El Papa cuestiona que el feto sea persona

El Papa Francisco y parte del personal de la Revista América en Casa Santa Marta (Antonello Nusca) El Papa Francisco y parte del personal de la Revista América en Casa Santa Marta (Antonello Nusca)
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El Papa Francisco ha concedido una amplia entrevista a la revista jesuita American Magazine. Repasamos los temas, preguntas y respuestas más destacadas de la entrevista que pueden leer entera aquí.

El Papa y lo que le hace feliz

«Una de las cosas que como papa me cuesta más, es no andar por la calle, con la gente, porque acá no se puede salir, es imposible andar por la calle. Pero yo no voy a decir que estoy feliz porque esté bien de salud, o porque como bien, o porque duermo bien o porque rezo mucho. Estoy feliz porque me siento feliz, Dios me hace feliz. Yo no tendría que reprocharle nada al Señor de alguna cosa que me haya hecho mala», respondió Francisco a la pregunta de qué es lo que le hace sentir feliz.

La Fe en Estados Unidos

Es sabido por todos que Estados Unidos atraviesa un momento de alta polarización, tanto a nivel político como también dentro de la Iglesia. Por un lado, están los obispos defensores de la buena y recta doctrina, que no callan ante las injusticias y errores doctrinales, y por otro lado están los James Martin y compañía que tratan de introducir el lobby LGTB dentro de la Iglesia o incluso aquellos que se dice católicos pero defiende el aborto.

Sobre esta cuestión, Francisco ha señalado que «la polarización no es católica». «Cuando hay polarización entra una mentalidad divisoria, que privilegia unos y deja de lado a otros. Lo católico siempre es armónico de las diferencias», afirma el Pontífice.

El Papa y el aborto

«Sobre el aborto te digo estas cosas que repito ahora. En cualquier libro de embriología se dice que un poco antes del mes de la concepción ya están delineados los órganos en el feto chiquitito y el ADN. Antes que la madre se dé cuenta. Por tanto, es un ser humano vivo. No digo una persona, porque se discute eso, pero un ser humano», dijo Francisco haciendo una distinción entre lo que es ser persona y ser humano.

Acto seguido, el Papa continua hablando sobre el aborto y se pregunta: «¿Es justo eliminar un ser humano para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿es justo alquilar un sicario para resolver un problema? El problema es cuando esta realidad de matar a un ser humano se transforma en un problema político».

Casos de abusos

Preguntado sobre el tema de los abusos, Francisco remarcó que «el problema del abuso sexual es gravísimo en la sociedad». «Es de las cosas más monstruosas el abuso de menores. La costumbre era la que se usa en las familias todavía o en algunas otras instituciones: cubrir. La iglesia hizo una opción: no cubrir. Y de ahí se fue progresando a través de los procesos judiciales, de la creación de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores», agrega el Pontífice.

El Santo Padre hizo hincapié en que «la Iglesia se hace cargo de su propio pecado y seguimos adelante, pecadores, confiando en la misericordia de Dios».

Guerra en Ucrania

Sobre el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el Papa Francisco se defendió de las críticas de quienes le acusan de no ser lo suficientemente contundente contra Rusia y aseguró que «cuando hablo de Ucrania, hablo de pueblo mártir, de un pueblo martirizado. Si hay un pueblo martirizado hay alguien que lo martiriza. Cuando hablo de Ucrania, hablo de la crueldad porque tengo mucha información de la crueldad de las tropas que vienen».

Al mismo tiempo, el Obispo de Roma añadió que «a veces trato de no especificar para no ofender y más bien condenar en general, aunque se sabe bien a quién estoy condenando. No es necesario que ponga el nombre y el apellido».

El Santo Padre  subrayó que «la presencia de la Santa Sede con los cardenales es muy fuerte y estoy en contacto continuo con personas informadas. Y quisiera que mencionara que en estos días es el aniversario del Holodomor, el genocidio que Stalin hizo con los ucranianos».

La mujer en la Iglesia

Los periodistas de la revista jesuita también preguntaron al Papa por el tema del papel de la mujer dentro de la Iglesia. El periodista le cuenta a Francisco que existen muchas mujeres «dolidas» por no poder ser sacerdotes.

La respuesta del Papa fue que «es un problema teológico. Creo que amputamos el ser de la Iglesia si consideramos solo la vía de la ministerialidad».

«La Iglesia es mujer. La Iglesia es la esposa. No hemos desarrollado una teología de la mujer que refleje esto. La vía de la ministerialidad podríamos decir que es la de la Iglesia Petrina. Estoy usando una categorización de los teólogos. El principio petrino es el de la ministerialidad. Pero hay otro principio que es más importante todavía, del que no hablamos y es el principio Mariano, que es el principio de la femineidad en la Iglesia, de la mujer en la Iglesia, donde la iglesia se espeja a sí misma porque ella es mujer y es esposa», argumenta el Papa.

En este sentido, Francisco afirma que «¿Y por qué una mujer no puede entrar a los ministerios, a la ordenación? Es porque el principio petrino no da cabida a eso. Sí, tiene que estar en el principio mariano, que es más importante. La mujer es más, asemeja más a la Iglesia, que
es mujer y que es esposa».

El Papa y el comunismo

Ante las etiquetas de socialista, marxista o comunista que según los periodistas, le otorgan muchos estadounidenses al Papa, Francisco se defiende diciendo que «yo trato de seguir el Evangelio. A mí me ilumina mucho las bienaventuranzas, pero sobre todo el protocolo con el cual
vamos a ser juzgados: Mateo 25. Tuve sed y me diste de beber, estuve preso y me visitasteis, estuve enfermo y me cuidaste».

«¿Jesús es comunista entonces?», se pregunta Francisco quien acto seguido responde diciendo que «el problema que está detrás de esto, es el reduccionismo sociopolítico del mensaje evangélico». Además, también declaró, entre risas, que «los comunistas nos robaron algunos valores cristianos. Algunos otros, un desastre lo que están haciendo».

Relaciones diplomáticas con China

Hace escasos días hemos visto como el propio Vaticano tuvo que pedir públicamente explicaciones a China por el nombramiento de un obispo no reconocido por Roma. Los acuerdos entre la Santa Sede y Roma, recientemente renovados, parecen no atravesar su mejor momento.

Sobre esta cuestión, el Papa ha insistido en defender que «el diálogo es el camino de la mejor diplomacia. Con China yo he optado por la vía del diálogo. Es lento, tiene sus fracasos, tiene sus éxitos, pero no encuentro otra vía».

Francisco también elogió al pueblo chino al afirmar que «es un pueblo de gran sabiduría y que merece mis respetos y mi admiración. Y por eso trato de dialogar, porque no es que vamos a conquistar gente, no. Hay cristianos ahí, hay que cuidarlos, que sean buenos chinos y buenos cristianos».

Francisco y su pontificado

Como última cuestión, ante la pregunta de si cambiaría alguna cosa de lo hecho hasta ahora en estos diez años como Cabeza de la Iglesia, el Papa Francisco respondió que cambiaría «todo. Todo diferente. Pero hice lo que el Espíritu Santo me iba diciendo que tenía que hacer. Y cuando no lo hice, me equivoqué», concluyó Francisco.