Día sí y día también, escuchamos a obispos, cardenales y al propio Francisco hablar sobre la importancia de la sinodalidad. Ese proceso de escucha activa en el que está inmersa toda la Iglesia.
Si hacemos la comparativa con el ámbito político, los Motu proprio que dictan los papas, podrían traducirse como los decretos que emite un Gobierno, es decir, la forma fácil de saltarse los organismos previstos para sacar adelante las leyes.
Igual que hay Ejecutivos que gobiernan a base de «decretazos», podría decirse que Francisco gobierna a base de «motus proprios». El Santo Padre tiene un grupo muy reducido de asesores y tiende a desconfiar de gran parte de la Curia vaticana.
Esta actitud es la que provoca que Francisco se salte a los distintos Dicasterios para imponer su voluntad, lo cual casa más bien poco con la sinodalidad y se equipara más bien a esa imagen absolutista de la que pretende deshacerse la Santa Sede.
De todos modos, si Francisco no está cómodo con los actuales gobernantes de los diferentes Dicasterios, es tan sencillo como cambiarlos, como ya está haciendo. Pero no parece que «puentear» a los Dicasterios a base de «motus proprios» sea la mejor manera de gobernar y mantener la unidad con la Curia romana.
Los Motu proprio de Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II
Si acudimos a los datos oficiales del Vaticano, publicados en la página web oficial Vatican.Va, podemos observar que Francisco es «el rey» de los Motu propio. En todo lo que lleva de pontificado, desde marzo de 2013, ha publicado hasta 52 Motu Proprio.
Este dato llama la atención, primero, por no estar en consonancia con las proclamas sinodales, y segundo porque si se compara con sus antecesores, gana por goleada.
En el caso de Benedicto XVI, bajo su pontificado realizó tan solo 13 entre 2005 y 2013. Si retrocedemos aún más en el tiempo hasta el papado de san Juan Pablo II, podemos observar que en los casi 28 años de pontificado del Papa polaco, solo publicó 28 Motu propio. Entre Benedicto XVI y san Juan Pablo II suman 41 en 35 años. Francisco ya les supera con nueve más, en tan solo diez años de pontificado.
Todos estos datos se pueden consultar en la página web oficial del Vaticano. Lo que está claro es que los hechos, la publicación de tantos «decretos papales», no concuerda con las palabras cuando se insiste en buscar una Iglesia más «sinodal».