Javier Martínez, arzobispo de Granada, presenta la renuncia

Arzobispo de Granada ley trans
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El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, cumple hoy 75 años por lo que ha presentado su renuncia al gobierno de la archidiócesis de Granada.

Una renuncia, que se espera que sea aceptada prácticamente de inmediato por parte del Papa Francisco y ocupe su lugar Gil Tamayo, quien desde hace unos meses es arzobispo coadjutor de Granada.

Javier Martínez se despide pidiendo perdón

«Con motivo del cumplimiento de los 75 años de nuestro arzobispo y de acuerdo con lo que pide la disciplina de la Iglesia, Don Javier ha presentado en los últimos días al Santo Padre su renuncia al ejercicio del ministerio episcopal como arzobispo de Granada», reza el comunicado del arzobispado.

La archidiócesis de Granada afirma que «cuando el Papa acepte esa renuncia, automáticamente D. Javier pasará a ser arzobispo emérito de Granada y D. José María Gil Tamayo, hasta ese momento arzobispo coadjutor, pasará a ser de pleno derecho el arzobispo de la diócesis. En los casi tres meses que lleva con nosotros, ya ha dado testimonio vivo de su entrega pastoral y de su disponibilidad plena a esta querida diócesis de Granada».

«D. Javier considera un privilegio haber servido al pueblo santo de Dios en Granada todos estos años; considera que el pueblo cristiano de la diócesis es una realidad bellísima y conmovedora, sostenido como está por la presencia siempre misericordiosa de Cristo, especialmente en la Eucaristía, y por la intercesión de Nuestra Señora la Virgen de las Angustias y de tantas otras advocaciones con las que la Virgen es venerada en nuestra diócesis», se lee en el comunicado.

El arzobispo ha querido agradecer «de todo corazón las innumerables ayudas a su ministerio, así como los testimonios de comunión y de amor a la misión de la Iglesia, que ha recibido en estos años, y especialmente de tantos presbíteros y personas consagradas, así como de fieles cristianos laicos que han entregado su vida para dar a conocer a Cristo y la alegría del Evangelio al mundo».

Por último, monseñor Javier Martínez aprovecha esta ocasión «para pedir perdón por todos sus límites y por los pecados que haya podido cometer en estos años de ministerio, y se reafirma en su amor a esta Iglesia y a la Iglesia católica, y en su comunión plena, en su fidelidad y en su obediencia al Papa Francisco, cabeza de la Iglesia y principio de unidad en la fe y en la caridad para todos».