Cada día que pasa, más purpurados siguen sumándose en todo el mundo a las críticas sobre la evidente y triste deriva del camino sinodal alemán.
En este caso, el cardenal y arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha roto su silencio y ha cargado contra los obispos alemanes.
Rouco Varela ha participado recientemente en el Curso de Actualización de Derecho Canónico ‘Aspectos canónicos de la Curia Romana según la constitución apostólica Praedicate Evangelium’ celebrado en la Universidad de Navarra, donde afirmó que “para valorar y aprovechar la nueva constitución apostólica hay que leerla a la luz de las grandes constituciones del Concilio Vaticano II”.
En su mensaje afirmó que considera muy acertado que el Santo Padre haya animado a leer y estudiar esas mismas cuatro constituciones conciliares del Vaticano II (Dei Verbum, Lumen Getium, Sacrosanctum Concilium y Gaudium et Spes) para preparar el Gran Jubileo de 2025 ‘Peregrinos de la esperanza’.
Mons. Rouco Varela señaló que el derecho en la Iglesia siempre responde primero a verdades teológicas y luego a objetivos pastorales. En este sentido, explica que la Constitución Apostólica ‘Praedicate Evangelium’ tiene unos horizontes muy definidos “por la palabra misión y evangelización”, tal y como los ha concebido el papa Francisco desde el inicio de su pontificado.
Además, según el cardenal español, no ve “ninguna novedad radical” en ella, sin embargo, sí que destaca como relevante todo lo relativo a la administración de los bienes temporales de la Iglesia, cuya remodelación estructural considera que es “más clara y provechosa” en esta nueva normativa. En este caso Rouco Varela no parece percibir como «novedad radical» la incorporación de laicos y mujeres a puestos de la curia o el cambio de Dicasterio del Opus Dei, institución a la que pertenece Rouco, de los Obispos al del Clero.
El camino sinodal alemán, “una superestructura que no nace del corazón de la Iglesia”
Por otro lado, preguntado por una posible solución del camino sinodal alemán, señaló que éste se ha situado fuera del ordenamiento canónico, por lo tanto, “tiene un defecto de forma”, como así lo comunicó el Papa: “Es más una superestructura que una realidad que nazca del corazón de la Iglesia. Solo que ha tenido una gran acogida en el mundo por las corrientes sociales imperantes. Se ha potenciado desde fuera incidiendo y teniendo efectos dentro. Esto pone de manifiesto que la fe es luz y que tenemos que hacer examen de conciencia y tomarnos la santidad más en serio, porque nos hemos dejado ganar en gran medida por las corrientes materialistas”.
En ese sentido, se mostraba positivo ante este hecho y lo ilustraba con un pasaje del Apocalipsis: “La gran batalla para la salvación del mundo está resuelta desde el principio, porque el triunfo del resucitado es definitivo y nadie lo puede superar. El poder del demonio no va a vencer a la resurrección, pero hay que luchar la batalla, hay que completar la Pasión de Cristo, como dice San Pablo”.
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Corroboro sus palabras Monseñor, pero pregunto:
¿Cuando metía las narices en los Tribunales Canónicos, lo hacía dentro del ordenamiento?
¿Porqué se mantiene en secreto y oculto a determinadas partes el contenido de los autos impidiendo su defensa?
No ha habido en la historia de la Iglesia ni laicos ni mujeres en puestos de la curia pero «no es una novedad radical».
De acuerdo Rouco.