Hoy se abre en Hong Kong la causa judicial contra el cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de la excolonia británica, ante la aparente indiferencia de Roma.
El pasado mes de mayo se produjo una oleada de detenciones en Hong Kong por parte de la policía china que incluyeron al cardenal Joseph Zen, adalid de los derechos religiosos y civiles en la ex colonia. El cardenal estuvo detenido durante unas horas y luego fue puesto en libertad bajo fianza. También fue objeto de un registro y decomiso de ordenadores y teléfonos móviles.
En el reciente consistorio, el cardenal Gerhard Müller planteó el problema diciendo: “Habrá un juicio injusto el próximo mes. Nadie ha planteado la gravísima cuestión de nuestro hermano Zen. No lo hizo el Decano, el Cardenal Re, ni el Secretario de Estado, Parolin, ni siquiera el Papa. No hubo ningún documento de solidaridad, ninguna iniciativa de oración por él”. Tras decisiones trascendentales llenas de consecuencias para las relaciones entre China y el Vaticano, el Papa durante el vuelo de regreso desde Kazajstán dejó claro que no conocía bien la situación, lo que sorprendió a algunos que han recordado cuando el Santo Padre había asegurado estar detrás de todas las decisiones relativas a China.
En China , según los últimos datos disponibles, hay unos 70 millones de cristianos , de los que 12 millones son católicos . En el país, sin embargo, la discriminación religiosa se dirige a todas las religiones, incluida obviamente la cristiana, y esto a través de la destrucción de los lugares de culto, la expulsión de los sacerdotes y la violencia contra los fieles. A pesar de los pactos secretos con el Vaticano, Pekín ha seguido e incluso aumentado la persecución contra las comunidades religiosas y la represión de las protestas en favor de la democracia y los derechos humanos. En este contexto, Zen fue arrestado en mayo de 2022 por la policía de seguridad nacional de Hong Kong por cargos absurdos de colusión con fuerzas extranjeras. Su juicio comienza hoy.
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Un juicio político antirreligioso en la que Francisco llama «democrática China».
A Zen hace tiempo que el habitante del Vaticano ni le contesta, ni se digna a hablar de él ni manisfestar absolutamente nada. Ahora lo tienen preso aquellos con los que ha negociado Don Jorge, y tampoco hablará. Si se lo cargan, seguirá callando, o como mucho dirá que lamenta lo ocurrido.
Por sus obras y por sus omisiones los conoceréis. Zen abandonado, ninguneado, zarandeado, odiado y escarmentado.
Fin de la historia.
Recemos por él
La actuación del Papa en este asunto es justo la contraria de lo que cabría esperar. Francisco niega que la dictadura china sea antidemocrática, pacta con Xi Jinping un acuerdo que permite al dictador controlar el nombramiento de los obispos, traiciona a los católicos chinos que por fidelidad llevan décadas sufriendo persecución, fomenta a los miembros de la «Iglesia patriótica» (los que se vendieron al comunismo), se niega a recibir al cardenal Zen y no le manda mensajes de solidaridad durante su cautiverio…y suma y sigue.
Bergoglio, de nuevo, demostrando que un masón globalista, empeñado en acabar con la Iglesia Católica y los que tienen fe de verdad.
En su fanatismo no ha medido sus palabras para atacar al Santo Padre. Lo siento mucho por él, pero ojalá le sirva para arrepentirse de sus pecados.
Pero te quieres esfumar de una p….. vez PEDU tal y como dijiste y dejarnos de molestar con tus monsergas. Demente, que eres un demente, necesitas un médico especialista de urgencia y esto NO ES BROMA. No le hacen ningún favor publicando los comentarios de este personaje