Críticas a la archidiócesis de Madrid por convertir la catedral en un teatro

catedral Madrid musical Momento del Viacrucis musical en la catedral de la Almudena (Foto: twitter archidiócesis de Madrid)
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El pasado miércoles la catedral de la Almudena de Madrid se convirtió en el escenario para la realización de un Viacrucis convertido en musical.

El sacerdote Toño Casado, autor de 33, el Musical es el creador, compositor y director de “Viacrucis, el Musical”. Esta misma obra, fue también representada semanas atrás en la catedral de Córdoba.

Ese es el tuit con el que la archidiócesis madrileña se hizo eco del musical que transcurrió en la catedral. Tras el despliegue de medios, numerosos tuiteros, tanto curas como laicos, han comentado la publicación y no especialmente con comentarios positivos.

«Un vía crucis debe llevar a lágrimas y contrición. Debería dejarnos sin aliento, no mover a aplausos y jolgorios», es lo que ha respondido el cura catalán Pablo Pich. Otro tuitero ha argumentado en la misma línea afirmado que «ese no es el camino. Una catedral no es un teatro. El viacrucis es una oración, no un espectáculo. El viacrucis es un diálogo y una meditación en el interior del alma».

Otro usuario ha recordado el tiempo litúrgico en el que nos encontramos para mostrar su desacuerdo: «Este tipo de espectáculos no debería hacerse en los templos, y menos en Cuaresma, que es un tiempo de penitencia, reflexión y preparación, donde la liturgia cambia para buscar precisamente eso omitiendo el Gloria y el Aleluya y quitando las flores de los altares, etc. Mal».

Otro sacerdote ha indicado que «esto, hermanos, no pasa de ser una horterada, una vulgaridad, un teatrillo ramplón. Un Vía Crucis como Dios manda busca mover a contrición y penitencia, no lograr aplausos para el autor y los figurantes».

Otra cita a la que han recurrido varios tuiteros, ha sido el pasaje del evangelio en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo. ««Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!» Mateo 21, 13″.