El pasado sábado 4 de junio, Madrid celebró el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar bajo el lema «Sigamos construyendo juntos. El Espíritu Santo nos necesita».
De 11:00 a 19:00 horas, el Secretariado de Apostolado Seglar de la Delegación Episcopal de Laicos, Familia y Vida de la archidiócesis de Madrid, instaló en el exterior del de la catedral de la Almudena diferentes carpas en las que las asociaciones y movimientos de la diócesis dieron a conocer sus respectivos carismas, y se realizaron diferentes talleres.
Durante ese mismo horario, la capilla del Santísimo acogió turnos de media hora de adoración eucarística con la participación de seglares de la diócesis.
Quien paseó esa mañana por los alrededores de la Almudena pudo ser testigo de la escasa afluencia de público, especialmente por la mañana.
Tal y como se muestra en la fotografía tomada al final de la mañana del sábado, el ambiente semidesértico fue la tónica habitual. Una estampa que dista mucho de las convocatorias de años atrás.
Se trata por tanto, de un nuevo «pinchazo» de convocatoria tras el sonado fracaso de la Misa del cierre de la fase diocesana del Sínodo para la sinodalidad donde abundaron las sillas blancas vacías.
Después de las carpas, la fiesta del Apostolado seglar se clausuró a las 20:00 horas con la tradicional vigilia de Pentecostés, presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro. El purpurado administró el sacramento de la Confirmación a varios adultos.
La asistencia a la vigilia de Pentecostés en la catedral de Madrid también fue preocupantemente escasa, quizá ese sea el motivo por el cuál todavía no han subido el vídeo de la vigila al canal de YouTube de la archidiócesis. Nada que ver con las vigilias de hace varios años cuando resultaba complicado transitar por la catedral debido a la aglomeración de gente.
Para esa jornada, la archidiócesis de Madrid hizo un llamamiento especial a los miembros de asociaciones y movimientos para «mostrar cómo en la diócesis se camina juntos, en sinodalidad». Cada carisma, según subraya el secretariado, «tiene algo único que aportar» y, «a su vez, se enriquece con lo que aportan los demás».