«Me gustan mucho las guitarras, pero… en el lugar de las guitarras. Todo con orden».
Nuestra ‘cigüeña’ ha traído hoy a su blog una anécdota muy interesante protagonizada por el fundador del Opus Dei que puede que sorprenda a algunos de sus seguidores más jóvenes.
En una de esas tertulias en las que san Josemaría Escrivá se reunía con miembros de la institución fundada por él, una mujer le preguntó sobre las distracciones durante la comunión, debidas a los cantos e instrumentos.
«Padre, ¿cómo hacer para que nuestras Comuniones sean más fervorosas si, muy a menudo, nos vemos distraídos con cantos, instrumentos, ritmos profanos, durante la Santa Misa?», preguntó.
«Oye, hija mía, lo segundo como si no lo hubiera oído, porque yo no oigo más que cantos latinos cuando voy a dar la Sagrada Comunión o cuando estoy en el Santo Sacrificio, y no oigo más que canto gregoriano», contestó con firmeza el santo español.
Y sin haber mencionado ella el innstrumento de la discordia, Escrivá sí lo hace: «Me gustan mucho las guitarras, pero… en el lugar de las guitarras. Todo con orden».
«No se me enfade la gente joven, si no la armamos aquí, ¿eh? Estoy dispuesto a reñir con la gente joven. Os he bendecido las guitarras todos los días, hoy también os las bendeciré, pero en la iglesia no. Tienes tú mucha razón, que no nos distraigan», sentenció el fundador del Opus Dei.
Ay, que pensaría el de Barbastro de algunos ‘hijos suyos’ y de alguna organización escindida de su Obra. Citando a un brillante cantautor al que han deformando introduciéndole en nuestras misas, «for the times they are a-changin’».
