El fraile dominico Fray Marcos desarrolla su actividad pastoral en la iglesia de los dominicos situada en la urbanización de Parquelagos, muy cerca de La Navata y Galapagar.
En numerosos ocasiones, han llegado diversos testimonios a Infovaticana denunciando la actitud de este sacerdote madrileño. Celebra sin misal y hace de la Santa Misa un show. Muchos dudan de la validez de la Misa celebrada por Fray Marcos, ya no solo por sus predicaciones sino por su forma de celebrar e incluso su extraña manera de Consagrar. Es de los que todavía sigue diciendo «Sangre derramada por todos» en vez de decir por muchos, que es la última traducción actualizada del Misal Romano.
El canal de Youtube «Fe adulta», retransmite de vez en cuando desde la parroquia de los dominicos de Parquelagos. En la Misa colgada en el canal del V Domingo de Cuaresma, hemos querido analizar la homilía predicada por el fraile dominico que, como mínimo, merece una llamada de atención por parte del arzobispado de Madrid.
Para poner en contexto, el Evangelio de aquel domingo es el de la mujer adúltera. En primer lugar, Fray Marcos comienza diciendo que «el análisis gramatical de ese pasaje ha demostrado que no es de la misma pluma que el del Evangelio de Juan».
Acto seguido afirma, con gran autoridad moral, a los fieles lo siguiente: «Ya os he dicho muchas veces, e intento meteros en la cabeza, que los evangelios ni es la predicación de Jesús ni son directamente las ideas de Jesús. Los evangelios son interpretaciones de los recuerdos que tenían algunos de lo que hizo y dijo Jesús. Nada se puede tomar al pie de la letra». Sobre el Evangelio de «Juan», como dice él, llega a afirmar que sus monólogos y discursos son artificiales.
El adulterio, un pecado contra la propiedad privada
En siguiente lugar, pasa a comentar lo que significa el adulterio. «En contra de lo que nos han predicado durante los últimos 2000 años el adulterio no era un pecado sexual. Era un pecado contra la propiedad privada ya que la mujer era propiedad privada del marido y el adulterio arremetía contra esa propiedad», asegura Fray Marcos.
No siendo suficiente se anima a comentar el ámbito de la sexualidad. El sacerdote dominico insiste en su homilía en que «la sexualidad no es un problema en la cultura de esa época. Ni en el antiguo ni en el nuevo Testamento se da importancia ninguna a la sexualidad. Nos han comido el coco traspasando ese pecado de propiedad a un pecado de sexualidad».
«Dios ni juzga ni condena»
Tras comentar la escena del encuentro entre la mujer adultera y Jesús, Fray Marcos hace hincapié en la frase del Señor cuando afirma «Yo tampoco te condeno», pero omite lo que le dice a continuación cuando el Señor añade «en adelante no peques más». Aprovechando eso, el fraile dominico sentencia en su homilía que «Dios no juzga ni condena a nadie. Dios no es un sujeto que se relaciona conmigo como objeto que me puede juzgar, condenar, premiar, castigar… todo eso es falso y es fruto de la idea que hemos hecho de Dios a nuestra imagen y semejanza. Esa idea de Dios es un ídolo».
Además de propagar todas estas falsedades y confusiones, es habitual sus continuos abusos litúrgicos a la hora de celebrar la Santa Misa. También es sabido que es bastante reacio y se niega habitualmente a dar la comunión en la boca.
