Demetrio Fernández: «La oración de petición nos pone en humildad»

Demetrio Córdoba Misa Tradicional
|

Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, emplea su carta semanal para comentar el Evangelio de este domingo XVII del tiempo ordinario.

Acostumbrados a mensajes vacíos o que poco o nada tienen que ver con la misión pastoral de los obispos, Demetrio Fernández entra a comentar brevemente el significado y el poder de la oración.

El prelado afirma en su misiva que «en nuestra relación con Dios, a veces nos da reparo pedirle, nos falta confianza. Otras veces, pedimos y pedimos y no nos conceden lo que pedimos. En nuestra mentalidad automática, echar la moneda y que no salga el producto, nos lleva a la conclusión de que la máquina no funciona. O Dios no funciona, o eso de la petición no funciona, porque pedimos y no nos dan lo que pedimos. He conocido a personas que se han alejado de Dios, porque no les funciona eso de pedid y se os dará».

«En el plan de Dios, la oración de petición es siempre eficaz. Dios siempre nos escucha y está abierto a nuestras peticiones. A veces no nos concede inmediatamente lo que le pedimos, porque quiere ensanchar nuestro deseo, hacerlo que crezca para recibir mejor aquello que Él nos quiere conceder. Otras veces, tarda en concederlo, porque quiere disponer nuestra voluntad o incluso cambiarla», agrega el obispo.

Del mismo modo, incide en que «cuando le pedimos a Dios algo, Él no cambia su voluntad, sino que espera a concederlo para que vaya cambiando la nuestra. O incluso, aquello que pedimos no se nos concede, porque nos conviene ahora o nunca».

Demetrio Fernández explica que «pedir significa estar necesitado». Por ello, «cuando uno va sobrado por la vida, no pide. La oración de petición nos pone en humildad. Necesitamos de Dios para todo. Es Él el que nos hace capaces de afrontar la vida en todas sus dimensiones. La oración nos hace humildes, y ese es uno de los frutos infalibles de toda petición. Aunque sólo fuera por eso, hemos de pedir continuamente», escribe el obispo de Córdoba.

«Si Jesús nos invita a pedir, es porque quiere que confiemos cada vez más en Dios. Yo no puedo, pero Él sí puede. Sea cual sea la vocación y misión que Dios nos ha encomendado, no podemos llevarla a cabo nosotros solos. Necesitamos la ayuda de Dios. Él nos encomienda una misión y nos promete su gracia. Es necesario por tanto acudir continuamente a su ayuda», argumenta Monseñor Fernández.

Además, sostiene que «pedir significa insistir, la petición incluye esa perseverancia en la que se nos puede ir la vida entera, pero Dios nos dará el Espíritu Santo y todo lo demás que necesitemos para vivir. La oración insistente no es porque Dios sea tacaño o dispense sus dones a cuentagotas. Dios es magnánimo, es rico en misericordia, está deseando colmarnos de sus dones. Si tarda, es porque quiere disponernos. La insistencia y la perseverancia por nuestra parte nos van disponiendo a recibir lo que Dios quiere conceder. Por eso, se nos invita a pedir, a buscar, a llamar».

«Una vez que le hemos encontrado, una vez que ya hemos recibido alguna de sus gracias, eso nos estimula a seguir pidiendo, a seguir buscando. El deseo se va ensanchando, y el don de Dios podrá ser mayor», concluye Demetrio Fernández, obispo de Córdoba.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
3 comentarios en “Demetrio Fernández: «La oración de petición nos pone en humildad»
  1. Sabernos necesitados de Dios, saber ver nuestros límites, saber confiar en Él poniéndo las cosas en sus manos cuando ya las nuestras no pueden, saber ver cuando las nuestras no pueden…nos pone en oración de petición. Y, en esta verticalidad, crecemos en humildad ante Dios.

    Saber ver a nuestros hermanos necesitados de Dios, saber ver sus límites,saber encomendarles a Dios cuando nuestras manos no pueden… saber ver cuando sus manos no pueden…nos pone en oración de intercesión.Y , en esta horizontalidad, crecemos en humildad ante el prójimo.

    En estos dos sentidos de la humildad, en la que nos reconocemos necesitados ante Dios se escribe el mandamiento del Amor a Dios y al prójimo porque es facil ser humildes ante Dios pero ante el prójimo no lo es tanto.

    Tenemos que pedir esa humildad en sus dos sentidos, la de reconocernos tan necesitados de Dios como nuestros hermanos 🙏🙏🙏… sobre todo cuando pensemos que no necesitamos pedirla.

    1. ¡Cómo no! Ya está aquí, de nuevo, la famosa «verticalidad», que durante una temporada va a ser el nuevo mantra-comodín-palabra talismán de sus «homilías», sustituyendo a la anterior «interpelación», que ya ha quemado suficientemente. Luego dice que le persiguen. Me pregunto cómo será posible, si usted nunca escribe nada, y menos la primera, sino que van a buscarle a su casa para perseguirle. ¿De verdad cree que Mons. Demetrio Fernández necesita que usted le glose?

      Es de broma que usted hable de «humildad». ¿En serio? Y ya le he explicado que no existe ningún «mandamiento del Amor a Dios y al prójimo»: con éso Cristo lo que hace es un resumen del Decálogo, cuyos mandamientos se refieren, unos al amor a Dios, y el resto al prójimo. Cumplir los mandamientos es amar a Dios, como el mismo Cristo dice y San Pablo repite. ¿Tanto le cuesta entenderlo? Porque no será por veces que se lo he transcrito, para que no tenga que creerme a mí, sino a ellos.

    2. ACS. Si te vas a confesar y el sacerdote te impone una penitencia ¿te ofenderás porque esa no era la penitencia que más te agradaba?
      ¿O le dirás a él qué tipo de penitencia prefieres?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles