Cardenal arzobispo de Rabat: «La Iglesia es santa y prostituta»

Cardenal Cristóbal López
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Son las palabras de Cristóbal López Romero, arzobispo y cardenal salesiano español nacionalizado paraguayo, que actualmente ejerce como Arzobispo de Rabat y Administrador Apostólico de Tánger.

En una entrevista concedida al diario «Ara» el cardenal ha hecho la siguiente afirmación: «Jesús no vino a fundar una Iglesia, vino a anunciar el reino de Dios y a ponerlo en marcha, y creó la Iglesia, con los apóstoles, al servicio de este reino. La Iglesia tiene que dar ejemplo, por decirlo así. Claro, somos los que somos y la Iglesia es santa y es pecadora, es santa y es prostituta, yo mismo lo soy y tengo que recordarme que yo no trabajo para la Iglesia, yo trabajo en la Iglesia al servicio del reino de Dios, que significa paz, justicia, libertad, vida, verdad y amor».

El cardenal, contradice de este modo el catecismo y el credo católico cuando se afirma que la Iglesia es «Una, Santa, Católica y Apostólica». Esto se puede leer en el punto 827 del Catecismo: «La Iglesia «es, pues, santa aunque abarque en su seno pecadores; porque ella no goza de otra vida que de la vida de la gracia; sus miembros, ciertamente, si se alimentan de esta vida, se santifican; si se apartan de ella, contraen pecados y manchas del alma, que impiden que la santidad de ella se difunda radiante. Por lo que se aflige y hace penitencia por aquellos pecados, teniendo poder de librar de ellos a sus hijos por la sangre de Cristo y el don del Espíritu Santo» (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 19)».

Esa no ha sido la única «perla» que ha soltado el arzobispo en la entrevista. López Romero también asegura que «la Iglesia en España funcionará mejor cuando haya diez mil sacerdotes menos, sí, porque mientras haya tantos sacerdotes los cristianos laicos no tomarán la responsabilidad que les corresponde».

También habló de que en Europa, y especialmente en Cataluña, falta alegría a la hora de vivir el Evangelio. Para el cardenal, la culpa de ello lo tiene el «nacionalcatolicismo vivido aquí y la ola de secularización».

Además, el arzobispo de Rabat ha criticado la valla de Ceuta y Melilla, algo que le «escandaliza». «Yo estoy para construir puentes y no rejas. Tiene que haber una regulación, pero no puede ser el candado que hay ahora. La actitud de Europa de cerrarse en sí misma y protegerse no es ni humana ni cristiana», agregó.