En preparación ante la visita ad limina de los obispos alemanes, uno de ellos, de los más conocidos por sus tendencias modernistas, Franz-Josef Bode, de Osnabrück, ha declarado su intención de presionar para que Roma acepte el sacerdocio femenino, entre otras novedades.
«La estandarización absoluta ya no es factible en la iglesia», ha proclamado en rueda de prensa previa al viaje a Roma el obispo Bode. Lo que viene a resucitar la infame solución a las guerras de religión en Europa: cuius regio eius religio. Es decir, que las cosas volverán a ser verdad o no, lícitas o no, según el territorio en el que se esté, solo que esta vez se quiere aplicar a una misma religión, la católica.
Bode está decidido a lograr para la mujer, de momento, el diaconado. Con vistas a conseguir el pleno sacerdocio femenino, naturalmente, aunque es consciente de que quizá no sea todavía el momento. Habrá que discernir más. Por lo pronto, el de Osnabrück se complace repitiendo que el documento de trabajo presentado recientemente por el Vaticano para la segunda fase del Sínodo Mundial «dice claramente: en todas partes del mundo la gente quiere una forma diferente de tratar a los hombres y mujeres en la iglesia».
En principio, los alemanes piensan presentar en Roma el paquete completo: «se abordarán todos los puntos controvertidos del proyecto de reforma de la vía sinodal», subrayó Bode. Fundamentalmente, la moral sexual y cuestiones adyacentes para adecuarse a las modas ideológicas del siglo, que no se puede esperar que la rica y acomodada Iglesia alemana vaya a preocuparse por las persecuciones, como si fueran africanos o chinos. No, la cosa consiste en responder al “signo de los tiempos”, lo que significa, en la práctica, que el mensaje de Cristo debe modificarse según lo quieran las tendencias del momento.
Y, puestos a reformar, no nos vamos a quedar con esa antigualla del celibato sacerdotal. Debería haber otras formas de vida sacerdotal en la iglesia, dijo Bode. Además de los sacerdotes que viven vidas célibes, las personas casadas con familias son tan útiles como las que tienen un trabajo civil. La «necesidad de formas diferenciadas de vivir el sacerdocio y la pastoral» se manifiesta por doquier en la Iglesia universal.
Obispo alemán, seguro de que el camino sinodal traerá la ordenación femenina
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