Francisco le dijo al presidente de los obispos alemanes que «no necesitamos dos iglesias evangélicas»

Francisco le dijo al presidente de los obispos alemanes que «no necesitamos dos iglesias evangélicas»

El pasado 19 de mayo, el papa Francisco recibió en audiencia a los editores de revistas jesuitas europeas. Ahora, casi un mes después de ese encuentro, La Civilta Cattolica publica la conversación que mantuvo el Santo Padre con los periodistas.

Una de las preguntas dirigidas al Pontífice fue qué opina del camino sinodal en Alemanía y tambiñen en particular por la situación de la diócesis de Colonia.

Francisco respondió que «al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Monseñor Bätzing, le dije que en Alemania hay una muy buena Iglesia Evangélica. No necesitamos dos. El problema surge cuando el camino sinodal proviene de las élites intelectuales, teológicas, y está muy influido por presiones externas. Hay algunas diócesis donde el camino sinodal se va desarrollando con los fieles, con el pueblo, lentamente».

El papa le mencionó aquella carta que escribió en el año 2019 a los católicos de Alemania. «Ahí es donde encontrarás mis pensamientos», respondió el Santo Padre.

Respecto a la situación de la diócesis de Colonia, el papa cuenta que «cuando la situación estaba muy turbulenta, le pedí al arzobispo que se fuera por seis meses, para que las cosas se calmaran y yo pudiera ver con claridad. Porque cuando las aguas están turbulentas no se puede ver con claridad. Cuando regresó le pedí que escribiera una carta de renuncia. Lo hizo y me lo dio. Y escribió una carta de disculpa a la diócesis. Lo dejé en su lugar a ver qué pasaba, pero tengo su renuncia en la mano», aseguró Francisco.

El Santo Padre hizo hincapié en la existencia de «muchos grupos de presión, y bajo presión no se puede discernir». Además, también desveló que está considerando enviar un equipo financiero. «Para poder discernir, estoy esperando hasta que no haya presión. El hecho de que haya diferentes puntos de vista está bien. El problema es cuando hay presión», añadió el Obispo de Roma.

Curiosamente, en esa conversación hizo mención por primera vez a la destitución forzosa del obispo de Arecibo. «No creo que Colonia sea la única diócesis del mundo donde hay conflictos. Lo trato como cualquier otra diócesis en el mundo que experimenta conflicto. Puedo pensar en uno donde el conflicto aún no ha terminado: Arecibo en Puerto Rico, ha estado en conflicto durante años», indicó Francisco.

El relato de Francisco sobre la guerra en Ucrania

«Un par de meses antes de que comenzara la guerra conocí a un jefe de estado, un hombre sabio, que habla muy poco, muy sabio de hecho. Después de hablar sobre las cosas de las que quería hablar, me dijo que estaba muy preocupado por la forma en que se estaba moviendo la OTAN. Le pregunté por qué y me dijo: “Están ladrando a las puertas de Rusia. No entienden que los rusos son imperialistas y no permitirán que ninguna potencia extranjera se les acerque”. Concluyó: “La situación podría conducir a la guerra”. Esta fue su opinión. El 24 de febrero comenzó la guerra.

Lo que estamos viendo es la brutalidad y ferocidad con que esta guerra está siendo llevada a cabo por las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos. Los rusos prefieren enviar mercenarios chechenos y sirios. Pero el peligro es que solo vemos esto, que es monstruoso, y no vemos todo el drama que se desarrolla detrás de esta guerra, que quizás de alguna manera fue provocada o no impedida. Y tenga en cuenta el interés en probar y vender armas. Es muy triste, pero al final del día eso es lo que está en juego.

Alguien puede decirme en este punto: ¡así que eres pro-Putin! No, no lo soy. Sería simplista y erróneo decir tal cosa. Simplemente estoy en contra de reducir la complejidad a la distinción entre buenos y malos sin razonar sobre raíces e intereses, que son muy complejos. Mientras vemos la ferocidad, la crueldad de las tropas rusas, no debemos olvidar los problemas reales si queremos que se resuelvan.

También es cierto que los rusos pensaron que todo terminaría en una semana. Pero calcularon mal. Se encontraron con un pueblo valiente, un pueblo que lucha por sobrevivir y que tiene una historia de lucha»

También debo agregar que vemos lo que está sucediendo ahora en Ucrania porque está más cerca de nosotros y toca más nuestra sensibilidad. Pero hay otros países lejanos. Pensemos en algunas partes de África, el norte de Nigeria, el norte del Congo, donde todavía hay una guerra y a nadie le importa. Piense en Ruanda hace 25 años. Piense en Myanmar y los rohingya. El mundo está en guerra. Hace unos años se me ocurrió decir que estamos viviendo la tercera guerra mundial trozo a trozo. Para mí, hoy, se ha declarado la Tercera Guerra Mundial. Esto es algo que debería darnos una pausa para pensar. ¿Qué le está pasando a la humanidad que hemos tenido tres guerras mundiales en un siglo? Viví la primera guerra a través de la experiencia de mi abuelo en el río Piave. Y luego el segundo y ahora el tercero. Esto es malo para la humanidad, una calamidad», sentenció Francisco.

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