En un comunicado publicado este martes, el Prefecto del Dicasterio para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet, ha confirmado que demandará a la mujer que le acusó el pasado mes de agosto de cometer abusos.
El purpurado canadiense está padeciendo en sus propias carnes otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la Iglesia en estos últimos tiempos: las denuncias falsas. En este caso, el cardenal Ouellet ha tenido la suerte de contar con el apoyo incondicional del Papa Francisco desde el primer momento. No todo el mundo, ha tenido la suerte. En numerosos casos, hemos visto como la presunción de inocencia ha sido pisoteada sin piedad y si no, que le pregunten al cardenal Pell.
“El 16 de agosto de 2022 – se lee en el texto de la demanda judicial del cardenal Marc Ouellet – se hicieron en mi contra afirmaciones infundadas sobre supuestas agresiones sexuales, en el marco de una Acción colectiva en Quebec contra la Corporación Arzobispal católica de Quebec y el Arzobispo católico de Quebec”.
“En un comunicado del pasado 19 de agosto – subraya además el cardenal – negué firmemente esas afirmaciones infamantes y difamatorias hechas injustamente contra mí”.
“En efecto – se lee en la demanda – como ya indiqué, nunca he realizado los gestos que me atribuye la demandante. Por otra parte, tras una investigación previa, el Papa Francisco consideró que no había elementos suficientes para emprender contra mí una investigación canónica por agresión sexual”.
“Tras haberme asegurado previamente de proteger el anonimato de la demandante obteniendo una orden a tal efecto, emprendo hoy una acción judicial por difamación ante los tribunales del Quebec, a fin de demostrar la falsedad de las afirmaciones hechas contra mí y de restablecer mi fama y mi honor”, subraya asimismo el cardenal Ouellet.
El prefecto del Dicasterio para los Obispos resalta: «Nunca he tenido gestos o comportamientos reprensibles como los que se han atribuido a otros miembros del clero afectados por la mencionada demanda colectiva. Esta asociación inapropiada, hecha intencionadamente y ampliamente difundida para conseguir fines impropios, debe ser denunciada».
El cardenal Ouellet reafirma: “Está claro que las víctimas de abusos sexuales tienen derecho a una justa reparación por los daños que han sufrido. Me hago cargo de su sufrimiento y les reitero mi sincera compasión. Su derecho a la justicia no se ve cuestionado por mi actuación jurídica que es, sin embargo, dolorosamente necesaria para defender la verdad, mi fama y mi honor”.
El texto concluye: «Por otra parte, toda eventual compensación financiera que pudiera recibirse en el marco de este procedimiento será donada íntegramente a favor de la lucha contra los abusos sexuales sufridos entre las Poblaciones Autóctonas de Canadá».
El apoyo de Francisco al cardenal Ouellet
Para el Papa Francisco «no hay elementos suficientes para abrir una investigación canónica por agresión sexual del cardenal Ouellet contra la persona F». Así lo manifestó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en una declaración sobre el asunto de las acusaciones formuladas por una mujer contra el prefecto del Dicasterio para los Obispos relativas a hace más de diez años, cuando era obispo de Quebec.
Sobre este caso, dijo Bruni, el Papa había confiado una investigación preliminar al padre jesuita Jacques Servais, «cuya conclusión fue que no hay elementos para iniciar un proceso contra el cardenal Ouellet por agresión sexual».
El Pontífice, decía el comunicado, había consultado entonces de nuevo al padre Servais, que confirmó su posición con estas palabras: «No hay ninguna razón fundada para abrir una investigación por la agresión sexual contra por la persona F. por Card. M. Ouellet. Ni en su informe escrito enviado al Santo Padre, ni en el testimonio vía Zoom que recogí posteriormente en presencia de un miembro del comité ad hoc diocesano, esta persona aportó una acusación que pudiera proporcionar material para tal investigación». De ahí la decisión del Papa.
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Muy bien hecho. Con o sin apoyo del pontífice, a una denuncia falsa se responde con otra en el juzgado.
Supongo que el sr. Cuatrecasas estará preparado para cuando el sr. Martínez haga lo que le corresponde.
La fama y el honor….. Deberia preocuparse más por su santidad de vida. Santa Teresa llega a Duruelo muy de mañana, cuando fry Antonio de Jesús estaba barriendo la puerta de la Iglesia. «¿Qué es esto, Padre?», le pregunta la Madre, «¿qué se ha hecho de la honra?». A lo que contestó: «Yo maldigo el tiempo que la tuve».