El medio francés Valeurs Actuelles ha entrevistado al cardenal Sarah, prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a raíz de su último libro «Catecismo de la Vida Espiritual».
Compartimos la entrevista realizada por Charlotte d’Ornellas para Valeurs Actuelles:
P-Usted ha escrito un nuevo libro que lleva el título de Catecismo, no de la Iglesia, sino de nuestra vida espiritual… ¿Por qué ha sentido la necesidad de escribir sobre este tema?
R-La vida espiritual es lo más íntimo, lo más precioso que tenemos. Sin ella, somos animales infelices. Quería subrayar este punto: la espiritualidad no es un conjunto de teorías intelectuales sobre el mundo. La espiritualidad es una vida, la vida de nuestra alma.
Llevo años viajando por el mundo, conociendo a gente de todas las culturas y condiciones sociales. Pero puedo afirmar una constante: la vida, si no es espiritual, no es realmente humana. Se convierte en una triste y agónica espera de la muerte o en una huida hacia el consumo materialista. ¿Sabía que, durante el confinamiento, una de las palabras más buscadas en Google fue la palabra “oración”?
Nos hemos ocupado de la economía, de los salarios, de la sanidad, ¡esto está bien! Pero ¿quién se ha ocupado de su alma?
Quería responder a esta expectativa inscrita en el corazón de todos. Por eso he elegido este título, Catecismo de la vida espiritual. Un catecismo es una colección de verdades fundamentales. Tiene una finalidad práctica: ser un punto de referencia incuestionable más allá del flujo de opiniones. Como cardenal de la Iglesia católica, he querido dar a todos unos puntos de referencia para los fundamentos de la vida del alma, de la relación del hombre con Dios.
P-Usted ya había escrito un libro sobre La fuerza del silencio. En este libro, usted sigue insistiendo mucho en la necesidad vital de encontrar el silencio. ¿Qué podemos encontrar tan importante en el silencio?
R-Permítame que le dé la vuelta a la pregunta: ¿qué podemos encontrar sin el silencio? El ruido está en todas partes. No solo en las bulliciosas ciudades envueltas por el estruendo de los motores; incluso en el campo es raro no ser perseguido por un fondo musical intrusivo. Incluso la soledad está colonizada por las vibraciones del teléfono móvil.
Por consiguiente, sin el silencio, todo lo que hacemos es superficial. Porque en el silencio podemos volver a lo más profundo de nosotros mismos. La experiencia puede ser aterradora. Algunas personas ya no pueden soportar este momento de verdad en el que lo que somos ya no está enmascarado por ningún disfraz. En el silencio, ya no hay forma de escapar a la verdad del corazón. Entonces se revela nuestro interior: la culpa, el miedo, la insatisfacción, los sentimientos de carencia y el vacío. Pero este pasaje es necesario para escuchar a Aquel que habla a nuestro corazón: Dios. Él es “más íntimo a mí mismo que yo”, dice San Agustín.
Se revela dentro del alma. Es ahí donde comienza la vida espiritual, en esa escucha y diálogo con el otro, el Totalmente Otro, en lo más profundo de mí. Sin esta experiencia fundacional del silencio y de Dios que habita en el silencio, nos quedamos en la superficie de nuestro ser, de nuestra persona. ¡Qué pérdida de tiempo! Cuando me encuentro con un monje o una monja ancianos, desgastados por años de silencio diario, me sorprende ver la profundidad y la radiante estabilidad de su humanidad. El hombre solo es verdaderamente él mismo cuando ha encontrado a Dios, no como una idea, sino como la fuente de su propia vida. El silencio es el primer paso en esta vida verdaderamente humana, en esta vida del hombre con Dios.
P-Entendemos que encontrar el silencio es bastante original para nuestro tiempo. Es más, usted nos recuerda que debemos obligarnos a encontrarlo… en una época de comodidad, bienestar y rechazo casi sistemático del esfuerzo. ¿Es necesario romper con los tiempos para ser un buen cristiano?
R-Tiene usted razón al señalar esto. ¡No animo a ir con el viento! Una ambición de hoja muerta, como dijo Gustave Thibon. Vivir, vivir plenamente, requiere un compromiso, un esfuerzo y a veces una ruptura con la ideología del momento. En un mundo donde el materialismo consumista dicta el comportamiento, la vida espiritual nos compromete a una forma de disidencia. No se trata de una actitud política, sino de una resistencia interior a los dictados de la cultura mediática.
No, la comodidad, el poder y el dinero no son los fines últimos. Nada bello se construye sin esfuerzo. Esto es cierto en todas las vidas humanas. Es aún más cierto en el plano espiritual. El Evangelio no nos promete una “superación personal sin esfuerzo” como muchas de las pseudoespiritualidades baratas que abarrotan las estanterías de las librerías. Nos promete la salvación, la vida con Dios. Vivir la vida misma de Dios implica una ruptura con el mundo. Esto es lo que el Evangelio llama conversión. Es un giro de todo nuestro ser. Una inversión de nuestras prioridades y nuestras urgencias. Significa a veces ir a contracorriente. Pero cuando todo el mundo corre hacia la muerte y la nada, ¡ir a contracorriente es ir hacia la vida!
P-El mundo ve a la Iglesia como una institución milenaria, pero a menudo plagada de los mismos males que el resto de la sociedad. El tema de la pedofilia es un ejemplo… ¿Cómo deben entender los cristianos (y quizás explicar) lo que es la Iglesia en sus vidas?
R-La Iglesia está formada por hombres y mujeres que tienen las mismas faltas, los mismos defectos, los mismos pecados que sus contemporáneos. Pero estos pecados, cuando son cometidos por hombres de la Iglesia, escandalizan profundamente a creyentes y no creyentes. Todo el mundo sabe intuitivamente que la Iglesia nos da los medios de la santidad, todo el mundo sabe que el fruto más hermoso de la Iglesia son los santos. San Juan Pablo II, Santa Madre Teresa, San Carlos de Foucauld son el verdadero rostro de la Iglesia.
Sin embargo, la Iglesia es también una madre que carga con los hijos recalcitrantes que somos. Nadie sobra en la Iglesia de Dios: los pecadores, los que flaquean en su fe, los que se quedan en el umbral sin querer entrar en la nave. Todos son hijos de la Iglesia. La Iglesia es nuestra madre porque puede darnos sus dos tesoros. Ella puede alimentarnos con la doctrina de la fe que recibió de Jesús y que transmite de siglo en siglo. Ella puede curarnos a través de los sacramentos que nos transmiten la vida espiritual, la vida con Dios, lo que se llama la gracia.
La Iglesia es, pues, una madre para nosotros porque nos da la vida. A menudo nuestra madre nos molesta porque nos dice lo que no queremos oír. Pero en el fondo la queremos con gratitud. Sin ella, sabemos que no seríamos nada. Lo mismo ocurre con la Iglesia, nuestra madre. Sus palabras son a veces difíciles de escuchar. Pero seguimos volviendo a ella, porque solo ella puede darnos la vida que viene de Dios.
La Iglesia es el rostro humano de Dios. Es veraz, justa y misericordiosa, pero a menudo desfigurada por los pecados de los hombres que la componen.
P-Los que no se declaran católicos aman a la Iglesia cuando se transforma en una ONG global, a la escucha de los más pobres, de las minorías, de los perseguidos, de los diferentes… Y es una tentación que a veces parece impulsarla. ¿En qué es más que una súper ONG con sucursales en todos los países del mundo?
R-Los que no se identifican como creyentes no esperan que la Iglesia sea una ONG internacional, una sucursal de la bienpensante ONU. Lo que describe usted es más bien el caso de cristianos acomplejados que quisieran ser aceptables para el mundo, populares según los criterios de la ideología dominante.
Por el contrario, los incrédulos esperan que hablemos de fe, que hablemos claro. Esto me recuerda lo que viví en Japón cuando me encargué de llevar la ayuda humanitaria de la Santa Sede tras el tsunami. Frente a estas personas que lo habían perdido todo, comprendí que no solo debía dar dinero. Comprendí que necesitaban algo más. Una ternura que solo viene de Dios. Así que recé durante mucho tiempo en silencio frente al mar por todas las víctimas y los supervivientes. Unos meses después, recibí una carta de un budista japonés que me decía que cuando había decidido suicidarse por desesperación, esta oración le había devuelto el sentido de la dignidad y el valor de la vida. Había experimentado a Dios en ese momento de silencio. ¡Esto es lo que el mundo espera de la Iglesia!
P-Usted insiste mucho en la oración. ¿Cómo podemos rezar cuando tenemos la impresión de repetir lo mismo una y otra vez, de ser más o menos escuchados…? ¿Qué debemos buscar realmente en la oración?
R-Esta es una cuestión fundamental. La oración no consiste en una letanía de peticiones. Y la eficacia de la oración no se mide por si se responde más o menos. De hecho, es muy sencillo. ¡Rezar es hablar con Dios! No necesitamos fórmulas extravagantes para ello, aunque a veces puedan ayudarnos. ¿Qué tenemos que decir a Dios?
En primer lugar, que lo adoramos, que reconocemos su grandeza, su belleza, su poder, tan lejos de nuestra pequeñez, de nuestro pecado, de nuestra impotencia. Adorar es la actividad más noble del hombre. Occidente ya no puede mantenerse en pie porque ya no sabe arrodillarse. No hay nada humillante en ello. Arrodillarse es ocupar un lugar ante Dios.
Rezar es también decirle a Dios nuestro amor. Con nuestras palabras, le agradecemos su amor gratuito por nosotros, por la salvación eterna que nos ofrece. Rezar es decirle nuestra confianza, pedirle que apoye nuestra fe. Rezar es, finalmente, callar ante Él, hacerle un hueco.
¿Me pregunta qué hay que buscar en la oración? Le respondo que no busque nada. Busque a alguien: a Dios mismo, que se revela con el rostro de Cristo.
P-Un catecismo escrito por un cardenal se dirige necesariamente a los cristianos… ¿Los que no tienen fe y que nos leen hoy también forman parte de su reflexión? ¿Los que no creen que Dios existe necesitan el mismo silencio?
R-¡Por supuesto! Me dirijo a todos. El silencio no está reservado a los monjes, ni a los cristianos. El silencio es un signo de humanidad. Me gustaría invitar a todas las personas de buena voluntad, creyentes o no, a experimentar este silencio. ¡Atrévanse a parar! Atrévanse a callar. Atrévanse a dirigirse a un Dios que quizás no conozcan, en el que ni siquiera crean.
»Benedicto XVI repite a menudo una frase que leyó en Pascal, el filósofo francés: “¡Haz lo que hacen los cristianos y verás que es verdad!”. Me atrevo a decir a todos: atrévanse a experimentar la oración, aunque no crean, y verán. No se trata de revelaciones extraordinarias, visiones o éxtasis. Pero Dios habla al corazón en silencio. El que tiene el valor del silencio acaba encontrándose con Dios.
»Charles de Foucauld es el mejor ejemplo de ello. No creía, había rechazado la fe de su infancia y no llevaba una vida cristiana, por no decir otra cosa. Sin embargo, tras experimentar el silencio en el desierto, su corazón se abrió al deseo de Dios. Dejó que surgiera en su vida.
P-Usted también habla de la práctica de los sacramentos para alimentar el alma. ¿Puede explicar lo que son realmente, ya que reprocha que a veces se malinterpreta su significado?
R-Los sacramentos son contactos reales con Dios a través de signos sensibles. Nuestra época tiende a reducirlas a ceremonias simbólicas, ocasiones rituales para reunirse, para tener una celebración familiar. Son mucho más profundos que eso. Mediante el signo sensible del agua derramada en la frente de un niño en el bautismo, Dios lava realmente el alma de este niño y viene a habitarla. No se trata de una metáfora poética. ¡Es una realidad! A través de los sacramentos, Dios nos toca, nos lava, nos cura, nos alimenta.
»Tal vez a veces nos sintamos un poco celosos de los apóstoles y de los que conocieron a Cristo. Lo tocaron, lo besaron, lo abrazaron. Él los bendijo, los consoló y los fortaleció. Y nosotros… tantos años nos separan de Él. Pero tenemos los sacramentos. A través de ellos, estamos físicamente en contacto con Jesús. Su gracia viene a nosotros. No se trata de un símbolo bonito que solo es tan bueno como nuestro fervor. No. Los sacramentos son efectivos. Pero debemos dejar que produzcan su fruto en nosotros, preparando nuestras almas mediante la oración y el silencio. Entonces, de verdad, si me confieso, es el mismo Jesús quien me perdona. Si participo en la misa, estoy participando realmente en el sacrificio de la cruz. Si comulgo, es realmente Él, Cristo, Jesús, quien entra en mí para alimentarme. Los sacramentos son los pilares de la vida espiritual.
P-Los sacramentos también van acompañados de una liturgia… ¿No es necesario también un acompañamiento para que todos puedan tomar conciencia del valor real de estos signos?
R-Es cierto. ¡Hay una inmensa necesidad de catecismo! Con demasiada frecuencia, las enseñanzas de los sacerdotes se desvían y se convierten en comentarios sobre la actualidad o en discursos filosóficos. Creo que la gente espera de nosotros un catecismo claro y sencillo que explique el sentido de la vida cristiana y los ritos que la acompañan. Sería bueno que las homilías explicaran el significado de los gestos de la misa. ¡Eso sería fructífero! Pero también creo que la liturgia habla por sí misma. Habla al corazón. El canto gregoriano no necesita traducción porque evoca la grandeza y la bondad de Dios. Cuando el sacerdote se dirige a la cruz, todo el mundo entiende que nos señala la dirección de nuestra vida, la fuente de luz. La liturgia es un catecismo del corazón.
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Perdón por si estoy equivocada.
Creo que si hay personas que rezan de rodillas, las noticias aquí mismo lo dicen. Tal vez no sea aún una gran cantidad, pero son de gran calidad. Son pocos, pero valen mucho pues ellos servirán de ejemplo a tantos que de verdad no quieren saber nada de Dios ni religión ni nada de éso,.,,,al tiempo.
El silencio si que está difícil.
Está escaso. Apenas muy entrada la noche se podrá decir.
Ahora que hay silencio…
Doy gracias a Dios por este cardenal y su libro » la fuerza del silencio» que me llevó a conocer y experimentar el silencio de mano de los cartujos.
Que preciosidad, cuánta belleza y verdad encierran sus palabras, cuan necesaria es esa vida interior,ese encuentro con aquel q sabemos q nos ama. Ese entrar en nuestro aposento q se hace posible gracias a los sacramentos.
«Mt 6, 6:
Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto…»
Me encanta escuchar a un cardenal hablando de espiritualidad cristiana, de recogimiento, de no quedarse en la superficie sino de vivir en lo profundo.Doy gracias a Dios.
Compraré ese libro.
ACS, de su comentario se deduce una de estas dos conclusiones:
– O no ha leído el libro (miente).
– O no se ha enterado de su mensaje.
El «silencio» al que se refiere el Su Eminencia tiene un doble sentido: primero, como mensaje para todo buen cristiano, que le lleve a rebelarse ante el «ruido» de una sociedad vacía de fe y sin presencia de Dios. Y segundo, en un sentido lit´úrgico, es un mensaje para recuperar una sacramentalidad centrada en Cristo, frente a las desviaciones modernas con liturgias a voz en grito, palmas, guitarreos, bailes y contorneos…
Sarah no propone cristianos silentes ante el error, sino cristianos que recuperen la esencia trascendental de la fe en sus vidas. Es un mensaje para que Cristo sea el centro de nuestras vidas, no las modas sociales o los respetos meramente mundanos. Así, cuando Cristo es el centro de nuestras vidas, anunciamos su Palabra, no la silenciamos «porque no vaya a ser que se molesten si se lo decimos».
Hidaspes,
Leí el libro.Me encantó.Y me llevó al silencio cartujano.Vi la película, tuve una experiencia fuerte de silencio q se repitió en días posteriores.Me enamoré de la espiritualidad cartujana, de la cual sigo enamorada.
Y entendí lo q Dios ha querido q entienda.
Recomiendo el libro: antología de autores cartujanos, se compra en la web de la cartuja de Miraflores. Una joya!
Y ver la película » el gran silencio»
………..
Del silencio ante el pecado ustedes ya me han colgado el S.Benito así que ¿ para qué hablar?
ACS, no, entendió lo que usted ha querido entender, que nada o muy poco tiene que ver con el mensaje transmitido. No meta a Dios en sus decisiones personales.
Yo no le cuelgo nada, constato sus errores reiterados y contumaces.
Hidaspes
Qué sabrá usted!
ACS, sé leer sus comentarios.
Hidaspes,
Pero los malinterpreta
¿Todos los comentaristas malinterpretamos lo que escribe usted? En tal caso habría que llegar a la conclusión de que usted no sabe escribir, porque si todo lo que escribe se malinterpreta… Por otro lado, ¿sólo lo entienden los trolls anticatólicos? Pues para preocuparse. Y menuda casualidad, que desafía a la estadística. Quien malinterpreta y tergiversa las Sagradas Escrituras y el Magisterio de la Iglesia continuamente, en cambio, es usted. Así que, no tenga tanta cara.
Se dice «sambenito» (todo junto y con M), que S. Benito (o San Benito) es un santo, no el escapulario o el letrero que el Santo Oficio colocaba a los penitentes reconciliados y que es de donde viene la frase de «colgar el sambenito» expresando el descrédito de alguien. Tal descrédito, en todo caso, se lo provoca usted misma, no se lo «cuelga» nadie. Es un hecho que usted calla ante lo que no debería callar, cuando no lo alaba directamente. Lo ha hecho muchas veces, para terminar atacando a quien le afea la conducta, con un evidente doble rasero. Y permítamente que le señale que no se ve por ninguna parte que ningún libro o película documental le haya llevado a usted a ningún «silencio cartujano» (los cartujos no hablan, y usted no calla ni debajo del agua, casi siempre para decir disparates, y otras veces para decir herejías, cosa que no hacen los cartujos).
Y usted deje de graznar metiéndose con personas buenas que le dan mil vueltas. No si al final el único troll que tenemos por aquí se llama fanáticus. Es de tener muy poca verguenza y ser unos cobardes los que sin razón alguna se ensañan con esta persona sin argumento sólido alguno, solo es pura manía enfermiza. A ver si te callas tu letrado, para mondarse de la risa, de la orden de San Raimundo de Peñafor, jajajaj
Analfabeto funcional, otras pifia mas, sambenito venia de saco bendito que era una especie de capirote. De nada……
Se dice CARCHOLICVS.
Y cada jno que llame a San Benny Hill como le salga del papo.
Aunque debe llevar razón usted que de asuntos de inquisición sabe un rato.
Troll multinicks: no sea usted pesado y ahórrese sus moralinas impostadas. Y deje de delatarse con esa estúpida e infantil chorrada de hacer juegos de palabras de lo más idiotas con los nicks ajenos. Ya sé que usted cree que son súper graciosos y ocurrentes, pero para eso no se cambie el nick, que entonces se le identifica a la primera. Nadie normal recurre a semejantes imbecilidades. Cuando no se tiene ni la razón, ni argumentos, uno se calla, no recurre a hacer el payaso (y encima gratis). Hay que tener un poco de dignidad.
CARCHOLICVS se ga enfadado ¡Uy que miedito! Y yo preocupao.
Se ve que ya se cansó de que le metieran mano en misas de culo y ahora vive por aquí.
¿»se ga… Uy»? ¿Y éso qué es? ¿Es una adivinanza? ¿Un sortilegio? ¿Una transcripción de lo que le dicen las voces de su cabeza? ¿Un idioma nuevo inventado por sus compañeros del frenopático? ¿O simplemente no se toma la medicación y no acierta con el teclado? Entre que no sabe leer (no sé dónde verá enfado alguno en mis comentarios, si usted es tan poquita cosa que no logra enfadar a nadie), y que tampoco sabe escribir, mejor no pierda el tiempo: sus comentarios incoherentes y sin sentido, plagados de faltas ortográficas, gramaticales y sintácticas no cumplen el objetivo que a usted le gustaría, lo que le lleva a cabrearse y volver a intentarlo exactamente igual, lo que vuelve a producir el mismo efecto, y así en bucle. Va a acabar usted con una úlcera (y le aseguro que le dolerá a usted, no a quien lee sus idioteces).
«Analfabeto funcional, otras pifia mas, sambenito venia de saco bendito que era una especie de capirote. De nada……»
¿De nada? Mire, troll mutinicks (ahora EP): para dar lecciones primero hay que saber. Queda patética una corrección tan estúpida como la suya. Primero, porque nadie ha hablado «de dónde venía» el nombre, sino cómo se escribe y qué es. Y segundo, porque usted se equivoca, como demuestra la Real Academia Española, que sabe un poquito más que usted y tiene más autoridad:
Sambenito:
1. m. Capotillo o escapulario que se ponía a los penitentes reconciliados por el tribunal eclesiástico de la Inquisición.
2. m. Letrero que se ponía en las iglesias con el nombre y castigo de los penitenciados, y las señales de su castigo.
3. m. Descrédito que queda de una acción.
4. m. difamación.
¿Ve usted por algún lado que sea un saco que se ponga en la cabeza como el capirote? ¿Quién la pifia? ¡Pero qué atrevida es la ignorancia!
la pelicula el gran silencio es una joya del anticristianismo. Es una joya del relativismo y un escupitajo a todos nuestros martires. Definitivamente deberían borrarla de toda biblioteca católica.
Muy buen post . Me has animado a comprar el libro . Yo lo paso muy mal los
Domingos por esa liturgia rara , incluso he llegado a ver gente moviendo los pies y las caderas a ritmo del guitarreo ramplón , aburrido y esperpéntico de esa gente que está mejor con los protestantes que bajo la seriedad de la liturgia católica . Gracias por la info
Deja de mentir a los demás. Primero escribes esto:
«Doy gracias a Dios por este cardenal y su libro » la fuerza del silencio» que me llevó a conocer y experimentar el silencio de mano de los cartujos».
Y luego escribes que te lo comprarás.
También hablas de los cartujos que no sé qué tendrán que ver por aquí.
Hay algunos que acosan a personas inocentes y buenas día y noche, son unos delincuentes, y otras que jamás defienden a nadie aunque esa persona sea una supuesta amiga. Muchos golpes de pecho, y muchas oraciones en mariachis, pero cuando ve sufrir a una buena persona pasa por encima. Ay de verdad, qué asco.
Eso ya lo ha dicho, calcado, con otro nick. Deje de trollear y de fingir ser un héroe. Lo que es, es un ridículo. Deje usted de acosar a los católicos y de soltar despropósitos, so neurótico. Y aprenda a escribir de una vez, que lo hace igual de mal con cualquier nick.
¿Y si no nos da la gana, CARCHOLICVS? Veré tu a poner fotos de curas con las faldas arriba y el culo en pompa en tu mierdablog.
Pues es muy fácil: se le borran los comentarios y se le bloquean las cuentas. ¿qué le parece?
Y… si tanta fuerza tiene el silencio… ¿Por qué Sarah no se calla de una fruta vez? No estará tan convencido cuando no para de hablar (y de decir majaderías)
Por lo mismo que usted, con la diferencia de que él dice cosas sensatas y usted idioteces. ¿Por qué no se calla usted y da ejemplo? Total, para lo que dice…
Porque a mi, el silencio me oarece una estupidez. Solo a los inquisidores como tú, CARCHOLICVS y como Saritah Montiel, a los que os da urticaria la libertad de pensamiento, os gusta el silencio.
Hay que hacer lío, como dijo el Papa y poner de manifiesto la mierdaiglesia que nos queréis imponer.
Vaya, esta vez sólo ha cometido cuatro faltas de ortografía, sin contar el lenguaje infantil inventado. Debe de odiar usted mucho a Francisco, fingiendo que es un «defensor» suyo: por muchos errores que cometa, no merece «defensores» como usted. Además, él pidió hacer lío, no el ridículo, que es lo que usted hace.
No es que Occidente no sepa arrodillarse, el problema es que se arrodilla, pero no ante Dios sino ante el maligno.
¡Qué coñazo ere tío! siempre estás corrigiendo
Un poquito de humildad no te vendría mal
¿Otro cambio de nick? Usted sí que es un coñazo. Y no invente (que le gusta mucho mentir): no hay corrección de ningún tipo en el comentario de Sacerdote Católico, sino una crítica a Occidente. A usted lo que le vendría bien es hacer algo productivo en lugar de trollear aquí y hacer el ridículo, con esa indisimulada manía que tiene a los católicos, sobre todo si son sacerdotes.
FANATICVS CARCHOLICVS.
Tú sí que eres un troll maloliente
Yo también le quiero, troll «ocurrente». Y me lo paso genial con usted. Además, me ahorro el precio de la entrada del circo: usted ya hace de payaso gratis.
Me alegro.
Pensaba que un filonazi como tú sería como Juan de Burgos y oensaría que la risa es pecado.
Así consigo que te acerques más a Dios que no para de descojonarse con los talibanes como tú.
Ala, CARCHOLICVS, a Parla
«oensaría», «Ala»… ¿Ha pensado usted en emplear el tiempo en recibir clases de alfabetización para adultos? Son gratis. Y aunque no van a solucionar sus evidentes problemas mentales, sus obsesiones, ni su frustración, al menos aprenderá a escribir. Es impresionante que no haya una sola deposición suya que no contenga faltas de ortografía. Y lo logra en tan sólo cuatro frases. ¡Impresionante!
Sacerdote, así es, no le faltan al laicismo occidental falsos dioses ante los que arrodillarse servilmente. Pero ninguno de ellos es el verdadero Dios. Occidente se arrodilla ante sus propios complejos, ante el relativismo amoral, ante el neopaganismo de lo políticamente correcto, ante el egoísmo que lleva a la cultura de la muerte y a la destrucción de las familias.
¡¡No jodas!! ¿Si?
Y yo preocupao.
Las preocupaciones de un troll no le importan a nadie. Y menos las de un troll de cuarta regional. ¿Quién le había engañado a usted? Ay, ingenuo… ¿No ha notado que además de reírnos de usted también hablamos de cosas serias y usted no puede evitarlo? Vaya troll más incompetente: ni cabrea al personal, ni hace gracia, se ríen de él, no logra reventar conversaciones (que siguen su curso entre sus idioteces), encima no sabe escribir (sus mini deposiciones no ocultan que es usted un iletrado)… Vamos, que es usted un inútil que no vale ni para troll.
Mira CAGHONLICVS, mis deposiciones son de generoso tamaño.
Además de FANATICVS y CARCHOLICVS, MENTIROSVS
Son casi tan grandes como el gustito que te da cuando te meten mano bajo hasta faldas de cura nazi en tus musas de culo.
¿»bajo hasta faldas»? ¿Qué se supone que significa éso? Aprenda a escribir, hombre. Ni aunque sus ‘taradeces’ fueran graciosas (que no lo son) conseguiría provocar ni media sonrisa en nadie: ¡si no se entiende lo que escribe! Si a éso unimos su zafiedad y su obsesión por los culos, el resultado es de pena: un troll frustrado con una pataleta y sin saber qué decir, inventándose supuestos insultos que no sólo no ofenden, sino que dan risa y vergüenza ajena.
Es en gran medida la decadencia de la Iglesia católica la que arrastra a Occidente al suicidio colectivo. Si al frente de la Institución tenemos en claro ejemplo de insensatez damos un pésimo ejemplo a la sociedad civil. En su escrito a propósito de los últimos nombramientos cardenalicios lo recuerda con pleno acierto Mons. Viganó
Hidaspes,
Leí el libro.Me encantó.Y me llevó al silencio cartujano.Vi la película, tuve una experiencia fuerte de silencio q se repitió en días posteriores.Me enamoré de la espiritualidad cartujana, de la cual sigo enamorada.
Y entendí lo q Dios ha querido q entienda.
Recomiendo el libro: antología de autores cartujanos, se compra en la web de la cartuja de Miraflores. Una joya!
Y ver la película » el gran silencio»
………..
Del silencio ante el pecado ustedes ya me han colgado el S.Benito así que ¿ para qué hablar?
Este comentario ha salido aqui por error. Disculpen
Ya estamos acostumbrados a sus ‘errores’, no se preocupe. Ha sido respondida arriba, donde corresponde.
ACS, no pierda mas el tiempo con estos botarates, no está hecha la miel para la boca de asno. Un admirador incondicional.
Pues ya sabe: ni se acerque a la miel, troll multinicks.
Tranquilo, prefiero bombear a tu madre y tus hermanas, curita CARCHOLICVS.
Ya se que tu prefieres a tu director espiritual.
Su incontinencia verbal va a servir para localizar cada una de las cuentas que emplea aquí y que por fin descanse usted: le cuesta tanto irse con la música a otra parte, que le vamos a ayudar.
ACS, su enamoramiento cartujo debe ser como esos otros «enamoramientos» de los que presume y que luego le llevan a posiciones contrarias a la fe. Por de pronto, y como agudamente ha expuesto Catholicvs, su verborrea sensiblera o herética (o ambas cosas a la par) no parece casar muy bien con la contemplación silente que pregona la Orden de los Cartujos. Más bien, pareciera que usted practica el cotorreo superlativo, pero bueno.
Hidaspes,
Lo q a usted le parezca es irrelevante.
ACS, vale, se lo enmiendo: no es mi parecer, son los hechos.
Porque usted lo diga…
No: porque es evidente y hay pruebas por escrito que lo demuestran.
«Lo q a usted le parezca es irrelevante»
¿Lo que a usted le parezca no lo es, en cambio? Porque casi todos sus comentarios son de ese tenor: «a MI me parece…», «YO creo…», «YO siento…», «YO opino…», YO, YO, YO, MI, ME, CONMIGO… Si lo que dicen los demás es irrelevante, también lo será lo que diga usted, ¿no cree? Su doble rasero y cinismo ya son proverbiales (y eso no se puede ocultar por más ñoñerías que escriba o más emoticonos con que adorne sus comentarios).
Es que lo que tú dices lo es irrelevante FANATICVS CARCHOLICVS.
Es sencillamente estúpido.
Que sí, troll, que es usted súper ocurrente. Hale: ya pasó, ya pasó.
¿ A que soy ocurrente?
¿Verdad?
Se me ha ocurrido ahora llamarte CAGHONLICVS, que es muy divertido.
Y se me ocurrirán más (CACOLICVS, por ejemplo)
Realmente es patético y va a servir para localizar todas sus cuentas y echarle de aquí, ya que no se va solo. Al tiempo.
Hidaspes ya no cuela lo de la corrección fraterna, se está comportando usted como una canalla contra un ser humano que busca la verdad, es inadmisible su comportamiento y el del desequilibrado de abajo, eso no es cristiano es diabólico e inadmisible, Nunca me esperé esto de usted. De Juzgado de guardia es…..
Vuestro objetivo es pues, destruir a la persona por medio de la humillación la mofa y la burla. Es un caso claro de acoso totalmente inadmisible, cuyos casos parecidos llevamos en nuestro despacho de abogados, y estoy dispuesto a tomar medidas. Si continúan así me veré obligado a poner los hechos en manos de INFOVATICANA, para que se respeten los derechos de esta y de otras personas a la libre expresión en defensa de la fe cristiana. El que avisa no es traidor.
Tiene usted una cara de cemento armado. Mejor no amenace, a ver si va a salir escaldado usted. Que su idiotez de que hay que dejar a ACS decir herejías «porque es una dama», pase. Pero chulerías y además con esos humos, ni una.
Mejor que tenerla llena de las excreción testiculares de tu director espiritual, como tú, ya es.
Seguro.
Y encina te relames.
No se esfuerce: sus obsesiones homosexuales no le interesan a nadie, troll.
Caradeplata, ya está tardando en presentar querella en el Juzgado más próximo. De todas formas, no pienso dejar que ACS expanda sus errores así como si nada.
Troll ridículo.
¿ A que soy ocurrente?
¿Verdad?
Se me ha ocurrido ahora llamarte CAGHONLICVS, que es muy divertido.
Y se me ocurrirán más (CACOLICVS, por ejemplo)
Realmente es patético y va a servir para localizar todas sus cuentas y echarle de aquí, ya que no se va solo. Al tiempo.
😀,, yo no he leído el libro.
Dudo que lo lea,,en el tiempo que tengo libre veo el celular.
Aquí, allá, noticias, y ya está.
Yo pensé que el Sr. Cardenal se refería a ése silencio total., que busca el alma para sentir a Dios más cerca,, cree ella. y puede ser que así sea. Sin ruido, salvo el de los grillos del campo, ése más que molestar parece que acompaña.
Dios bendiga y guarde a este santo Cardenal… !
Pero que lo guarde muy lejos, por favor.
De usted seguro: usted está en otro planeta, lejos de la realidad. No tema, que nadie le va a forzar a hacerse católico, ni mucho menos va a volverle listo: seguirá igual de lerdo que hasta ahora, pues ni la fe, ni la inteligencia se pegan, por más que usted se acercara.
De mi no lo tienen que guardar.
Yo soy poco mordedor,
No tan pocó como tú, CAGHONLICVS, porque no he refugio entre sotanas calientes ni voy a misas supersticiosos a hacer penitencia, pero parecido.
Pero de la Igkedua sí.
Un buen destino para Saritah Montiel sería el norte de Nigeria, Afganistán o Sinaloa
Usted es poco mordedor… y poco de todo. Muy poquita cosa. Insignificante. A nadie interesa lo que dice, ni sus gracietas infantiles, ni sus bobadas mal escritas… Pero no se cabree tanto, ¿qué culpa tienen los demás de sus carencias? Que sea usted feo no es culpa de nadie; ni siquiera de usted. Pero escribir así sí es su culpa: «pocó», «no he refugio», «Igkedua»… Sólo sería disculpable si tiene Parkinson. Si no, sólo responde a los nervios que le produce su psicopatología, que le hace no dar pie con bola con las teclas, lo que se suma a su evidente incultura y desconocimiento del idioma español. En cualquier caso, todo ello es para meterse debajo de la cama y no salir, para que se note lo menos posible, en vez de mostrarlo en público creyéndose una mezcla de Séneca y Groucho Marx: sólo hace el ridículo.
Significativo que el cardenal Sarah no mencione ni siquiera de refilòn al papa Francisco o alguno de sus documentos, discursos u homilìas.
Lo raro sería que lo hiciera, y más cuando no viene a cuento, como hace usted. Yo a usted no le he leído hablar de los primeros 265 Papas y sí cómo les contradecía públicamente y por escrito. Así que, lo que usted piense o diga del cardenal Sarah no sólo no disminuye su valía a todos los niveles, sino que la engrandece por contraste (las comparaciones son odiosas).
¿Te has leído los documentos de los 265 pasas anteriores, CAGHONLICVS?
No me extraña lo de tu paranoia esquizofrenia.
Mejor que seguir los consejos (TODOS, esos otros también) de tu director espiritual, búscate un buen psiquiatra.
Yo conozco una que te convenía. Y además está muy rica (aunque tu prefieras alguien con sotana y tonsura)
Y usted, ¿los ha leído? Evidentemente no, lo cual prueba que no es leerlos lo que produce locura (usted es la prueba de que leer no es la causa de problemas mentales y sí lo es de su evidente incultura). Y no existe «paranoia esquizofrenia», ignorante.
«El Espíritu Santo abandonará quizá este cuerpo social histórico, llamado Cristiandad, arrebatando consigo a la soledad más total a los suyos, dándoles dos alas de águila para volar al desierto. Y entonces la estructura temporal de la Iglesia existente será presa del Anticristo, fornicará con los reyes de la tierra -al menos una parte ostensible de ella, como pasó ya en su historia-, y la abominación de la desolación entrará en el lugar santo. “Cuando veáis la desolación abominable entrar adonde no debe, entonces ya es.”» P. Leonardo Castellani SJ Argentina. 1899 – 1981