Kiko Argüello le comunica al Papa la apertura del proceso de beatificación de Carmen Hernández, iniciadora del Camino Neocatecumenal

Kiko Argüello y Francisco Kiko Argüello y Francisco (Vatican Media)
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El Papa Francisco recibió ayer en el Aula Pablo VI a un numeroso grupo de familias del Camino Neocatecumenal, encabezados por Kiko Argüello, que serán enviadas a la misión.

En la audiencia con el Papa Francisco el iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, ha adelantado la próxima apertura en la archidiócesis de Madrid de la causa de beatificación y canonización de Carmen Hernández, iniciadora junto a él de movimiento.

Los trámites iniciales para esta causa arrancaron el pasado mes de julio, cuando se cumplieron cinco años de la muerte de Carmen Hernández. En una Misa funeral de aniversario en la catedral, el postulador diocesano, Carlos Metola –nombrado por el Camino Neocatecumenal y la Fundación Familia de Nazaret–, hizo entrega al cardenal Osoro del libelo de demanda, en el que se pedía formalmente el inicio de la causa.

En estos meses, se ha presentado al arzobispo la documentación necesaria y se ha recibido del Dicasterio de las Causas de los Santos de Roma la comunicación de que no existen obstáculos serios para la apertura de la causa. Próximamente se comunicarán la fecha y el lugar en que tendrá lugar la sesión solemne de apertura del proceso.

Francisco les pide a las familias del Camino «obediencia a Jesucristo en su Iglesia, todo en la Iglesia, nada fuera de la Iglesia»

El Papa, que entró poco después de las 12 horas, se detuvo unos instantes para saludara varias familias llegadas de distintas partes del mundo.

En su discurso a las familias neocatecumenales, el Papa Francisco, les pidió seguir la invitación de Jesucristo a partir y dar testimonio, predicando el Evangelio, con la «fuerza -dijo- que viene del Espíritu Santo. Ve, predica, bautiza. Pero sabemos que una vez que hemos bautizado, la comunidad que nace es libre, es una Iglesia nueva, y debemos dejarla crecer, ayudarla a crecer, con sus propias formas, su propia cultura. Esta es la historia de la evangelización».

Todos iguales ante la fe», dijo el Pontífice. «La misma fe, pero todos con la modalidad de su propia cultura, la cultura del lugar donde se predicó la fe. Esta riqueza multicultural del Evangelio se hace cultura, es un poco la historia de la Iglesia: muchas culturas, pero el mismo Evangelio, muchos pueblos, pero el mismo Jesucristo». «La fe crece, se inculturiza, pero es siempre la misma», recordó el Pontífice, expresando su gratitud a los neocatecúmenos por su servicio a la Iglesia con «generosidad».

«Les agradezco y les pido docilidad y obediencia a Jesucristo en su Iglesia, todo en la Iglesia, nada fuera de la Iglesia. Esta es la espiritualidad que debe acompañarnos siempre». «Predicar a Cristo con la fuerza del Espíritu, en la Iglesia, con la Iglesia», es el mandato del Papa. Quien también reiteró que «la cabeza de las diferentes iglesias es el obispo»: «Vayan siempre adelante con el obispo, él es la cabeza de la Iglesia».

Además, les insistió en que «no olviden la mirada de Jesús, que ha enviado a cada uno de vosotros a predicar y obedecer a la Iglesia».