con Nicaragua o China.
Hollerich afirma en la carta que «los últimos acontecimientos, incluidos los cierres de emisoras de radio católicas, las obstrucciones policiales para acceder a las iglesias y otros actos graves que perturban la libertad religiosa y el orden social justo muestran el agravamiento de una situación iniciada años atrás».
«En medio de tan adversas circunstancias, resultan admirables y no pasan desapercibidos los testimonios de compromiso con nuestra fe en el Evangelio y el bien común social de nuestra amada Iglesia en Nicaragua. Su fidelidad al mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y su entrega por el bien del prójimo es un vivo ejemplo y modelo a seguir en tantas otras situaciones de persecución que, desgraciadamente, se multiplican por diversas partes del mundo», agrega el cardenal de Luxemburgo.
El presidente de COMECE asegura que «nos unimos a la voz que clama por la injusticia a la que están siendo sometidos nuestros hermanos en Nicaragua y exigimos su inmediata liberación».
«No dude de que como COMECE haremos todo lo que está en nuestra mano ante las Instituciones Europeas para su liberación y para que se promueva la libertad, el estado de derecho, la justicia y la democracia en su amado país. Pedimos a la Purísima Inmaculada Concepción de El Viejo, patrona de Nicaragua, que interceda por su Iglesia y el pueblo nicaragüense, para que éste sea guiado por la senda de la paz y del bien común», concluye la carta del cardenal Hollerich.
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Y la condena del PAPA FRANCISCO, PA CUANDO?
Ni está ni se le espera, lamentablemente.