El obispo de Cuenca pide «investigar seriamente» las causas de la «violencia de género»

José María Yanguas Sanz José María Yanguas, obispo de Cuenca
|

El escrito titulado “de Causas, efectos y consecuencias”, dice el obispo, «está motivada por la tendencia a no reconocer que determinados hechos guardan estrecha relación con otros, de manera que se puede afirmar, sin mayores precisiones, que actúan como verdaderas causas de los mismos».

Monseñor Yanguas afirma que «sucede también con relativa frecuencia que se busquen las causas de ciertos fenómenos donde no se encuentran, y se propongan, en consecuencia, remedios a los mismos que no lo son en absoluto. Errada la causa, errada la solución del problema».

El obispo de Cuenca subraya que «ante los lamentables y reprobables fenómenos de la así llamada “violencia de género”, muchos piensan que el problema se solucionará sin más con leyes que imponen penas cada vez más mayores, sin que se quiera ceder a los hechos, tozudos por naturaleza, que demuestran lo contrario».

«Se “perfeccionan” las leyes, se imponen penas cada vez más severas, se estigmatizan, con razón, los delitos, y sin embargo no disminuye el número de los mismos, sino que, por el contrario, aumentan en mayor o menor medida. En vez de investigar seriamente las causas del mal social, se le aplican remedios que los hechos demuestran que o no lo son, o no lo son con la suficiente eficacia», escribe el prelado.

Suicidios infantiles y problemas de las pensiones

José María Yanguas advierte que «algo parecido ocurre con lo que amenaza con convertirse en una plaga. Me refiero al penosísimo fenómeno del creciente número de suicidios infantiles entre niños que gozan de gran bienestar material». El obispo lamenta que «sobre él se extiende un velo de silencio que no se puede romper sin ser juzgado como un amargado aguafiestas. No parece que un máximo de bienestar sea el camino seguro para alcanzar un mínimo de suicidios. De nuevo el error en la identificación de la causa del fenómeno conducirá a soluciones otro tanto erradas».

También pone de manifiesto «los nubarrones que se ciernen sobre el sistema público de pensiones». El obispo de Cuenca hace hincapié en que «lo que parece evidente es que, al crecer el número de pensionistas y decrecer o estabilizarse el de los contribuyentes, el problema se agrava». «Se reconoce, sí, que el “invierno demográfico condena el sistema público de pensiones”, pero esa convicción no parece lo suficientemente sólida como para dar lugar a una decidida “política de ayuda a las familias” que sea capaz de frenar la alarmante y progresiva caída de la tasa de fertilidad», dice Yanguas. El obispo de Cuenca sostiene que no todas las causas son de carácter económico y mantiene que muchas de las causas «tienen que ver con una visión errada del amor, de la persona, la sexualidad y la familia contraria a la moral cristiana».

«No me falta fe en la capacidad del ser humano para resolver los problemas que se van planteando en la historia. No sé si serán cada vez más y más difíciles; tengo por cierto que no cesarán nunca, porque el “paraíso” pertenece a los orígenes y la felicidad plena habita en el futuro, en el cielo. De lo que podemos estar seguros es de que con la fe auténtica en Dios y sostenidos por el amor mutuo que descansa sobre la justicia, se facilita una más adecuada respuesta a las difíciles cuestiones actuales y una más eficaz, aunque imperfecta, solución de nuestros problemas», concluye el prelado.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
30 comentarios en “El obispo de Cuenca pide «investigar seriamente» las causas de la «violencia de género»
  1. La violencia de género no existe.
    En el ser humano no hay género sino sexo, y por tanto, si cabe, se podría hablar de violencia sexual o doméstica.

    1. Es urgente cambiar las leyes sobre este tipo de violencia, ya que en países como España se discrimina a los hombres que quedan indefensos frente a denuncias de mujeres, de modo que el hombre es víctima de un sistema legal feminista injusto.

      1. Eso es por que tienes algo que tener.
        Yo no tengo ningún miedo a esas leyes por que al ser católico el respeto y el amor al prójimo me impiden tomar caminos que lleven a esa situación

        1. Vigia, eso es lo que decían los nacional-socialistas con sus leyes antisemitas, cuando se quejaban: «eso es que pretendes conspirar contra el pueblo alemán, algo tienes que temer, porque si no, estarías tranquilo». Clavadito.

          A ver si se entera: lo inmoral de esas leyes no es que sancione agresiones sino que la propia existencia de la ley ya criminaliza a los hombres por serlo y victimiza a las mujeres por serlo.

          Usted no tiene miedo de esas leyes porque comparte el feminismo de género, que considera a todo hombre como un ser opresor de toda mujer. Comparte ese mismo delirio enfermizo.

          Pero considerar que todo hombre es opresor de toda mujer nada tiene que ver con amar al prójimo, sino con odiar a media humanidad, a los hombres. Y de paso a gran parte de la otra mitad, a aquellas mujeres que no odian a los hombres ni se consideran víctimas.

          1. To no he hablado de odio tu si y la boca habla de lo que abunda en el alma.
            No tengo miedo porque nunca he hecho nada de lo que tenerlo no por milongas raras que vas inventando.

          2. Vigia, su miedo nos es indiferente, tenemos un hecho: una ley de derecho penal de autor. Y eso es una infamia, una injusticia mayúscula, una barbaridad, al margen de sus miedos, de su tranquilidad y del resto de sus sentimientos.

            Es la existencia misma de la ley lo que espanta, no el hecho de situarse en una condición que de lugar a la sanción o castigo prevista en esa misma ley.

            A usted no le causa rechazo porque asume la ideología enfermiza que preside ese tipo de leyes, normal.

          3. Vigia, en la Sudáfrica del apartheid se aprobó la infame «ley del pase», que obligaba a los sudafricanos negros a portar un pase que limitaba su acceso a «zonas o barrios blancos». Cuando alguien protestaba ante semejante barbaridad, sus defensores copiaban su argumento: «no tiene que pasarte nada, simplemente lleva tu pase y circula por donde debes, entonces nada te pasará. Si te quejas, es que tienes pensado circular por donde no debes».

            Su problema es no entender que el problema no radica en que se sancione por incumplir la ley, sino en que la ley misma es una monstruosidad, una inmoralidad y un ataque a la dignidad humana elemental.

          4. Vigia, excusas pseudohumanitarias nunca faltan para quienes apoyan leyes monstruosas.

            También la ley del pase se hacía «para proteger al acervo de los batustanes negros».

            Pero el final del día, tenemos leyes que criminalizan a las personas por su sexo, no por lo que hagan. Eso es lo que usted apoya.

          5. Pero intenta razonar con un zote como el probe Migue??? Es perder tiempo y energía. Este tipo aparte de Podemista e izquierdoso es más tonto que Abundio…… que no sé quién era el tal Abundio, pero seguro que un antepasado del probe Migue

        2. Pues vaya ud a saber. Piénselo. Ud tiene un trabajo y una compañera ansía su puesto, porque está mejor remunerado, porque es lo que ella quiere lograr. Esa mujer puede carecer de escrúpulos (ud es el católico, no ella) y le acusa de «acoso sexual». Ya está, su vida quedará arruinada. Ya le bastará a ella con acusarlo para que a ud lo detengan y lo suspendan del trabajo (o lo despidan). Y ella, probablemente, logre el puesto que ansiaba gracias a esas ley anticonstitucional inventada por los `progres llamada «violencia de g´énero», que pone a la mujer como «ser de luz» que «nunca puede mentir, ni engañar, ni falsear, ni manipular». Puede pasarle a ud o a un hijo, sobrino o hermano suyo. Reflexione.

  2. Punto primero: la violencia no tiene género, el Obispo haría bien en no asumir neolengua de género, y llamar a las cosas por su nombre real.

    Punto segundo: los católicos creemos que en el origen de toda injusticia está el pecado. Fin de la historia.

    1. Entiendo que el obispo apunta a la plaga de la pornografía, cuyo consumo se da cada vez a edades más tempranas. Hay una clara correlatividad entre el consumo de pornografía y el fenómeno denominado violencia de género.

      1. No sé yo si los musulmanes consumen mucha pornografía, pero los ilegales que andan sueltos por ahí y que vienen de esa cultura represiva contra la mujer, aquí se ven con vía libre para violar a las que les dé la gana y son ELLOS los que más frecuentemente cometen estos horribles delitos (vejan a las mujeres, incluso violan a mayores y ancianas). A los «de la manada de San Fermín» bien que los metieron en la cárcel y sacaron sus caras por ser españoles; a los ilegales invasores o menas musulmanes violan y y los dejan en la calle «hasta el juicio» y en las noticias las referencias suelen ser locales y se «olvidan» pronto… Hipocresía de la peor calaña.

  3. La mal llamada violencia de género no es más la perversión intencionada de la justicia mediante la culpabilización del hombre, por el hecho de ser hombre, y la victimización de la mujer, por ser mujer. Eso no es justicia sino prejuicio, porque la narrativa y leyes impuestas por políticos corruptos, prejuzgan de antemano situaciones sin importarles las verdaderas causas, hechos y consecuencias. La violencia no tiene género, y si acaso, sería el del género tonto.

  4. Que extraño que no se pregunte la causa por la cual miles de niños son abortados en los abortaderos autorizados por el gobierno…
    Será que queda bien eso de decir que uno se preocupa por la violencia de género… y lo otro queda mal.

      1. Vigia, falacia de los antiguos esclavistas: «ustedes, señores antiesclavistas, mucho preocuparse de los negros esclavos, pero cuando luego son liberados les da igual que mueran de hambre o de miseria».

        Para mejorar la calidad de vida de un bebé: ¿usted propone matarlos en masa en el seno de sus madres?

          1. Vigia, no diga usted tonterías. Matar a una persona después de nacer no está legalizado en España. Pero sí lo está matar a bebés en el seno materno.

            Los pro-vida no apoyamos matar a nadie, en ningún momento de su vida.

            Usted sí, apoya matar a bebés en el seno de sus madres.

            Ninguna falacia pseudohumanitaria podrá desmentir eso.

          2. ¿Si? Quitaros la máscara por que la mayoría sos llamais pro vida pero solo sois pro nacimiento no os veo el mismo ahínco en parar la pena de muerte cuando en países como china,sudan y otros tantos se asesina por cualquier cosa a las personas incluidos cristianos y algunos por el hecho de serlo. ¿cuando he dicho que esta bien el aborto? Os inventaos mis palabras por que no tenéis con que hacer frente y necesitáis poner en mi boca lo que jamás he dicho.
            Sois como aquellos fariseos que decían cosas que Jesús jamás dijo.
            O sois malvados y ponéis en boca de otros palabras que no se han dicho o bien ps falta comprensión lectora

          3. Vigia, lo que usted vea es sólo eso, su vista, muy mermada por su sectarismo e incultura proverbial.

            Pero al margen de vistas, usted defiende la muerte de inocentes y los católicos no. El resto, relleno para disimular.

            No, usted no ha dicho expresamente que el aborto está bien, pero descalifica el movimiento pro-vida con las mismas falacias del abortismo. Luego blanco y en botella.

      2. Cuando gracias a la iniciativa de VOX se aprobó la primera ley pro vida (antiabortista que decís los torpes ) de la historia a finales de 2019, fue en la Asamblea de Madrid – el regimen insultó a Gádor Joya diciendo que una vez nacidos le iba a dar igual si vivían o morían esos bebés. Unas semanas después se pone en marcha la Plandemia, y en el peor momento de la crisis sanitaria, Gádor Joya (VOX) se presenta como doctora voluntaria en el hospital de campaña de Ifema a jugarse la vida. Y ahí permaneció hasta que se superó la crisis. ¿Queda claro, estúpido vigia?

  5. La violencia en el hogar no se combate estigmatizando a los hombres, como se hace actualmente, sino con un sistema justo, que sea garantista de ambas partes, y que defienda la inocencia hasta que no se demuestre la culpabilidad. Con la injusta legislación española, los hombres estamos en desventaja, en una actitud de sospecha por principio. La discriminación contra los hombres que hoy sufrimos, conculca el principio del estado de derecho y es claramente inmoral.

    1. El feminismo de izquierda fomenta la lucha de sexos y por eso ataca la masculinidad como si fuera el enemigo a combatir, y esa ideología perversa ha penetrado en las leyes españolas llevando a los hombres a una situación insostenible.
      Existe una auténtica violencia del sistema legal contra los hombres contra la que hay que resistir, y los prelados, si entran a hablar del asunto, harían bien en exhortar a los fieles a resistir contra la ley injusta que pende sobre todo hombre, como espada de Damocles.

  6. Uno mas que cae en la trampa de la terminología. Y se supone que son los listos de la Iglesia. La «violencia de género» es un invento, y parece mentira que haya tantos tontos en la Iglesia que acepten esta terminología deshumanizadora como si nada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles