Munilla tuvo que ser. El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla ha recordado a los obispos belgas que la bendición de uniones gays va contra el magisterio de la Iglesia Católica: “No es que la Iglesia no quiera. Es que no tiene autoridad para hacer tal cosa”.
Es sorprendente, en el sentido de abiertamente escandaloso, que de todos los prelados que tiene la Iglesia en el mundo haya solo un puñado con el valor de responder al acto herético de los obispos belgas que, yendo aún más lejos que los alemanes, han pergeñado una parodia de sacramental para bendecir parejas homosexuales.
Menos sorprendente es que, al final, siempre sean los mismos los que alzan la voz. Como el titular de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, que ha vuelto a quedarse prácticamente solo en su defensa de la fe católica, en un momento en que ni siquiera la Curia Romana parece reaccionar, quizá perdida en sus entelequias climáticas.
En su programa de Radio María en España “Sexto continente”, Munilla advierte que “claramente no es compatible” la propuesta de los obispos belgas con la declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre esta cuestión publicada el 15 de marzo de 2021. Esta incompatibilidad es manifiesta “por mucho que se haya intentado forzar al máximo las palabras” tildando de “momento de oración” la propuesta de los obispos belgas.
Pero el acto de los belgas es un desafío herético no porque contradiga una reciente declaración vaticana, por correcta que sea, sino porque se opone a lo que la Iglesia siempre y en todas partes ha creído; más aún, lo que ha creído durante milenios el pueblo de Israel, del que la Iglesia es continuación. No hay posible ‘desarrollo de doctrina’ que convierta en lícito lo que siempre se ha considerado, no ya ilícito, sino abominable.
Los belgas quieren escurrirse alegando que la propuesta de bendiciones a parejas del mismo sexo “no tiene nada que ver con un matrimonio”. El portavoz de la Conferencia Episcopal Belga, el jesuita Tommy Scholtes, afirmó que se trata de “una oportunidad para las parejas homosexuales para rezar juntos y para que los otros puedan rezar también por ellos”.
Mons. Munilla recuerda que la pretendida bendición de los prelados belgas incluye “expresiones de compromiso” entre las personas homosexuales que la reciben y de la comunidad eclesial hacia ellas.
“No juguemos con las palabras”, ha reiterado el Obispo de Orihuela-Alicante, quien afirma que “hay que ser sinceros y transparentes para decir que contradice absolutamente” lo afirmado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Mons. Munilla subraya que lo predicado por el dicasterio vaticano “no es que la Iglesia no quiera. Es que no tiene autoridad para hacer tal cosa” como bendecir uniones homosexuales.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando